-Si, sí todo bien, solo quería avisarte que con Criss iremos a hacer unas compras para organizar una cena a la que TIENES que asistir y quería pedirte que estuvieras al pendiente de Violeta y antes de que preguntes alguna barbaridad para no hacerte cargo, déjame decirte que Evan no está y como le pase algo a Violeta mientras no estemos te las vas a ver con 2 vampiros y un humano furioso, y lo peor de todo es que uno de esos vampiros será tu esposa, así que asegúrate que esté en perfectas condiciones.

-Ni que le fuera a hacer daño Jenna por favor es mi hermana no mi enemigo.

-Recuérdalo la próxima vez que estés siendo un idiota con ella mi amor –Se dio la vuelta cabreada y fue hasta el auto donde la estaba esperando un sonriente Criss.

-Veo que va en serio eso de hacer un cambio y darle un escarmiento a tu esposo –Comentó Criss reprimiendo una sonrisa-.

-Por supuesto, te dije que las cosas no podían quedar así, sino me voy a volver loca –Respondió Jenna-.

Iban en camino a la tienda, salían un montón de ideas para hacer pero la única que no tocaron fue la de hacer la pieza para los bebés ya que Evan se los había prohibido estrictamente diciéndoles que eso iba a ser su tarea y que la haría como humano y no quería ayuda de nadie porque les iba a demostrar a todos que él era capaz de hacer cosas por su familia, así que ellos se dedicarían a consentir a Violeta y a los bebés.

-Te das cuenta que en tres meses no le hemos dado nada –Comentó Jenna-.

-Cielos Jen somos horribles, pero desde hoy lo compensaremos, mi pobre niña no lo ha tenido fácil ni un solo día y no hemos sido capaces de reconocérselo.

Se estacionaron y se dirigieron al interior de la tienda paseando como niños pequeños por los pasillos y corriendo en busca de qué sería lo mejor, más rico o más sano para llevarle a Violeta.

Mientras tanto en el centro comercial estaba Evan intentando averiguar entre los pasillos de la zona de construcción como rayos podría ensamblar una caja delgada que terminaría siendo en teoría como la cuna doble que mostraba la foto, en su vida nunca había hecho ese tipo de trabajos manuales y siempre contrataba gente que lo hiciera por el pero esta vez quería que fuera distinto y que todo lo que tuvieran sus hijos fuera dado por sus propias manos, maldición si tenía un carrito lleno de compras con pintura de distintas tonalidades de amarillo y verde porque aun no sabía el sexo de los bebés, también había comprado unos adhesivos que la vendedora le había convencido que se verían completamente adorables en las paredes de la habitación, tenían diseños de animales y nubes así que los aceptó y estaban en el carrito y la chica de la tienda corría como una abejita detrás de él.

-En esa cuna vienen todos los tornillos y lo necesario para armarla, pero le recomiendo que además compre un pegamento para darle mayor sustento y un destornillador para que no se lastime las manos señor.

-Heee…ok tráeme todo eso por favor –A pesar de que ya no tenía sus poderes de persuasión, aun podía hacer que la gente hiciera su voluntad, después de todo tenía años de práctica manipulando solo que ahora no era una simple orden, sino que la forma en que debía decir las cosas lo hacía diferente de antes, pero su toque sensual lo hacía igual de efectivo-

No hay tiempo III: Esperaré...Hasta que te encuentreWhere stories live. Discover now