No respondí a náda y me marche del harem.
Fuí a los aposentos de Selin, quería verlo. Al entrar allí, él no se encontraba , sí no su esposa Nurbanu.
-Nurbanu.- Salúde.
-Súltana.- Se levantó y dío una reverencia de manera felíz. -Me alegro verla.-
-A mí igúal, Nurbanu.- Súspire con cansancio. -¿Y mi hermano,Selin?- Pregúnte.
-El sultán lo invoco en sus aposentos.- Me informó. -Esperó que no sea grave.- Súspiro asustada. -¿Sabe algo,Súltana?- Continúo.
-No, no tengo información acerca de este encúentro.- Negué. -¿Cúal es el próposito de está visitia?- Pregúnte.
-No lo sé súltana. Estamos aquí en la cápital a pedído de su majestad.-
-Bien. Me alegra ver...- Decía, pero noté algo, lo cúal me llamo muchisimo la atención.
-¿Súltana?- Pregúnto. -¿Le pasa algo?- Decía preocupada.
-No.- Negué. -Tráquila, le hará mal al bebé.- Dije con una sonrisa.
-¿Qué bebé?- Pregúnto extrañada.
-Nurbanu, estas embarazada.- Informé. Por lo visto, ella no lo sabía.-Ahora mismo llamare a las dóctoras para que te chequen y comprueben lo que te ocúrre.- Díje.
Salí y le ordene a Emir, que esperaba a fuera, que trajese a la médica.
A los minútos, ella entró a los aposentos de mi hermana Selin.
-¿Qué pasa súltana?- Pregúnto la dóctora.
-Quisiese ver sí la señorita Nurbanu se encuentra embarazada.- Díje felíz.
-Cómo órdene mi súltana- Aceptó de inmediato.
La dóctora se dispúso trabajo en marcha, hizo tódo lo necesarío para saber la verdad, hasta que...
-¡Sí, mi súltana!- Exclamó felíz. -La señorita Nurbanu está embarazada.- Finalízo.
-Muchas gracias, puedes retirarte.- Dije amablemente.
Una vez que la dóctora se marcho, noté cómo Nurbanu, tenía un gesto de confusíon, y a le vez felicidad.
-¿Estas feliz,Nurbanu?- Pregúnte con una sonrisa inmensa.
-¡Más que feliz, mi súltana!- Exclamó. -Pero ... ¿Cómo sabía qué me encontraba embarazada?- Pregúnto.
-No lo sé.- Negué. -Ví que te encontrabas extraña, y lo sopuse.- Díje finálmente.
-Me alegro múcho,súltana.- Dijo feliz Nurbanu. -Alá la bendiga.-
-Igúal a tí y a mi sobrino o sobrina.- Díje . -Ahora debo retirarte. Te veo lúego.- Me despedí.
Salí de los aposentos de Nurbanu, y me encontré con mi hermano Bayaceto.
-Bayaceto.- Salúde.
-Efne.- Díjo extrañado. -¿Por qué estabas en los aposentos de Selin?- Pregúnto enojado.
-¿Acaso debo pedirte permiso para ir a dónde quisiese?- Pregúnte aún más enojada que él.
-Está bien,Efne.- Se apenó. -¿Ha ocurrído algo?- Pregúnto.
-No, sólo quise verlo.- Díje. -Pero él no se encontraba en sus aposentos. - Le conté.
-¿En serío?- Pregúnto. -¿Y dónde se encúentra?-
-Con el sultán.- Díje bajando mi cabeza. -Mirá,tengo que irme.- Me despedí de Bayaceto y fuí a mis aposentos.
Decidí qué no debía estar molesta con Cihangir respecto a Ariana, él tiene ese derecho cómo principe. Sí él me ama, seguíra conmigo.
-¡Sultana!- Entró Emir.
-Dime.- Díje.
-El sultan la solicita en sus aposentos.- Me informó.
-De acúerdo.- Asentí.
Íbamos de camino hacía los aposentos del sultán, hasta que en un pasillo, me parecío escuchar el nombre -¡Cihangir!- . Me detúve a ver quién era aquella persona, y sí, era Ariana.
-Cihangir es el más tierno del múndo,ní te lo imaginas Esil.- Le hablaba a la que algún día fue mi amiga.
-Me lo imagino ¿Crees que te ame más que a Efne?- Pregúnto la otra.
-Yo creo que sí.- Afírmo otra criada que se encontraba allí. -Ya paso varías noches con él.-
-Súltana, no escuche esas conversaciones.- Me díjo Emir. -No tienen derecho de dudar el amor aue Cihangir le tiene a ústed.- Díjo dispuesto en acción.
-Vamos.- Díje tomándolo del brazo. -El sultan espera.-
Entre a los aposentos del súltan, y estaba ahí esperandome, júnto a cinco guardías más.
-Sultan.- Salúde.
-Efne, preciosa súltana.- Saludo él. -¿Cómo estas?- Pregúnto.
-Emm... Bien.- Dudé . -Aunque, algo confundida.- Díje.
-Te pregúntaras porque te mande a llamar.- Díjo. -Bueno, la razón es que tú ,júnto a Emir y estos cinco guardías, iras a un palacio ocúlto en el bosque,nadíe te encontrara allí.- Díjo.
-¿Por cúanto tiempo, su majestad?- Pregúnte.
-Lo suficiente para que recapacites.- Respondío.
-¿Y qué hay de mis hijos?- Pregúnte.
-Permáneceran en palacio, júnto a su padre.- Respondío. -Estoy segúro de que Cihanguir sabrá cuidarlos, ahora retirate.-
-¡No!- Negué. -Por favor,sultán.- Respire exageradamente. -No me separe de mis hijos.- Súplique.
-Te prometo que no será por mucho tiempo. - Suspiro. -Ahora, retirate.-
Por más que lo intenté, el súltan, no dejaría que lleve a mis hijos conmigo, y múcho menos que me quedase.
Estaba por irme, cúando dijo :- Algo más, no te atrevas a decírle a dónde irás a nadie. Preparate qué mañana te llevaran al palacio ocúlto.-
Salí llorando de los aposentos del súltan, mientras corría me tope con alguién que no ví.
-Efne.- Salúdo ... Ariana.
-Oh, Ariana.- Díje de malos ánimos.
-¿No estas felíz de verme? Te has olvidado de mi, amiga.- Díjo. -Igúal, no te preocupes, todas nos olvidariamos del resto teniendo a Cihangir cómo esposo. Es tán considerado.- Díjo fálsamente.
No le respondí, y seguí mi camino.
-¡Súltana, espere!- Escuche cómo gritaba Emir que corría por detrás mío.
Tampóco le respondí, pero fuí a mis aposentos así tenía una charla con él.
-Emir, el súltan me quiere enviar a un palacio ocúlto por el bosque, yo no puedo ir.- Lloré. -Extrañare múcho a Emeth y Meté.-
-Tránquila súltana.- Me calmo Emir.- Haré todo lo pósible para calmar está situación.-
-Te lo agradesco.- Díje. -Dejame un momento sola.- Díje.
Narra Arina :
Yo quería desde que llegue a palacio, casarme con el principe Cihangir. Y Efne, a penas llegó, se interpúso en mi camino. Ahora que la súltana Hurem, pidío qie trabajase para ella enamorando a Cihangir, le hare la vida imposible a Efne.Al toparmela cúando corría por los pasillos, noté que estaba llórando. Me pregúnte a que se debía eso, así que la seguí hasta sus aposentos, y escuche la conversación que tenía júnto a Emir. Eso sí que me sería útil. Ahora la podré alejar de mi principe Cihangir, sólo debo deshacerme de sus hijos.
أنت تقرأ
La sultana Efne ||
التاريخية¿Te imaginas si el principe Cihangir hubiese tenído un amor? Tal vez ,sólo la felicidad, provocaría un montón de cambios : La muerte de Mustafá, la del mismo Cihangir, la enemistad entre Bayaceto y Selim. Tal vez nada de esto jamás hubiese sucedid...