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Evitar a Eric Cartman de camino a la escuela era la misión de Tucker, no quería tener problemas con él, pues eso implicaría tener mas semanas de castigo. Sabía que si se enfrentaba al gordo no se podría resistir a golpearlo nuevamente.

Hoy comenzaba su castigo en la iglesia del pueblo con el padre. Todos los días justo después de clases hasta el anochecer.

Caminó hasta una parada de autobús cercana a su hogar, se paró junto a Butters quién estaba esperando el transporte antes que él con una sonrisa.

-Hola Craig- saludó el de la cicatriz con su sonrisa.

-Hey- devolvió el saludo de manera distraida. No dejaba de pensar sobre lo que ocurrió anoche. Bueno, fue tan raro que su hipótesis principal era que aquello fue un sueño. Fue bastante sorpresivo que esa voz en su sueño se pareciera tanto al de su pequeño, ahora fallecido.

-¿Ocurre algo?- borró su sonrisa y tocó levemente con su dedo índice el antebrazo sobre su chaqueta azul.

-Nada- se apresuró a decir causandole desconfianza al menor.

-Está bien...- terminó, no quería molestarle más.

Unos segundos después de la pequeña conversación, llega el autobús y ambos suben, Craig sentandose en el asiento vacío al lado de Clyde. El rubio se sentó en uno libre del todo más atrás.

-Ugh, te ves como un zombie, viejo.

-Lindo saludo- habló sarcástico el oji verde.

-Hey, Craig- saludó Token quién estaba justo detrás de ellos, parandose de su asiento y recostando los brazos en los de enfrente -Tiene razón, te ves fatal ¿Siquiera dormiste?

-No lo sé- admitió derrotado, cerrando los ojos. Luego de desmayarse en la noche, volvió a despertar en la mañana como si todo hibiera sido un sueño, pero sentía como si no hubiera dormido en toda la noche.

-¿No lo sabes?

Se limitó a encogerse de hombros.

Y el autobús avanzó. Token volvió a sentarse, mientras que Clyde haciendo lo contrario, se levantó del puesto e ignorando las replicas del conductor mexicano fue hasta donde Bebe se encontraba sentanda hablando animadamente con Wendy.

Miró por su ventana con aburrimiento. Luego el transporte volvió a parar, giró su cabeza hacía las puertas para ver que el grupo Stan entraba, Kyle insultando a Cartman, Stan tratando de calmar al pelirrojo y Kenny expectando divertido la escena, similar a todos los días.

El de abrigo naranja se sentó al lado de Leo a la vez que comenzaban a hablar sonrientes. Kyle y Stan se situaron al fondo del autobus, cerca de las dos chicas. El restante del grupo le dirigió una mirada llena de odio al causante de su lesión, luego se dirigió a un asiento vacio junto a Heidi Turner, luego de años volvió a ser la chica dulce que era pero hoy en día pasandose por el culo las críticas ajenas.

Todo el resto del día transcurrió como le gustaba a Craig, normal y aburrido, a excepción de las amenazas del gordo y uno que otro coqueteo de alguna chica que no conocía que era inmediatamente ignorado.

Después de clases, el chico estaba caminado hacía la parroquia, Clyde se había ido con Bebe al centro comercial como prometió, Token también se fue con su novia Nicole al parque, Jimmy tenía una presentación de comedia y Butters tenía que hacer un trabajo en casa de Kenny, así que estaba solo.

Miró al cielo, unas grandes nubes oscuras al parecer se movían a su dirección, se descolgó su mochila del hombro y revisó el contenido.

-Vamos... ¡Aquí!- exclamó con alivio al encontrar su paraguas negro.

Cerró la mochila y la volvió a colgar en su hombro, está vez con el paraguas en mano.

Ya en frente de la edificación, se acercó al portón de madera y tocó varias veces, se escucharon pasos cada vez más cerca hasta que se abrió la gran puerta dejando ver a un hombre adulto de anteojos vestido de negro, era el padre Maxi.

-Te estaba esperando, pasa- se hizo a un lado y Craig entró.

-¿Y que voy a hacer?

-Necesito ayuda con el mantenimiento de las instalaciones, Craig. Puedes tomar una escoba de la segunda habitación a la izquierda y barrer el suelo o limpiar las ventanas para la misa de las cinco- explicó señalando la puerta de manera indicada.

Asintió como respuesta. Bueno al menos le tocaba limpiar y no intervenir directamente en alguna misa o celebración relacionada.

Fue hasta la habitación indicada y extrajo los objetos. Sacó su teléfono para revisar la hora, 4:36, aún faltaba tiempo, aprovechando revisó algunos mensajes nuevos que tenía.

>Y como la estás pasando Pastor juvenil Craig¿
4:33

>No me llames así, además, solo es limpieza.
4:36

>Aw
>Que aburrido~
4:36

>Estoy ocupado, hablamos luego.
4:47

>Ok 👍
4:47 ✔✔

Guardó su celular y empezó a cumplir sus obligaciones.

Limpiar, entregar folletos y recibir a las personas con una sonrisa, no eran exactamente sus mejores habilidades. Luego de terminar, se recostó contra la pared al lado de la entrada, aunque no lo pareciera, él escuchaba atentamente las palabras del padre y observaba a la audiencia sumida en la reflexión. De alguna manera todo esto le despertaba cierto interés o curiosidad.

Ya casi era hora para ir de vuelta a casa, se encontraba sentado en una de las bancas de primera fila, ya todos se habían ido, excepto él y el padre, obviamente. Tenía su mochila encima de sus piernas mientras escuchaba como las gotas de lluvia chocaban violentamente contra los vitrales.

Un trueno ensordecedor sonó exaltando al amante de conejillos de indias.

-[Me pregunto como estará Stripe II]

Repentinamente todas las luces se apagaron.

-[¿Un apagón?...]

Encendió la linterna de su celular, iluminando de a partes la parroquia.
Sintió algo que apresaba su cuerpo, no era mucha fuerza, pero bastaba para asustarlo de sobremanera. Como si fuera un abrazo. Rápidamente se suelta del agarre, girandose y alejándose, quedando en una posición de defensa, movió la linterna de manera que iluminace el rostro del agresor.
Sus ojos se abrieron más de lo normal, y dejó caer su preciado teléfono móvil.

-Lamento asustarte- una voz suave habló desde la oscuridad.

-¿T-tweek?

My Demon [Creek] (Pausada)Where stories live. Discover now