Pat pat (parte única)

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Los señores Nishigori estaban locos

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Los señores Nishigori estaban locos...

Ahora que al fin se mudaba a un nuevo complejo departamental más cercano de su universidad y que admitía mascotas. Takeshi había decidido que quería tener un gato en su departamento, cosa que era habitual en su familia y para muchos de sus vecinos. Incluso Yuko tenía al arisco de Yurio en su complejo departamental.

Pero sus padres se opusieron firmemente a ello, alegando que era descuidado.

Si, era verdad que olvidaba poner toda su ropa sucia en el cesto, que si joder, se olvido de recoger el traje de su padre de la tintorería algunas veces, pero amaba los animales, ¡maldición Yuko era menor y ya contaba con uno y un par de hamster!.

Suspiro mientras observaba el que se acababa de descargar el pat pat sanrio .

—Takeshi, hazlo rápido mientras más rápido termine el mes más rápido podrás adoptar uno de los gatos que vimos en el albergue.

Yuko se encontraba a su lado, con el mismo aparato en sus manos, comenzando antes que él a crear su personaje, un perrito amarillo que iba personalizando poco a poco. Jamás creyó que jugaría algo así, tal vez por qué no había muchas mujeres en la descendencia Nishigori.

Pero como quería un gato que no lo rasguñara (como Yurio) o le diera zarpazos con la cola erizada, deseaba un gato que le hiciera sentir en casa, que se dejará acariciar el lomo y la barbilla, como cuando era pequeño.
Recuerda con nostalgia el gato d su madre, un angora viejo en el cual solía echarse para sentir su ronroneo en su cabecita , también lo acogedor que era ser recibido por el animal con una caricia en su pierna.

—Que diablos...

Pasó eligiendo cosas más o menos descentes para su mascota, también escogió un perro (por sugerencia de Yuko), le puso una polera, unos lentes, porque le daba mucha gracia un perro con lentes azules enormes , su polera era el color más cercano a azul que encontró en la galería de colores pastel , junto a un color blanco y negro que le recordaban a su buen amigo el balón de football. Eso no fue tal difícil, al menos hasta que debía ponerle un nombre, había millones opciones en línea y supo que los padres tenían en sí una tarea titánica al escoger uno...

Cuando vio el cuadro que le trajo su madre en su última visita, supo que con "Yuuri" estaba bien.

Ese fin de semana fue curioso, descubrió que para su suerte su personaje era bastante calmado, le encantaban las caricias (al punto en que un par subía su estado de ánimo por las nubes), comía cuatro veces al día, lo sacaba a pasear o a la galería de juegos online, también algo que lo hizo asombrarse fue el hecho de que algo juntar su celular con el de Yuuki y ambos en el patio de sus mascotas, estás podían jugar juntas.

La tecnología lo dejaba asombrado.

El dilema empezó el día lunes, donde su celular no paraba de vibrar en medio de sus clases porque para su mala suerte eran en la tarde y su Pocha Yuuri comía dos veces a esas horas, también que olvidó bañarlo el día que más clases tenía y para el siguiente fin de semana su mascota estaba enferma.

Pat patWhere stories live. Discover now