Estaba acostada en mi cama escuchando musica ya que sufro de insomnio y por mas que intente dormir no lo logro, cuando de repente siento que me acarician las piernas, me levante sobresaltada ya que yo ya sabia quien era el maldito enfermo que hacia esto casi todas las noches.
-Imbecil!, no me puedes dejar tranquila por una noche. grite furiosa
-Shhh no quieres despertar a tu linda mamita verdad- sonrio con burla
-Cuando se entere que eres un bastardo te correra y al fin sere feliz
-No te equivoques linda, ella nunca me correra porque ella me ama en cambio si yo abro la boca la que se va a ir de aqui va a ser otra- me dijo mientras recorria con su mirada todo mi cuerpo
-Largate de mi cuarto maldito- apunte la puerta
-No me voy a ir hasta que me des mi beso de buenas noches
-Lo que te voy a dar va a ser una patada en el trasero si no te largas de aqui
Se levanto furioso y se coloco encima de mi aprisionando mis manos sobre mi cabeza
-Entonces sera por la fuerza muñeca- me apreto con su cuerpo y comenzo a besarme, obviamente yo no le correspondia pero el bastardo me mordio el labio inferior y abri la boca para que metiera su asquerosa lengua en mi cavidad bucal, comenze a sentir un bulto en mi vientre y el se empezo a frotar contra mi cuerpo a la vez que soltaba gemidos, me senti tan asqueada que logre soltarme de su agarre y lo empuje.
-Eres muy salvaje sabes, me encantan salvajes- se levanto del piso y salio de mi habitacion. Corri para ponerle seguro a la puerta aunque es inutil ya que siempre encuentra la forma de poder quitarselo pero al menos por esta noche ya no me molestara.
