Iba caminando por el bosque, cogiendo la suave y diminuta mano de Papu, silbando alegremente una divertida sinfonía.
De repente,Papu divisó en la profundidad de la selva, un destello proveniente de una gota de zumo de una deliciosa pera.
Papu corrió entre la maleza hasta alcanzar la fruta, y apenas tardó diez segundos en devorarla, con su inigualable dulzura.
Bastó con un solo fruto para que Papu comenzase a zambullirse en un profundo sueño. Con movimientos lentos y vacilantes, se encaramó en la copa de un arce, cayendo hipnotizado sin empeño.
El suave pelaje de Papu, acompañado de ligeras brisas de viento, daba la impresión de se trataba de un guiverno.
Al despertarse, Papu se subió rápidamente a mi hombro, señalando con su su diminuto dedo, al puente.
-Vamonos a casa - me susurró
-Suficuente por hoy
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Papu y yo
RandomLa clase de 4º ESO A del Colegio Escolapios de Bilbao en el curso 17/18 se mete en el Delorean para viajar a las postrimerías del Siglo XIX, donde palpita el Modernismo. Un viaje al pasado para charlar con la bohemia del 98 y empaparse de aquella co...