||•• Preguntas y Respuestas ••||

Start from the beginning
                                        

Cuando íbamos a mitad de camino en la carretera, sonó mi móvil.

- Nana...

- ¿Kibum… dónde estás? Te hemos buscado por todas partes – preguntó preocupada.

- No estoy en la escuela…

- ¿Qué? ¿Dónde estás? ¿Te escapaste? – Minho reía al escuchar sus gritos del otro lado del teléfono.

- Estoy con Minho, tranquila.

- ¿Con Minho? Hace un día no hacías más que decir cuánto lo odiabas y ¿ahora te fugas con él de la escuela?

- Es mi hermano, Nana, él está a cargo de mí mientras mi padre está en Japón… en teoría me fui con autorización.

- Esto está mal, Bum… pero bueno, cuídate… hablamos mañana.

- Hablamos, adiós.

Guardé mi celular en el bolsillo más pequeño de mi mochila y me acomodé mirando hacia adelante otra vez.

- Ahora comprendo por qué eres tan histérico… - sonrió de medio lado.

- Es solo que Nana se preocupa mucho por mí…

- Créeme que estando conmigo nada malo va a pasarte.

- No eres inmortal, Minho.

- No, no lo soy, pero sé cómo defenderme – me miró con decisión.

Aparcamos junto a la pizzería Gianni’s y bajamos del auto. Entramos al local y Minho me dejó pedir los ingredientes.

- ¿No comes carne?

- No.

- Estás loco – me dijo, rodando los ojos – cómo se supone que esta pizza me alimente si solo tiene… pasto.

- No tenemos derecho de disponer de la vida de los animales de esa manera – le respondí, tomando un sorbo de mi bebida.

Se rió de mí mirándome como si fuera un niño hablando acerca de Peter Pan.

- Está bien… pero la próxima vez pediremos una pizza para cada uno.

- Si quieres comer almas, bien por ti – volvió a reírse de mí, dando una mordida al trozo de pizza que sostenía en sus manos.

Mientras masticaba su comida, se quedó analizándome un buen rato.

- Luces igual que él…

- ¿Qué papá? – pregunté.

- Sí… eres exactamente igual a Yungsoo – noté cómo sus ojos se endurecían al mirarme.

- Y tú no te pareces en nada…

- Creo que saqué los genes de Mamá.  – respondió, limpiando sus labios con una servilleta.

- ¿Dónde aprendiste a hablar tan bien el inglés? – indagué curioso.

- En la escuela de artes.

- ¿Ibas en una escuela de artes? – agregué sorprendido, no parecía alguien con tanta sensibilidad.

- Sí, y allí nos hacían leer Historia del arte, usualmente los libros solo estaban publicados en inglés, así que tuve que aprender…

- ¿Y no pudiste graduarte?

- No, tuve que dejar la escuela para trabajar… necesitábamos dinero para el tratamiento de mi madre.

- ¿Tratamiento para qué?

- Para el cáncer – levantó sus ojos hacia mí, por primera vez noté algo de vulnerabilidad en su mirar – le habían detectado cáncer al pulmón, y cuando el dinero comenzó a escasear, no tuve más opción que ponerme a trabajar…

- L-Lo siento tanto, Minho… - sentía que cada vez que intentaba saber algo sobre él, estaba reavivando una herida - ¿y en qué trabajabas?

- Arreglando motores de automóviles junto a mi padrino, de mesero, en cualquier trabajo que encontrara…

- Me siento una basura en este momento…

- ¿Por qué? – me preguntó sorprendido.

- Tu vida ha sido tan difícil, y yo lo he tenido todo… creo que tienes razones más que suficientes para estar enfadado con papá. Apenas llegue le pediré todas las explicaciones pertinentes – lo miré apenado – lo siento, Minho… siento haberte arrebatado a tu padre…

- Ya tranquilo, no es tu culpa Kibum – me sonrió, aunque noté que lo fingía.

- Ahora que estamos en confianza… ¿vas a contarme qué le pasó a tus manos?

Me miró y dio un largo suspiro.

- No, te dije que no quería entrometerte en esos asuntos.

- Minho, necesito saber…

- Es mejor así, créeme – pidió la cuenta a la mesera – es hora de ir a casa, aún debo pasar a sacar la copia de las llaves y la abuela dijo que vendría a prepararnos la cena.

- Al parecer te llevas bien con mi abuela…

- Ella es una mujer muy considerada… ni siquiera me conocía y fue la única en tu casa que no me vio con expresión de rechazo.

- Minho, yo…

- Lo hiciste – me miró a los ojos – no pudiste notar tu expresión pero lo hiciste, cuando me viste frente a tu puerta me miraste con la misma cara que tu padre me ha visto siempre… es detestable – dejó el dinero sobre la mesa y se puso de pie, caminando al auto.

- ¡Minho! – grité, intentando alcanzarlo – no fue mi intención verte así…

Se dio la vuelta y se acercó a mí.

- Quizás no te des cuenta, pero tus ojos pueden decir mucho más de lo que dicen tus labios.

- ¿Y qué te dijeron en ese momento? – no podía dejar de ver sus ojos grises perlados.

- Que era un pobre idiota sin lugar en el mundo… aunque no te equivocabas – volvió a caminar hacia el auto.

Me quedé de pie sintiéndome realmente una basura esta vez. Nunca me había dado cuenta de la forma en que miraba a las personas, y ahora entiendo por qué Minho ese día pretendía irse de casa, a pesar de que había chequeado la dirección. Corrí hasta alcanzarlo y me paré delante de él.

- Perdóname, Minho – sentí que mis ojos se aguaban y sin siquiera pensarlo me lancé a abrazarlo.

Mi hermano no reaccionó durante los primeros segundos, pero luego posó sus brazos alrededor de mi espalda, aunque sin mucho entusiasmo. Que fingiera una respuesta en ese momento no me importaba, solo quería que supiera lo arrepentido que estaba por haberlo hecho sentir así.

________________________________________

Ih, que tierno anskdkkd XD
Gracias por leer ❤

~Not Forget, Not forgive~ [Minkey]Where stories live. Discover now