Ella es mía, y no sé cómo jamás la dejaré ir.

|Jorge|

No soy tan idiota como parezco. 

Bueno, está bien, soy un gran idiota. Pero no tanto como para no darme cuenta de lo que está pasando entre Caro y Agus. Que no me haya dado cuenta es grande.

Estamos hablando de la chica que rechazó el amor desde que tenía trece años, quien no puede ir a ver películas románticas porque todos en el cine se molestan de sus resoplidos burlones a través de toda la cosa.  Posiblemente a todos, incluyéndome. Oye, soy un tipo romántico.

Me gustan las partes cursis y los finales cliché. En su mayor parte porque la chica siempre termina estando con el tipo que estuvo con ella todo el tiempo. Como si repentinamente ella se diera cuenta de lo que se está perdiendo. 

Nunca esperé que me pasara a mí.  Supongo que mi problema es que acepté que Carolina no estaba en el amor. No es tanto el hecho de que podría ser sólo yo de quien ella no estaba enamorada. 

Es solo que, ¿Agustin? ¿Tiene que ser él? ¿El clásico gilipollas melancólico? Voy a seguir adelante y espero que haya más en él de lo que parece a simple vista, ya que lo único que ven mis ojos es un gilipollas puro sin adulterar. 

Pero Caro siempre ha sido capaz de ver lo bueno en la gente así.  Sería un idiota si no la apoyara. Soy su único buen amigo, y ni siquiera estoy adulándome a mí mismo, que admito es una costumbre mía. Sí, me niego a ser un amigo de mierda. Voy a encontrar un nuevo pasatiempo para aliviar el estrés que se pone en marcha cada vez que los veo juntos. 

Tal vez tejer. 

Mis pensamientos se están volviendo tan estúpidos que me obligo a salir de la cama, rascando mi pecho desnudo. Ya casi es hora de cenar.

Voy a enviarle un mensaje a Caro y tal vez ella invite a Agustín y quizás voy a ser capaz de golpear repetidamente su cabeza contra las hamburguesas de queso.

Eso sería un éxito. 
Estoy casi listo para algunos éxitos.  Apenas cinco minutos después, alguien llama a mi puerta y el destino debe estar enojado conmigo porque Carolina está de pie allí, sonriéndome. 

Trato de actuar como si no estuviera fantaseando con empujar la cabeza de su novio a través de una pared.

—Yo. Estaba a punto de mandarte un mensaje. ¿Cena? 

—En realidad, esperaba que pudiéramos hablar primero. —Ella se empuja adentro, su rostro sonrojado y nervioso. 

Oh. Es eso, entonces.  Ella engancha y desengancha sus dedos meñiques, un gesto que ella ha tenido desde los cinco años.

—Mira, Jorge, quería salir y decírtelo porque no quería que lo escucharas de alguien más, y sé por qué esto va a ser difícil…

—Corta con la escena de película —digo, tan amablemente como puedo, porque solo me siento triste—¿Estás saliendo con Agustin?—Ella hace un sonido confuso.

—¿Hay un punto donde puedes llamarlo salir? Yo como que no tengo ni idea de cómo funciona esto. 

—Nadie lo hace.—Menos yo—Pero ustedes están saliendo. Veo cómo te mira. Y como lo miras a él. 

Ella mira hacia abajo y luego hacia arriba.
—Me siento una mierda sabiendo que esto probablemente es una mierda para ti. 

—No te sientas como una mierda.—Bostezo, rascando mi pecho de nuevo. Casual—Eres mi amiga. Primero y por sobre todo quiero que seas feliz. Y no estás obligada a tener una cosa por mí solo porque yo tenía una cosa por ti. 

—¿Tenías? —pregunta ella. Trato de no notar la nota de esperanza en su voz. 

—Sí. Lo superé. —Puedo hablarme sobre eso—Laris es un poco linda, en realidad. Estaba pensando en ver lo que pasa en su vida. Caro brilla como no puedes creerlo.

—Podemos ir en citas dobles.—De alguna manera no puedo imaginar que termine bien.

—Tal vez vamos a tomarlo un poco más lento que eso. Como que voy a empezar a llamarlo Agus.

—Creo que él podría molestarse. 

—Genial. Quiero decir, uh, es broma.

Me quedo con las tres sílabas. Aunque, si me lo pregunta, tres sílabas son demasiados en un nombre para un tipo que en su mayoría responde a la gente con una sola.

—Él es tímido. —Ella cruza sus brazos.

Me doy cuenta de lo lista que está para defenderlo. Eso por sí solo hace que me imagine que es probable que haya algo en él vale la pena defender. 

Tal vez esto no sea tan duro.  Pero no puedo hacérselo totalmente fácil.

—Tímido. Esa es una palabra para eso. Un tímido marginado. Con una mirada que puede derretir la piedra. 

—Afortunadamente tú no estás hecho de piedra. —Ella traga saliva—. Y eso es el por qué vas a ser agradable con él. Como un favor para mí. No mucha gente lo es. 

—Porque él es… 

—No digas que es porque no es agradable para nadie. Porque sé que eso tiene sentido. Pero lo único que necesita es una oportunidad.—Ella golpea su mejilla, pensando.

— Compraré cerveza para ti… 

—Sin sobornos. —Elevo mi mano—. Por supuesto que voy a ser agradable con el novio de mi mejor amiga. Y guardaré la cerveza para ti. La necesitarás, con todas las miradas fijas que vas a recibir cuando el campus se dé cuenta de que están saliendo. 

—Las miradas fijas están bien. No me importan. —Ella agita una mano—. Eres un malditamente genial amigo. ¿Sabes?

—Soy malditamente genial en todo. Pero sería aún mejor con comida en un plato en frente de mí ahora mismo. ¿Sabes? 

—Está bien. —Ella ríe—.Cena, entonces. Invitaré a Laris

—¿No a tu nuevo novio? —Aguanto la respiración, al darme cuenta de lo que he invitado.  Ella me mira cautelosamente antes de sonreír.

—Y a mi nuevo novio.





:D

Torrencial |Aguslina|✔|Adaptada|Where stories live. Discover now