Amor de Secundaria [Finalizada]

Parte II

Eren llegó al parque central a la medianoche como Annie se lo había pedido, todavía se preguntaba por qué estaba ahí, sentía curiosidad porque Annie se negó a decirle qué era exactamente lo que iban a hacer.

El chico había tenido que escaparse de su casa, aprovechando que su padre había tenido que ir a una convención a otra ciudad y se había llevado a su madre con él.

Llevaba 10 min esperándola cuando la vio llegar en su ruidosa patineta, ella se acercó a él con una bolsa en sus manos.

—Te apuesto $5 a que nunca habías escapado de tu casa a medianoche - ella dijo mientras sacaba de la bolsa, una botella de cerveza vacía.

—Te equivocas, ya tengo bastante experiencia - Eren dijo indignado.

Sus ojos se clavaron en lo que la chica hacía.

—¿Escapas para visitar a alguna chica a media noche? - ella preguntó aunque en realidad no sentía interés en la respuesta.

—Annie ¿Qué mierda es eso? - Eren ignoró la pregunta de la chica al ver lo que ella traía dentro de la bolsa.

Annie sacó una botella común pero cuando la abrió, Eren pudo oler que era gasolina, luego sacó un trozo de tela y lo puso junto a la botella.

—Fabrico una bomba molotov ¿No es obvio? -

—¿Estás bromeando? ¿Para qué necesitamos un maldito incendio? - Eren comenzó a sospechar que no había sido una buena idea aceptar ayudar a una desconocida.

—Relájate Jaeger, no voy a matarte ¿Tienes miedo de meterte en problemas? - ella comenzó a insinuar como una forma de chantaje para que su compañero aceptara.

—Al diablo con eso, si quieres quemar el pueblo no te acompañaré - Eren se cruzó de brazos, no iba a caer en su juego.

La verdad era que estaba interesado en la pequeña chica rubia, pero no iba a permitir que una persona probablemente pasajera le fuera a marcar su futuro.

—El pueblo no… Solo una casa - Annie admitió casi derrotada, puso las cosas en el suelo y se levantó para ver a Eren de frente.

—Si no vas a ayudarme no me estorbes - ella amenazó.

Esa mirada fría aún seguía intimidando al chico de ojos verdes, pero empezaba a acostumbrarse, él no había sido el hijo perfecto, desde pequeño había tenido muchos problemas con algunas personas del pueblo, por su carácter fuerte e insistente.

—¿Una casa? Escúchame Annie, no es necesario que mates a alguien o que destruyas una casa para dañar a alguien, te acompañaré sin hacer preguntas, pero sólo si lo hacemos a mi manera… - él caminó hasta estar frente a frente con ella.

Se inclinó un poco para poder verla a los ojos porque Eren media 1.70 de estatura, ella era claramente más baja, pero eso a ella no le gustó nada.

—Crees que necesito que vengas conmigo…

—Si, de otra forma no me hubieras pedido acompañarte - él sonrió triunfante.

Annie estaba a punto de replicar o tal vez estaba a punto de asesinar a su compañero cuando su teléfono comenzó a sonar, ella lo sacó del bolsillo trasero de su pantalón y desactivó la alarma, luego de eso se veía mucho más relajada, la expresión mortal en su rostro había cambiado a una más tranquila.

—Está bien ¿Qué tienes en mente? - no dejó de verlo ni un segundo a los ojos.

…

Los dos llegaron en silencio a un vecindario apartado, su destino era la casa más lejana del lugar, era una zona que Eren jamás había visitado, todo parecía tétrico los árboles se cernían sobre el camino y sus zapatos hacían un terrible sonido sobre las hojas que hacían desaparecer el camino.