CAPITULO XXXV: La noche sincera los miedos.

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Las mañanas eran muy frías en este país, entre frazada y un cuerpo caliente, todo lo pasaba y de la buena manera, llevamos ya 7 días de nuestro viaje en busca de respuestas y uno que tanto turismo, lo bueno o lo que más me encantan son las mañanas, nos despertaban los hijos de Ayame para comer, abajo una pantuflas muy peludas y cómodas, bajamos y damos con el comedor.

Ayame: con una sartén - ¿Cómo durmieron?

Calen: muy bien, ni pase frio – sonríe.

Hikaru: como no vas a pasar frio, con este cuerpo caliente y esbelto – pone una cara coqueta, sube y baja las cejas de una manera comprometedora.

Ayame: ay! Caray, ¿eso que no hicieron tanto ruido?

Calen: le da un codazo a Hikaru- que cosas estas diciendo, tonto.

Hikaru: ay! Eso dolió... digo las cosas que pasan nomas.

Ayame: ya ya mucho, siéntense, que ya está lista la comida.

Ha sido muy rica la comida, a pesar de que era muy simple, pero es la última que tomaremos ya es hora de volver a casa con nuestros hijos gatunos y nuestra propia cama. Arreglamos nuestras maletas y con algunos regalitos pequeños que nos dieron de despedida los niños de ayame, los voy a extrañar demasiado, son supero tiernos y atentos.

Nos llevaron al aeropuerto en su auto, fue difícil la despedida, aunque solo nos quedamos 7 días, fueron maravillosos eran las vacaciones que no hemos tenido hace demasiado tiempo y compartir con esa pareja fue divertido, y más ahora se más cosas de Hikaru, me da mucha alegría de ello.

Ayame: pueden venir cuando quieran-junta sus manos.

Sorata: ustedes siempre serán bienvenidos en nuestra casa- rodea con los brazos a ayame.

Calen: sonríe- muchas gracias, lo tendremos en cuenta.

Hikaru: se inclina y sube- gracias a ustedes por hospedarnos- le agarra la mano a calen- bueno, tenemos que irnos.

Ayame: Que les vaya bien en su viaje, y cuídense

Fue una larga despedida desde la entrada del aeropuerto, dejamos nuestro equipaje y nos dirigimos a los que nos recogerían para ir al avión, sentí mucha tristeza al despedirme de esa pareja, fueron muy buenos nosotros. Me aferro fuertemente al brazo de Hikaru, caminando firmemente.

Hikaru: ¿Te divertiste? – le sonríe

Calen: claro, fue divertido, pero fue difícil la despedida- se desordena el cabello- los extrañare.

Hikaru: en principio pensé que te molestaría o que te pondrías celoso de alguna cosa.

Calen: mirando para otro lado- en realidad así fue – se rascaba el cabello- es que tú siempre tienes que llamar la atención para cualquier lugar que vamos, que tengas como amigas a tus ex parejas que hasta que tenido que conocer por sorpresa, te hacen ojitos o te dejas acariciar y eso me molesta.

Veo a Hikaru y sus ojos están como plato, no reaccionaba para nada de lo que le decía, lo zamarreaba todo el rato, pero no reaccionaba.

Calen: ¡joder Hikaru! - le da una cachetada "suavemente".

Hikaru: sacude la cabeza- lo siento, es que nunca te he escuchado decir esas cosas y pensaba que no pasaba nada ya que muy poco dices lo que te molesta y tengo que descifrarlo solo.

Calen: bueno eso es verdad, pegual es sentido común – lo mira seriamente sin darle ninguna sonrisa.

Hikaru: emh... creo que ya llegaron a buscarnos – hace una sonrisa media brusca.

¿Seré yo el esclavo y tu el amo? (en modificación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora