Atrevete a recordar

Prologo

—Dani, tengo miedo— digo acurrucandome a su lado.

—Tranquila Lo, todo se arreglará, ya veras. — besa mi frente.

Recorro con la mirada esa fría y sucia habitación en la que nos encontramos. No hay ventanas, solo una pequeña bombilla medio fundía que nos alumbra, una pequeña cama en la que estamos los dos sentados y una pequeña mesa en la otra punta de la habitación con dos platos a rebosar de verduras.

Quien nos tenga aquí secuestrados, o retenidos, como prefirais llamarlo, tendría que saber que ni a Dani ni a mi nos gustan las verduras.

Me quedo mirando un punto fijo de esta cochambrosa habitación y me sumo en mis pensamientos, intentando recordar algo antes de llegar aqui, pero nada. No recuerdo absolutamente nada.

Lo peor es que él tampoco tiene ni idea de él porque de las cosas.

¿Como llegamos aquí? ¿Quien nos trajo? ¿Porque nos acordamos de nuestros nombres y no de nuestra niñez? ¿Porque?

Dos fuertes golpes en la puerta hacen que me encoja mas aun al lado de mi compañero.

No quiero volver a ver a ese malnacido.

La puerta cae haciendo un estruendo contra él suelo, dos personas armadas entran a toda velocidad apuntandonos con una linterna.

Las lágrimas no paran de caer por mis mejillas mientras que las dos personas se nos acercan.

—Estais a salvo. Tranquilos— dicen y pasan su mano por mi pelo. — Ese hombre no volverá a poneros una mano encima. — nos da una mirada tranquilizadora.— Llamarme John.

Un clic en mi mente hace que miles de paranoyas se agolpen en mi cabeza. Miles de preguntas salen a flote como si fuera un bote. ¿Quienes son esos tíos? ¿Diran la verdad?¿Puedo confiar en ellos? Y de repente vuelvo a desvariar ¿Cuanro tiempo llevaremos aquí? ¿Habrán matado a él tipo que nos hacia daño?¿Me separaran de Daniel? ¿Es verdad todo lo que nos dijo él tipo que nos tenia secuestrados? ¿Nuestra familia no nos quiere? ¿De verdad tengo catorze años? ¿Tendré hermanos? ¿Seré tía?

—Somos la policía, tranquilos. Ahora vendréis con nosotros ¿Vale?— dice él otro chico.

Se quita él casco raro que llevaba puesto y las gafas de sol dejando ver su rostro, es viejo, no tendrá mas de unos treinta-pocos años.

Él otro parece mas viejo.

—Confiamos en usted, pprfavor, saquenos de aqui— ruega Daniel.

Su voz me reconforta al segundo.

—No tienes que pedrilo dos veces— ríe él joven.

Por fin. Soy libre.

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Espero que OS haya gustado él prologo,

Darle amooolr florecillas.❤