Capítulo 48

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Capítulo 48

Ada.

Cierro mis ojos para no ver lo que está ocurriendo. Cuando los vuelvo abrir estoy algo aturdida.

No puedo creer, a quien estoy viendo tirado en el suelo.

- Alexander - Grite.

Al verlo tendido en el suelo, el apretaba con fuerza su costado izquierdo.
Una mancha roja empezó a manchar la tela de su remera.

- ¡Perra psicópata¡- Grito Clarisa. - Lo mataste.

Ella se agachó junto a Alexander que se mueve y chilla por el dolor.

-!! Yo ¡¡Maldita mentirosa .- Grito Camila volviendo a apuntar su arma pero esta vez en dirección a Clarisa.- Me dijiste que Ada se iba a casar con él , no tú. Querías que hiciera todo el trabajo sucio y después quedarte con Alexander.-Dijo con rabia sus ojos mostraban locura. Pero querida si caigo yo, caes vos también. – Dijo eso ultimo con una sonrisa Maquiavélica y disparo.

El cuerpo de Clarisa cayó al piso como una pluma. Con Julieta soltamos un grito de terror al ver el enorme charco de sangre que se formaba debajo de ella, Alexander quiso tocarla pero Camelia lo pateo en el estómago.

Ella me miro con odio y rabia y apunto el arma directamente a mi cabeza.

Dios por favor, escúchame no quiero morir, no quiero dejar a mi hijo solo. Sentí el cañón de la pistola en mi frente, Julieta grito horrorizada diciéndole que pare, pero Camila está decidida matar me.

Cuando a un grupo de policías entraron por la fuerza en la habitación gritando

- Las manos sobre la cabeza. - Grito un policía apuntando con su arma a Camila.

- ¡No! Ella se tiene que morir.- Grito encolerizada, estaba a punto de apretar el gatillo.

Un policía se abalanzó sobre ella haciendo que apriete del gatillo pero al moverla la bala atravesó mi brazo.

-AHHH.- Grite al sentir la bala perforar me, el dolor era insoportable pero más era la sensación de alivio al saber que Camila fue detenida.

Dos uniformados más nos desataron. Entraron paramédicos con dos camillas y se llevaron a Alex y Clarisa, otro hombre nos llevó a mí y a Julieta hasta afuera de la casa.

Mi corazón iba mil por hora, me sentía mal. Todo a mí alrededor daba mil vueltas y mi brazo dolía como el demonio.

Quería saber en dónde está mi hijo, pero las palabras no salían de mi boca, sentía la garganta seca.

Al salir afuera lo primero que visualizo es a Carlos, está sentado en una patrulla con Ariel en brazos. Cuando nuestras miradas se cruzan me sonríe y sus ojos brillan. Están a salvo ambos estaban bien.

Miro mi brazo que empieza a sangran un poco más, trato de hablarle al paramédico pero las palabras no salen de mi boca, cierro los ojos tratando de calmarme. Pero es todo lo que logro hacer, luego todo se trasforma en una oscuridad absoluta.

Carlos.


Mientras trataba de calmar a Ariel que lloraba como loco. Ariel intentaba con todas las fuerzas tirar la puerta.

Escuchamos gritos de mujeres. Asustado y desesperada Alexander corrió y con el peso de su cuerpo, tiro la puerta

- Wow.- Dije sorprendido.

- Ahora salgan de aquí voy a buscar a las chicas.-Dijo él. Escuchamos el ruido de las sirenas de los policías.

- ¿Iras allí solo?- Pregunte.

Mí jefe, el papá de mí hijo [1]Where stories live. Discover now