Quiero contarte la historia de algo que hoy casi ha desaparecido por completo.
El año había iniciado como cualquier otro para mí, venía de pasar todo el año anterior un poco decaído, ese mismo fin de año lo había pasado bebiendo, sin falta cada día por medio caminaba hasta el mirador, aquel en el cual solía dejar mis tristezas y alegrías, últimamente pasaba más tiempo allí que en cualquier otro sitio quizá era su magnífica vista de toda la cuidad de Medellín de norte a sur se apreciaba bien, lo mejor era estar allí de noche cuando el viento soplaba y el ruido callaba.
Faltaban unos días para mí regreso a clases lo que me traía sin cuidado, al mismo tiempo ese regreso a clases me traería sorpresas unas agradables y otras no tanto.
Al volver a clases conocí a panda una chica agradable y muy alegre, coincidentemente estábamos en el mismo grupo social, iniciamos una amistad basada en salir a almorzar y viajes en metro juntos hasta el parque de los deseos donde nos reunimos con más amigos luego de dos meses nos invitaron a Miraflores y justo allí es donde realmente inicia la historia que deseó contar.
