c i n c o

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Lección 5: Romperle su camisa.

-¡Lily! -grita Alice, al tiempo que ella llega de su clase de adivinación.

-¿Qué?

-Albus me invitó a salir.

-¿Y? -pregunto, viéndola aburrida-, ni que fuera la primera vez.

-Le dije que sí. -¡¿Cómo?!

Ella bajó la cabeza, con un suave rubor cubriendo sus mejillas.

-Lo hice porque me voy a arriesgar -confesó-, si me bota como a las demás sólo lo olvidaré. Pero él en realidad me gusta.

Se me hace adorable la situación de esos dos. Soy una especie de confidente para ambos, así que casi todas las noches los escucho suspirar por el otro.

-¡Pelirroja! -Scorpius me llama, desde los invernaderos.

¡Y me dijo pelirroja!

-Anda con tu príncipe. -Se burla mi rubia mejor amiga. Le saco la lengua, pero de todas formas voy a donde el amor de mi vida me indica.

-Hola, rubio. -saludo, pero estoy total y completamente nerviosa.

-¿Me acompañas? -Me dedica una tierna sonrisa y tiende su mano.

-¿A dónde? -interrogo luego de tomar su mano y sonreír como boba.

-A el lago negro.

Cuando le pregunté el porqué se encogió de hombros "Me gusta el agua, más el lago negro".

Caminamos rodeando los invernaderos en un cómodo silencio y en poco tiempo llegamos a el lugar determinado.

Se quita los zapatos y sumerge los pies en el agua, a lo cual lo miro como si estuviera loco.

Esa es la agua fría de todo Hogwarts y ¿él entra ahí como si nada? Sabía que no es de éste mundo, no puede ser un humano y tener tanta perfección al mismo tiempo.

-¡Eres un Allien! -acuso, apuntándolo con mi dedo.

De sus labios -perfectos y redondos, cabe agregar- sale una carcajada limpia.

-En la mansión Malfoy hubo un verano en el que se averió el calentador y pasé dos meses bañandome con agua helada, esto no es nada.

-¿Ah sí? Pero yo no voy a meter ni mis pies ahí. -Me crucé de brazos, cual niña pequeña.

Scorpius se levantó de el césped en el que se había sentado y corrió hacia donde estaba yo.

-Eso es lo que tú crees. -murmuró justo antes de sentir como era elevada y me colgaban en un hombro, como a un saco de papas.

Se dirigió al lago negro mientras yo chillaba y pataleaba golpeando su espalda, aunque de todas formas me estaba riendo.

Sentí como de repente caía en un lugar muy frío y escuché las carcajadas de el sexy rubio.

¡Me había arrojado al lago!

Ya no estábamos en una parte alta, si no que debíamos mover las piernas para mantenernos a flote. Estaba empapada hasta la cabeza y él igual, así que eso me consolaba.

-Eres increíble... -susurré acercándome. Él me tomó de la cintura y me pegó a su cuerpo. Mi mente estaba en blanco y ya no sabía que estaba haciendo.

-Dijiste que no entrarías y solo te di una cucharada de tu propia medicina. -Se excusó, encogiéndose de hombros y apretó su agarre en mi cintura.

Desvío un poco mi mirada de sus ojos a su camiseta. Es azul y se le pega e el torso. Hay una mancha marrón en un lado, pero le resto importancia, solo es una araña.

¡Espera, ¿una araña?!

Me separo de él lo más rápido que mi ropa mojada lo permite y sin pensarlo rasgo su camiseta.

Cuando lo vuelvo a ver, su mirada está cargada de incredulidad.

-Tenías una araña en la camiseta -explico-, las arañas son peligrosas te acabo de salvar de una muerte segura.

-Te dan miedo las arañas. -Veo que hace el esfuerzo por no reír.

-Probablemente.

Empieza reír sin control alguno y yo sólo atino a mirarlo mal, o bueno, a intentarlo, porque a él no puedo hacer más que verlo con adoración.

-Ahora tenemos que atravesar todo Hogwarts para llegar a las mazmorras y estamos empapados...

-Tú nos tiraste al agua. -interrumpo.

-... Y yo estoy sin camisa.

-De acuerdo, de eso no me puedo defender. -concedo entre risas.

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-Muy bien, éste es el plan: uno, nadamos hasta la orilla y nos aseguramos que nadie venga, dos, salimos corriendo y vamos a tu sala común para que te pongas una camiseta, ¿Te parece? -Creo que esto de estar haciendo planes se me está volviendo una costumbre.

-Pues... -Inclina su cabeza, en un gesto adorable a mi parecer-... Si no hay otra opción...

-Idiota. -mascullo con diversión y le doy un suave golpe en el brazo.

Nadamos a la máxima velocidad que podemos y llegamos a la orilla. Muevo mi cabeza de un lado para otro, viendo si alguien se acerca y no, nadie está por ahí.

-Bien, a la cuenta de tres vamos al castillo.

-Uno... -comienza.

-... Dos... -apoyo mis manos de la tierra para impulsarme.

-¡... Tres! -exclamo y nos hechamos a correr.

No quiero que nadie vea ese torso que ni yo he visto bien.

Hablando de eso, le acabo de hechar una miradita (y por miradita me refiero a que me lo comí con la mirada) y está bien bueno y hasta tiene la sexy "V" marcada. Juro que me estoy derritiendo, porque además tiene un trasero...

Las mazmorras tienen un gran defecto, todo es muy frío aquí y el que estemos chorreando agua helada no ayuda mucho.

-Salazar Slytherin. -dice Scor tiritando.

Avanzamos dando grandes zancadas y cuando menos me lo espero, ya estamos en su habitación.

Con rapidez me pasa una toalla y el toma otra para pasarla por su cuerpo, igual que yo.

Saca dos camisetas grandes y un pantalón, una de las camisetas la deja en su cama y él entra a el baño.

-Pontela. -Me anima cuando sale de el baño.

Alzo una ceja, él no puso un pantalón, sólo la camiseta (que en realidad es una especie de suéter)

-¿Me quieres ver sin nada abajo?

Scorpius se sonrojó con una velocidad impresionante.

Me he dado cuenta de que él era más tímido antes, pero ahora es un poco más atrevido. Supongo que es porque ya me tiene más confianza.

Tomó el suéter y entro al baño, me cambio lo más rápido que puedo y salgo. Cuando él me ve, su mirada -algo más oscurecida- me recorre toda la extensión de mis piernas.

-Nada mal. -alaba y yo sonrío a más no poder.

fall in love ⋆ scorly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora