Francés® (Terminada)

Capítulo 60

—¿Me escuchan todos?

Frederick y Valentina estaban sentados a la mesa con su familia cuando Heath había comenzado a probar el sonido para empezar a hablar.

La charla con Ramin y Roanne había sido agradable y Valentina no había dejado de hablar de su nueva amiga en el transcurso hasta la mesa reservada para ellos.

—Realmente te ha caído bien

—Es una mujer muy encantadora—Valentina le tomo la mano con una sonrisa

—Me alegra que comiences a hacer amigas

—Tampoco es como que vaya a salir mucho con ella. Se van inmediatamente después de la fiesta de regreso a su país.

—Ramin es uno de mis socios, podríamos ir a visitarlos pronto y así podría ver cómo va la empresa.

No dudaba que Ramin manejara bien las cosas con la empresa pero quería que Valentina comenzara a convivir con alguien más aparte de su familia, Sophie y las chicas que atendían su casa.

—¿En verdad?—Valentina volteo a verlo sonriéndole abiertamente

Frederick asintió devolviéndole la sonrisa.

—Ustedes dos, par de habladores—Frederick volteó hacia su hermana y le sonrió.—Dejen disfrutar la función.

—Aún no ha comenzado nada, Aline—Frederick entrelazo sus dedos con los de Valentina. Aline rió bajito y le dio un golpe a Aden diciéndole algo solo a él; su hermano volteo a verlos, igual de serio que antes, y, cuando sus ojos se posaron en Valentina, le sonrió abiertamente. Frederick frunció el ceño molesto y se llevó la mano de Valentina a los labios para darle un suave beso en el dorso.

Heath había bajado del escenario para reaparecer pocos minutos después sosteniendo una copa de champagne.

—Espero que esta cosa funcione realmente bien y que todos ustedes me escuchen o de lo contrario pareceré un tonto hablando solo frente a docenas de personas importantes.—todos rieron junto con Heath y Frederick no pudo evitar rodar los ojos ante tal dramatismo de su amigo—Doy su risa como una prueba de que me escucháis.—Heath lo miró mientras continuaba hablando:—Hoy, quisiera felicitar al Señor Frederick Rousseau... por adelantado—añadió causando otra risa en los presentes, incluido él mismo.—Frederick, te conozco, amigo. Eres un hombre demasiado formal al que no le gustan las fiestas ni las celebraciones personales, tienes casi treinta años y sigues como te conocí: duro por fuera y vulnerable por dentro. Hemos sido amigos durante mucho tiempo y no sé qué más pedir de tu amistad. Has estado ahí para mí siempre que metía la pata y he tratado de hacer lo mismo por ti, aunque casi nunca cometes errores. Nuestra amistad es la mejor que existe...

—¡Habla por ti, Perkins!—gritó Ramin al otro lado de la sala, causando otra carcajada.

—Muy gracioso, Kjveilk—Heath rió—antes de que pase el siguiente tonto, quiero desearte un feliz cumpleaños. Presiento que este año será grande para ti—su amigo le sonrió de lado—y eso que ni siquiera ha empezado.

Heath se retiró del micrófono entre carcajadas y risas de los presentes y del mismo Heath. Frederick se sorprendió, aunque lo ocultó muy bien, al ver a la siguiente persona que subió a hablar.

—Buenas noches, damas y caballeros—dijo Alik Levidiev—es un honor estar aquí esta noche acompañando a un gran amigo en su fiesta sorpresa de cumpleaños atrasada.

Frederick pudo escuchar varios suspiros de las féminas presentes y volteó instantáneamente a ver a su hermana, quien se aferraba de la mano de Patrick. Audrey miraba fijamente a Alik, pero Frederick no pudo ver rastro alguno de amor o ensoñación en sus ojos. Frederick entendió que ella lo mirara y se aferrara a su marido de esa forma, Alik y ella habían terminado hace años, pero a su amigo seguía doliéndole y estaba seguro de que a su hermana también pero no por seguir amando a Alik, sino por haberlo lastimado. Patrick acariciaba el brazo de su mujer mientras le susurraba cosas al oído.