27. Pasados que duelen

2.3K 398 46
                                    

La presencia del médico saliendo por la puerta nos sobresaltó, sobre todo a mí que estaba al lado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La presencia del médico saliendo por la puerta nos sobresaltó, sobre todo a mí que estaba al lado. Nos miró con sus ojos café y nos indicó que podíamos entrar pero de forma individual o como mucho de dos en dos, pues todos juntos le agobiaríamos dentro.

Nos miramos los unos a los otros y optamos por dejar a Luna y a Zeus, al fin y al cabo eran sus padres y tenía que esperar a que vinieran Flavio y Ana, seguramente tendría que llevarla hasta su hermano, esperaba que estuviera bien.

Miré a Sara, también tenía los ojos hinchados de llorar y su coleta estaba completamente desecha, el día estaba resultando duro. Intenté levantarme pero las piernas me flaquearon y el estómago rugió en respuesta, desde que me desperté no había podido probar bocado.

—Deberías de comer —me regañó.

—Lo sé pero tengo que ver si llegan Flavio y Ana, estará deseosa de ver a Daniel.

—Mejor te acompaño, seguramente estarán un rato largo ahí dentro con Álex y me da miedo que te caigas por la debilidad. Por cierto, ¿a ti no deberían de mirarte? —dijo escudriñándome.

—Estoy bien, por suerte solo tengo algún corte superficial e imagino que algún moratón, con un poco de agua oxigenada se me pasa. Daniel se encargó de salvarme de lo peor.

—Mira que se lo advertí —resopló enfadada mientras me sujetaba para que no me cayera—. Estar en el narcotráfico solo le iba a traer problemas...

—¿Hace mucho que le conoces?

—Él tenía dieciocho años por ese entonces, yo dieciséis. Por ese entonces ya estaba desatado, consumía y le daba igual todo, solo, estaba muy descentrado aunque Cristo tratara de ayudarle. Al año siguiente conoció a Melissa y fue cuando entró a comerciar las drogas y todo fue a peor, esa zorra le terminó de hundir por completo.

—¿Melissa le metió en eso? —pregunté asombrada.

—Sí, Santo tiene dos años más que Daniel y ya estaba metido en eso, Melissa captaba a sus socios, como fue su caso.

Avanzamos hasta el comedor del hospital, un lugar con múltiples mesas metálicas, una barra con varias cosas para comprar y máquinas expendedoras para pillar algo más rápido. Como me estaba mareando decidí sentarme en una de las sillas y Sara escribió a Flavio desde su móvil para avisarle de que estábamos aquí.

—Voy a pedir algo para las dos, ¿tú que quieres?

—Cualquier cosa de la zona de bollería, creo que necesito chocolate por un tubo, tráeme un colacao por favor.

—Claro, no tardo —contestó revisando su bolso en busca de su cartera.

La observé mientras se alejaba hasta la zona del bar, una especie de barra con cristales para ver los tipos de comida que podías comprar. Pensé en Álex, realmente no se me iba de la cabeza, me entristecía que le hubiera tenido que suceder eso justo cuando estaba afianzando su relación con Sara y les iba tan bien, se notaba que estaban enamorados y se lo merecía, después de lo de María...al fin había conseguido levantar cabeza.

Sombras Unidas #2 (COMPLETA)Where stories live. Discover now