Capitulo 12.2

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Capitulo XII – Resolviendo cabos sueltos parte 2



(Date)

Día del juicio
A las afueras del Hospital General de Danville.
Hora: 4:30 pm



Date seguía parado ahí, observando como el helicóptero se alejaba volando, él no se movió hasta perderlo de vista detrás de los grandes edificios de la ciudad, al desaparecer por completo, tomo rumbo a los suburbios, ya que ahí se encontraba la zona segura, (Base secreta de la resistencia) que era el punto de reunión de todas la fuerzas sobrevivientes.

El caminaba ahora solo por las calles de Danville como un lobo solitario pero noto algo raro, era como si la pelea que acababa de tener hace pocos momentos nunca hubiera pasado, si, la ciudad era un caos, pero había una enorme tranquilidad, no había nada, ningún robot, ningún disparo, simplemente nada, era una paz muy extraña que nunca había oído en su vida.

El sabia que la forma mas rápida para llegar a los suburbios era cruzando el Hospital General, pero había un problema, el hecho de que todo parezca tranquilo, no significa que lo este, y Date lo sabia mejor que nadie, el reviso su rifle antes de entrar, lo recargo, volteo de nuevo al cielo y dijo.

Date- ¡Dios, se que me mantuviste vivo por una razón, por favor no me dejes ahora!

Y al decir eso se puso en marcha adentro del hospital.

El al entrar observo que todo era un desastre, había mucha sangre en el suelo, un montón de camillas por los pasillos, pero ninguna señal de vida, tal parecía que Jeremy no bromeaba cuando dijo que la ciudad ya había sido evacuada por completo.

El siguió caminando por los pasillos del hospital muy atento a cualquier movimiento, como todavía estaba el sol, había bastante luz para observar bien, el no dejaba de apuntar con su rifle cuando caminaba, tal parecía que el hospital estaba vacío igual, Date se calmo un poco y bajo su arma, pero inmediatamente escucho algo moverse por los pasillos de adelante, el apunto de nuevo pero esta vez decidido a que definitivamente había algo ahí, siguió caminando, ya iba como a medio camino para salir del hospital, ahora justamente se encontraba en la zona de lactantes, (bebes) el solo necesitaba llegar a la puerta de la entrada al final del pasillo, pero justo antes de llegar a la puerta oyó algo que jamás se hubiera imaginado que escucharía a esas alturas.

¡Un llanto!, ¿O eran dos?, ¡Pero que demonios!, ¡Como iban a olvidar a dos bebes en un hospital!, ¡Si, era el maldito fin del mundo!, ¡Pero que alguien deje a un bebe atrás!, no se lo podía creer, ahora él estaba en un emblema, a un lado tenia lo que podía ser su salida y al otro unos niños que podrían necesitar su ayuda, el ya tenia la salida a unos metros de distancia, solo necesitaba seguir caminando, y de hecho lo hizo pero los llantos se oyeron mas fuertes, el sabia que no podía encargarse de unos bebes, era imposible, tenia sus ordenes y tenia que cumplirlas, pero su conciencia no lo dejaba, ¿O era algo mas?, entonces recordó lo que había dicho con Dios anteriormente y volvió a susurrar.

Date- ¡Dios, es una señal la que me estas dando! ¿Me mantienes vivo por esos niños?

Y en ese momento increíblemente las puertas de la salida del hospital se cerraron en frente de él, Date se paralizo al ver eso, ¡Es como si le hubieran contestado!

Date seguía estupefacto por la escena pero al final reacciono y dijo.

Date- ¡Esta bien, iré a ver! – convencido por la respuesta.

El sabia que si se trataba de bebes no podía usar su rifle, ya que el sonido podía dejarlos sordos, así que dejo su rifle en el suelo, saco su pistola y le puso el silenciador, ahora el sonido no iba a ser tan fuerte para ellos, pero él iba a tener mas problemas para defenderse.

El dio media vuelta y camino rumbo a los llantos, cada vez que seguía se oían mas cerca, pero también oía otros ruidos extraños, era como si alguien o algo destruyera las paredes, él se preocupo, era obvio que lo único tan fuerte como para derribar paredes era un robot, ósea que también sabia que habían bebes adentro del hospital, solo era cuestión de tiempo para que los encontrara, Date ignoro el sigilo y empezó a correr, ya se oía a los bebes muy cerca y justo a tiempo vio el robot que también los había localizado, Date le disparo con todo lo que tenia en el cargador, al terminarse las balas noto que el robot estaba a punto de matar a los bebes, Date rápidamente saco su cuchillo y se lo arrojo al robot en la cabeza tirándolo al suelo, increíble, había rescatado a un bebe o dos, él se tomo un gran respiro, recargo su pistola y se acercó a la habitación de donde se oían los llantos, el abrió lentamente la puerta.

Adentro se encontraban varias cunas, pero habían dos en especial juntas a la mitad del cuarto, y de estas se oían los llantos, el guardo su pistola y se acercó lentamente a las cunas, al estar a lado de ellas se encontraban dos bebes hermosos de a lo mucho 6 meses de nacidos, los bebes al observar a Date dejaron de llorar y hasta empezaron a reírse, es como si esos dos niños lo reconocieran de toda su vida, como si el fuera su padre.

Date impresionado por la reacción de los dos no pudo evitar que les salieran unas lágrimas, el jamás había visto algo tan hermoso en su vida, como era posible que alguien los dejara a su suerte, el vio que en las cunas habían unas notas y el empezó a leerlas,están decían lo siguiente:


Alexandra Martínez – 6 meses de nacida, sus padres acaban de morir en el primer ataque.

Oliver Navin – 8 meses de nacido, sus padres nunca aparecieron.


Date ahora entendió por que no se los llevaron, sus padres no tuvieron la misma suerte que el, ahora comprendía todo, su destino era cuidar de esos niños a partir de ahora.

El empezó a llorar pero al mismo tiempo los cargo a los dos, ahora él era su nuevo padre.

Date- ¡Claro que los acepto! – dijo para los niños, ¿O para alguien mas?

Salió del cuarto, camino a la salida e increíblemente de nuevo las puertas se abrieron ahora en frente de él, anunciándole un nuevo inicio.

El ya no se asusto, más bien ahora estaba feliz, por primera vez en su vida estaba feliz, ahora caminaba con los que eran sus niños, Oliver y Alexandra, ellos no lloraban, se alegraban al estar en sus brazos, él también sonreía a ellos y lentamente camino por la avenida viendo el mejor lugar para refugiarse y observo el centro comercial, el considero que era un lugar perfecto para esconderse y sin dudarlo dos veces tomo rumbo a lo que seria su hogar durante tantos años.

FIN DEL FLASHBACK

Stacy se quedo boca abierta por la historia que le acababa de contar Date, ella no reaccionaba, no lo podía creer, había posibilidad de que Jeremy siguiera vivo, ahora entendía la pesadilla de Marie, pero sobre todo conocía el gran secreto de Date.

Stacy- ¡Wow! – no se le ocurrió decir nada mas.
Date- ¡Si, ni yo lo creo!
Stacy- ¿En serio cuidaste de ellos dos tan pequeños?
Date- ¡Así es!
Stacy- ¡Eres mi héroe! – le decía sonriendo, pero al mismo tiempo mostrándole mucho respeto a él.
Date- ¡Nada mas un favor, no se los digas a mis hijos!

Stacy asintió con la cabeza pero se asusto a ver quien estaba detrás de Date, eran Oliver y Alexandra, ellos habían escuchado toda o al menos la mayoría de la historia.

Date- ¡Niños! – Dijo exaltado - ¿Oyeron lo que dije?
Oliver- Lo suficiente.
Date- ¡Oli, Ale... no era mi intención que se enteraran así, yo solo quería...
Alexandra- ¡No digas nada papa... ya lo sabíamos! – le dijo con una sincera sonrisa.

Date se sorprendió mas por lo que oyó de su hija.

Date- ¿Qué?, ¿A que se refieren?
Oliver- ¡Papa, míranos, tu eres castaño, yo soy pelinegro y Ale es café anaranjado!, ¿En donde nos parecemos? – le decía jugando con el.
Alexandra- ¡Además, si Oliver fuera mi hermano, no me enamora...
Oliver- ¿Qué? – decía confundido.
Ale sonrojada- ¡Nada Oli, que te quiero mucho! – decía intentando cambiar de tema.

Date y Stacy se murieron de la risa, hace mucho que no tenían una risa así, de seguro años.

Date- ¡Pero entiendan que aun así yo los amo y ustedes ahora son mi vida! – les dijo abrazándolos.
Oli y Ale- ¡Nosotros también te amamos papa! – devolviéndole el abrazo.

Y ahora esa extraña pero feliz familia estaba unida, y nada o nadie en el mundo va a separarlos, eso se los garantizo.

¡AMEN!

Thomarie: La Vida Atravez De La Segunda DimensiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora