Capítulo único

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Hola *w* probablemente no muchas personas conozcan este manga,pero desde que yo lo leí no pude evitar querer escribir sobre la triste historia de Rin y Souya así que aquí estoy intentando darle un final feliz a todo esto espero que os guste :)

Advertencia: fanfic yaoi y spoiler del manga Wild Honey

Amor eterno

Él nunca lo pidió, ni siquiera pudo imaginarse lo mucho que cambiaría su vida gracias a aquel acontecimiento. El día que su vida cambió por completo fue el mismo en que la familia Kurou lo adoptó. A pesar de usar la palabra adopción, para Rin no significaba nada más que ser vendido como a un objeto, sus padres recibieron una gran suma de dinero por entregarles al futuro sucesor, ya que el cabeza de familia Shiki, estaba muy enfermo y cualquiera veía su final cerca y con ello el final de la familia si no dejaba un sucesor. Por supuesto que el cabeza de familia estaba al tanto de ello y aprovechaba cualquier oportunidad para maltratarlo desde el primer momento en el que puso un pie en la mansión.

Rin no sabía que hacer, nadie lo defendería y el maltrato del hombre parecía ser cada vez mayor, pero él no se dejaba vencer, intentaba mantener la boca cerrada si quería sobrevivir en aquella maldita casa.

Pero todo iba a peor, Shiki cada vez lo golpeaba más y el resto solo sabía criticar a ambos a sus espaldas. Al cabeza de familia por su comportamiento y el hecho de carecer de un heredero propio, mientras que de Rin se burlaban por no pertenecer a la rama principal de dicha familia. Todos pensaban que se ganó su posición solo por el dinero y el joven pagaría todo el dinero del mundo por poder salir de esa casa y alejarse de aquella jauría de bestias que parecían carecer de corazón alguno.

Un día como cualquier otro, Shiki lo golpeó en uno de los pasillos ordenándole furioso que desapareciese de su vista. Rin quería gritarle, devolverle el golpe o cualquier otra cosa que dejará salir toda esa frustración, dolor y odio que crecía cada día más dentro de su pecho, pero en su lugar bajó la cabeza, mientras su nariz comenzaba a gotear en el suelo el líquido rojo que recorría sus venas, recordándole que seguía siendo un ser humano aun después de todo.

Un pájaro blanco que no supo identificar comenzó a aletear en el cielo, como si quisiese pronosticar algo, pero Rin no quiso prestarle atención, su mente estaba centrada en el odio que sentía en esos momentos junto al dolor que comenzaba a salir sin pedir permiso alguno.

Su cuerpo comenzó a tiritar, estaba harto, harto de todo, no tenía ni una miserable cosa por la que valiese la pena vivir, a nadie le importaba lo que pensaba o sentía, lo trataban como un objeto y estaba harto de ello.

- Por favor, que alguien me ayude - murmuró Rin mientras se llevaba las manos a la cara, intentando ocultarse de todo al igual que una avestruz mete la cabeza bajo tierra

Pero jamás creyó ser escuchado, parecía que después de todo dios si escuchaba sus plegarias. Un hombre aparentemente de su edad, se acercó preocupado al verlo allí y se ofreció a curar sus heridas. El heredero no sabía cómo actuar, había olvidado como reaccionar a la amabilidad de las personas, por lo que acabo siendo agresivo y maleducado, pero en lugar de asustarse, el hombre le ofreció su brazo porque "las bestias nerviosas se calmarán después de morder a alguien". Rin nunca había escuchado semejante estupidez y por una parte se sentía ofendido de ser tratado como a un animal, pero la hermosa sonrisa de aquel extraño le parecía tan maravillosa que era imposible negarse, no pudo evitar quedarse embobado y dejarse curar como si fuese un gato doméstico. El joven se presentó como Souya y le preguntó su nombre, Rin quería negarse pues podía imaginarse el asco y odio que vería en los ojos de Souya al descubrir su identidad, pero nuevamente la reacción del joven fue diferente a la esperada. Lo trató con respecto y parecía bastante avergonzado por el trato que le dio minutos antes, eso hizo que toda la rabia contenida saliese a flote, gritándole a Souya y logrando que este le contara la historia de los antecesores de los lobos. Rin no conocía aquella historia, pero teniendo en cuenta que odiaba a aquella familia y a su propia sangre corriendo por sus venas, no era nada extraño.

Amor eternoWhere stories live. Discover now