Capítulo 3

1K 76 28
                                    

No podía creer lo que estaba pasando.

Todos los que faltaban de R5 (incluido Ryland), se encontraba caminando hacia Rocky.

Mi cara era mucho peor que hace unos momentos cuando vi a Rocky, y la de Nat, bueno él se encontraba con las manos en sus mejillas y con la boca en forma de "o".

-Lo siento por no entrar, es que cuando terminé de hablar con mamá, escuché a esta bella chica decir unas hermosas palabras- habló Rocky después de ese pequeño silencio incómodo.

Esperen...

¿Me dijo bella?

Que alguien me pellizque que siento que estoy soñando. Nunca creí que Rocky Lynch me llamaría así.

¡Oh rayos! Ahora debo de estar roja como un tomate.

-¡Hola!- saludó con entusiasmo Nathan.

-Hola pequeño- saludó Rydel y los demás sonrieron.

-Ellos son Leila y Nathan- sonreí con muchos nervios y solo me limité a mover mi mano- y antes de que se presenten, ya saben quienes somos, de hecho son nuestros fans-

-Pues, un gusto en conocerlos chicos- se acercó Rydel y nos dio una abrazo a cada uno.

Sí, definitivamente debo de estar soñando.

-¡Leila Beckett Anderson, te dije que no vinieras!- gritó Ryan detrás de los chicos.

Esto se convirtió en una pesadilla.

-Yo no vine a verte- dije después de estar callada todo este tiempo.

-¿Ah no?- rió burlón- Entonces, dime Leila... ¿qué haces aquí?- cruzó sus brazos y me miró molesto.

Ven, les dije que se enojaría si me veía por aquí.

-En mi defensa, no es mi culpa que la casa de Josh quede a unas cuantas casas de la tuya- ahora yo me crucé de brazos- además... Nat se sentía mal y tuvimos que sentarnos aquí-

Bufó- Ve mis labios. No... te... creo...- abrí mi boca sorprendida.

No iba a dejar que mi mejor amigo hiciera que perdiera mi dignidad frente a mis ídolos.

-Bien, no me creas, tampoco esperaba que lo hicieras.- suspiré y sonreí desanimada- Un gusto en conocerlos, chicos, me tengo que ir. Gracias por la foto, Rocky-

-No hay de qué, Leila- sonrió y me abrazó. Sorprendentemente los demás chicos hicieron los mismo, fue como un abrazo grupal, no podía pedir nada más en esta vida.

Todos nos separamos y sonreímos, tomé de la mano a Nat y antes de irme, me giré para ver a Ryan.

-Esto no se queda así- y sin decir nada más me fui de ahí.

Al día siguiente...

Aún seguía enojada con Ryan... ¿qué clase de mejor amigo es? En fin, cuando mis padres llegaron ayer les conté lo que me pasó; mi padre no me creía, pero una vez que le enseñé la foto que teníamos con Rocky se sorprendió y se disculpó por no haberme creído en un principio. No me enojé con él, digamos que tampoco yo me lo creo.

Y hoy era más aburrido que ayer, tampoco tenía trabajo, así que... de nuevo tenía nada que hacer.

-Leila- llegó Nathan a mi cuarto.

-¿Qué pasó?- despegué la vista de mi celular. En estos momentos era lo que más me entretenía.

-¿Podemos ir a jugar fútbol? Es que estoy muy aburrido- preguntó mi hermano y me miró suplicante.

-Está bien, solo porque también estoy aburrida- bloqueé mi celular y me levanté de mi cama en busca de mis tenis y mi bolsa para guardar algunas cosas.

-¡Yey! Iré por mi pelota- salió corriendo y yo reí.

A veces quisiera volver a tener su edad y no tener tantas preocupaciones como las que tengo ahora.

[...]

-¡Mira, ahí está Josh!- gritó mi hermano y me dejó para irse corriendo con su mejor amigo.

Y yo creí que seguía enojado con él.

En fin, como Nathan me dejó sola para irse a jugar con su amigo, iré en busca de un columpio. Y justo quedaba uno, miré a mis costados y no había ningún niño que quisiera sentarse en el, debe ser mi día de suerte.

Estaba a unos cuantos pasos de llegar, cuando veo al increíble Ross Lynch también caminar hacia el. Comencé apresurar mi paso, está bien que sea mi ídolo, pero no dejaré que me gane el último columpio disponible del parque.
Creo que él también me vio porque empezó a caminar más rápido.

Escogí mi última opción, que es... correr.

Corrí lo más rápido que pude pero fue demasiado tarde, mi ídolo me ganó.

-Debiste correr más rápido- rió y se comenzó a columpiar.

-Yo lo había visto primero- me defendí y él volvió a reír.

Su risa todavía era más perfecta en persona.

-Cuando me aburra te lo prestaré- sonrió y yo igual.

-Está bien- te la perdono solo porque te amo.

-Dime, ¿eres mejor amiga de Ryan?- preguntó y yo asentí sentándome frente de él, pero a una distancia considerable para que no me pegara en la cara- entonces... ¿por qué pelearon ayer?-

Suspiré- Ryan me había dicho que no fuera a su casa en estos días, no sabía por qué, pero lo respeté, solo que ayer fue una coincidencia que estuviera por ahí.- me encogí de hombros- ¿Desde cuando se conocen ustedes?- pregunté volteando a la cancha de fútbol para asegurarme de que Nat seguía ahí.

-Desde hace un par de años. Nos conocimos en una fiesta y desde ahí somos muy buenos amigos-

Esto significa que Ryan, mi mejor amigo, me ocultó esto. Vaya, yo pensé que me tenía confianza.

-Entonces eso explica el porqué no quería que fuera a su casa- miré mis manos, no podía evitar sentirme triste.

-Supongo, él nos dijo que eres fan de nosotros- sonrió y yo no pude evitar hacerlo.

-¿Así que ya sabían quién era?- pregunté y él asintió- Esto es algo increíble-

-Claro que lo es...- apartó su vista de la mía- ¿Te puedo confesar algo?- preguntó y yo fruncí el ceño.

Aunque no lo crean, yo tampoco sé cómo es que estoy hablando tranquilamente con Ross Lynch, mi amor platónico desde los dieciséis.

-Por supuesto- miré su perfil... es hermoso, tanto que siento que me voy a desmayar.

-La verdad es que... ya tenía muchas ganas de poder conocerte- me volteó a ver- Ryan siempre nos habla de ti, pero nunca nos dijo cuando te íbamos a conocer- sonrió- con todo lo que nos cuenta, tenía que descubrir si era cierto y ahora que te conozco sé que tiene razón-

-¿De qué...?- lo miré con más nervios de los que había sentido toda mi vida.

-De que eres una hermosa chica-

Do You Love Me?- Ross Lynch Where stories live. Discover now