×Tom×

20.2K 1K 588
                                    

Advertencia: Fondue.

Mirabas el apartamento con molestia y alegría. Tenías que pintar, limpiar, arreglar y acomodar tus cosas.

Estres nivel: cien por ciento. Pero el hecho de que Tom, tu novio, te ayude con eso lo hacia más interesante, hasta exitante pensabas.

—¿Y de que color pintaras tu cuarto?

—Pensaba en un beige, ¿sabes? Ni muy claro, pero tampoco gris.

—Amor—Tom te miró aguantando una carcajada—, el beige es marrón.

—¿Lo sabías?—imitaste a Tony Stark, tu personaje favorito—. No me vengas con mentiras Rogers, ¿lo sabías?

—Tal vez si te lo estoy diciendo es porque lo sé.

—Ah no señor, conmigo no te hagas el listo—te acercaste a él con una sonrisa—. ¿Sabes? Tal vez podríamos dejar para después pintar el cuarto y hacer otras cosas como, no sé, ¿estrenar el cuarto?

—Cariño, no sabes las ganas que tengo de eso pero si no haces esto ahora, sé que no lo harás más.

Tom te conocía, demasiado bien ha decir verdad. Pero tanto él como tú amaban tener sexo en cualquier lado.

“Pareja calenturienta” solía decir Robert, haciendo reír al resto del elenco. Vaya día fue aquel cuando los descubrieron en un momento hot con Loki en un pasillo por el cual no solía pasar nadie…Hasta que al Downey se le ocurrió "casualmente" caminar por allí.

—¡Por favor!—gritó al ver como desabrochabas rápidamente la camisa de Tom, poseída por la lujuria—. Existen camerinos, ¿saben?

—¡Vete de aquí!—tiraste tu zapato a la cabeza del Hombre de Hierro.

—Ese tipo no sabe lo que es la privacidad—comenta Tom mientras besa tu cuello, decides alejarlo y hablar.

—Mejor vamos a un camerino, baños o lo que más excitante te parezca.

Tom sonrió al ver tu desesperación.

•••

Había quedado maravilloso, los muebles bien acomodados, los adornos bien puestos y la ropa donde corresponde. Y solo habían tardado dos días.

—Dime, ¿dónde quieres estrenar?—sonreíste al comentario de tu novio, quien ya te estaba elevando sobre sus caderas para empujarte contra una pared y comenzado a besar tu clavícula.

—En donde quieras, mi dios.

Siempre que lo llamabas así se ponía de una manera extraña, se sentía más dominante sobre tí; y eso, a [T/n], le encantaba.

—¿Puedo rasgar tu ropa?—cuestionó mientras sujetaba el borde de tu musculosa—. Dí que sí, por favor—besó el lóbulo de tu oreja—, hazlo.

No podías negarte, no a Tom gruñendo en tu oreja, te volvía loca y con un asentimiento por tu parte, no esperó ni dos segundos que ya estaba intentando romper con desespero la prenda. Pero al no ver resultados simplemente la quitó rápidamente.

Quisiste soltar una risita, pero te viste interrumpida por Tom volviendo a colocar sus labios sobre tu piel. Soltaste un suspiro dejándote llevar por sus dulces toques.

—Demonios, Hiddleston—gemiste llevando tus manos por detras de su cuello para tironear un poco su cabello. Tom fingió embestir ante esto soltando un gruñido.

Desabrochando botón a botón con lentitud queriendo tocar cada parte de su tez, escuchándolo suspirar al sentir tus dedos sobre él causando miles de emociones que no podría describir ni el poeta más expresivo.

Te llevó hasta la cama en sus brazos disfrutando de besos con lengua y en otras partes del cuello. Cuando te puso sobre el colchón bajó con lentitud tu pantalón corto, suspiró sobre tu estómago mientras se colocaba sobre tí para ponerle la atención que necesitaba a tus montañas, besándolas, amoldandolas, lamiendolas…Miles de cosas que solo Tom lograba hacerte.

Quitó el sostén tirandolo por algun lado de la habitación, con uno de sus dedos fue delineando tus curvas con lentitud mirándote como lo hicieron la primera vez. Tom aún se sorprendía de la facilidad con la que lo hacías caer pese a casi siete años de relación.

Luego de unos minutos de darte placer, Tom quitó su cinturón, pantalón y boxer; te tomó "obligadote" a sentarte a horcajadas sobre él. Te acomodaste y bajaste con lentitud sobre su miembro, soltando un suspiro.

Las embestidas comenzaron, eran lentas pero profundas y fuertes, muy pasional como Tom.

—Cásate conmigo—pidió mientras abrias los ojos ante tal propuesta—, hazlo [T/n], cásate conmigo, por favor—rogaba al mismo tiempo que tomaba tu cintura y comenzaba a moverse un poco más rápido.

—Claro…Que quiero, Tom—acepta mientras se sostenida de los hombros de su contrario—. Me casaré contigo.

Eso llenó a Tom de emoción y felicidad, cambió de posición dejándote sobre la cama para admirarte aún más, para recordar cada facción de tí.

—Te amo—te beso—, demasiado.

Se mueve un poco más, llevando a ambos al éxtasis.

—Te amo—comentaste mientras intentabas recuperar la respiración, no era la primera vez que le decías eso…Pero se sentía así, al menos para tí.

—Dime, ¿quieres un vestido rojo o blanco?

—¿Verde?—ambos rieron.

—Sí, verde puede ser.

Tom Hiddleston ×One Shots×Where stories live. Discover now