o n e

1.5K 58 15
                                    






– Prométeme que no le abrirás a nadie ni contestarás el teléfono, podría ser un farsante.– mamá alcanzo su bolsa del perchero y me dio una última sonrisa para cerrar la puerta.

Ella trabajaba como asesora en una empresa grande de la ciudad, aveces venía después de diez por eso tuve que aprender a ser independiente.

Corrí subiendo las escaleras hasta mi habitación y encendí la televisión, en eso mi teléfono sonó.

– Hola perra.– le conteste a Jordan, mi mejor amiga. Así nos decíamos en broma así que todo estaba bien.

– Mira quién habla bebé.– esta soltó una carcajada y sonreí cambiando los canales en la televisión.

– ¿Qué pasa? ¿Vienes a mi casa? Mamá se ha ido y tú sabes, volverá tarde.– pregunté y la escuché suspirar.

– Tal vez me caiga, depende de lo que diga papá, tú sabes cómo es el.– está respondió y asentí.

Aveces sentía esa necesidad de tener un padre protector como el de ella, extrañaba a papá pero ya era hora de seguir adelante o sino nunca encontraría la felicidad.

– Bien, me escribes sí vienes y ordenamos pizza.– añadí y luego colgamos.

Escuche varios camiones allá afuera así que decidí en husmear un poco, al parecer teníamos nuevos vecinos, sonreí y abrí la ventana, de un auto se bajaron dos chicos y una mujer, luego de bajo aparentemente su esposo y por último un gran perro, abrí mis ojos al notar como uno de los chicos se había volteado y me había notado, me baje rápidamente para esconderme debajo de la ventana.

– Les llevare galletas de bienvenida.– susurré y baje las escaleras corriendo dirigiéndome a la cocina para decorar en un elegante recipiente las galletas.

Salí de la casa y cruce a la de los vecinos, aún seguían bajando cajas de los camiones pero la puerta estaba abierta.
Toque cuatro veces y asome la cabeza.

– ¡Hola! Soy Sophia Hunt, hija de Reese Hunt, somos sus nuevas vecinas, espero que nos llevemos bien y se sientan bienvenidos por aquí.– estire mis brazos al hablar para entregarle a la mujer las galletas, esta sonrió.

– Pero que tierna, muchas gracias cariño, ¿cuantos años tienes?– esta exclamó y sonreí de nuevo.

– Tengo dieciséis, señora.– respondí.

– ¡Henry!– esta exclamó y alce una ceja, en eso uno de los dos chicos se acercó a la puerta y sonrió al verme.– Ella es Sophia, nuestra vecina, y también tiene dieciséis, tal vez se encuentren de seguido en la escuela.– esta sonrió ampliamente y mire a Henry.

– Mucho gusto.– le estreche mi mano y este la agarro para responder lo mismo.

– Bien, iré a desempacar más, mucho gusto en conocerte. En otra ocasión me daré por conocer a tu madre.– la señora sonrió y se marchó por un pasillo.

– Yo tengo que irme, nos vemos después Henry.– le di una sonrisa y este asintió.


(...)


– ¿Entonces dices que conociste a los nuevos vecinos?– mamá llevó a su boca una galleta y asentí.

– Si, tienen dos hijos, uno de mi edad pero sinceramente mamá, necesito un hombre, se ve que ese chico es muy inmaduro, todos lo son.– alce mis hombros y mamá río por mi comentario.

– Aceptaré solo diez años mayor, de allí no te pasas jovencita.– esta me señaló con el tenedor y solté una risita.

– Bien, bien...– dije entre risas y esta sonrió.

– Hablando de un hombre, desde el jueves vendrá un terapeuta, lo he contratado, sabes como me he sentido estos últimos meses.– esta bebió de su vaso de té y fruncí el ceño.

– ¿No trabajarás?– pregunté y esta asintió.

– Los turnos de la mañana los hará Serena, es nueva en la empresa. Así que Ashton vendrá todos los días menos los domingos a las diez de la mañana, si no te arreglas no sales de tu habitación ¿vale? Igual son solo dos horas.– mamá advirtió y asentí lentamente.

Así que se llama Ashton.

– Como estoy en vacaciones despertaré tarde, no te preocupes mamá.– reí.

– Bien, espero no verte desfilando por ahí mientras estoy en mi sesión.– esta me pellizco bromeando para luego reír.

Tranquila... No lo haré mamá, no lo haré.

Desde hace unas tres semanas había despertado ese gusto por los hombres mayores, desde que llegó mi profesor de historia en la escuela descubrí que en realidad me gustaba, no solo por que eran maduros, sabían como tener el control y como actuar en cada situación. Espero encontrarme a Ashton en cualquier rincón de la casa... No estoy diciendo que me gustara, solo quisiera echarle un vistazo...

desire;afiDär berättelser lever. Upptäck nu