Dos.

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...-¡Mick!, ¿dónde coño estás?, ¡Ven a buscarme joder!—seguía gritando Louis mientras seguía caminando —...¡Maldito inútil!, ¡Esto no tiene gracia!— el alfa ojiazul agitaba los brazos y daba patadas a las piedras harto de caminar.

A pesar de todo, no perdía la esperanza de que su chófer o alguno de sus socios apareciese en cualquier momento y se acabase la broma pero nada de eso sucedió, así que no tuvo más remedio que seguir caminando durante lo que le pareció una eternidad pues no tenía un reloj para saberlo.

Luego de ver caer el sol, este completamente desquiciado, hambriento y sediento, con sus pies adoloridos como el infierno y sin ver nada que le fuese familiar, finalmente pensó que podía estar en las afueras pues solo se veía campo y no había ningún alma en ninguna parte.

Agotado, volvió a sentarse en una piedra del camino y entonces se quitó los viejos zapatos que llevaba puestos y que le quedaban muy justos y con desesperación vio las llagas en sus pies.

...-¡Mierda!, ¡joder!, ¿y ahora como diablos voy a caminar?- preguntó mirando al cielo—…¿Pretendes que muera aquí en medio de la nada?

Sin hallar respuesta alguna y tras estar sentado un buen rato y ver que nadie venía a su rescate, ni tampoco salía de detrás de un árbol para decirle que todo había sido una broma, el alfa ojiazul decidió calzarse de nuevo y aguantarse el dolor para seguir caminando.

Ya casi anochecía, cuando empezó a comprender que no había broma alguna, ya que por lo que parecía le habían robado y abandonado para que se muriese, así que debía encontrar un lugar donde pasar la noche.

Cuando ya la  majestuosa luna reinaba en lo alto del cielo, iluminado también por las brillantes estrellas, el alfa aún no había encontrado un lugar donde resguardarse y ya no podía más pues su gran esfuerzo lo había superado al igual que la sed y el hambre, así que el cansancio y el dolor lo vencieron, por lo que, finalmente cayó rendido y desmayado en la orilla del camino.

Unos kilómetros atrás, por la oscura carretera, una camioneta circulaba rompiendo el agónico silencio.

...-Uf...qué tarde se me ha hecho, odio conducir de noche... ah ya sé, pondré la radio para no sentirme tan solo.

🎶Same lips red, same eyes blue
Same white shirt, couple more tattoos
But it's not you and it's not me
Tastes so sweet, looks so real
Sounds like something that I used to feel
But I can't touch what I see....

-Oh me encanta esta canción... 🎶We're just two ghosts- empezó a cantar Harry de regreso a su casa-....in the place of you and me
Trying to remember how it feels to have a heartbeat....nananana...The fridge light washes this room white
Moon dances over your good side
This was all we used to need...nananana...like we've never...Telling those stories we already tol...¡Hey!... ¿Q-Qué diablos es eso? -gritó el omega ojiverde, parando de cantar y frenando su camioneta, tras ver algo tirado a un lado de la carretera.

El granjero se bajó cogiendo el bate que llevaba en la parte de atrás, se acercó con cautela y comprobó que era un cuerpo inerte.

-¡Oh Dios, es un cadáver!.-exclamó asustado.

-Aaayyy..., aaaayuuudaa!

El omega se acercó más pues quién quiera que fuese estaba vivo y acaba de decir algo.

-Señor, ¿está usted bien?, ¿q-qué le ha pasado?-preguntó temeroso al acercarse más y percibir el olor del alfa.

-Aaaayuuudaaameee...

-Si cla-ro... ahora mismo pero no sé si pueda so-sólo... Tendrá que ayudarme -dijo este dándole la vuela y cogiéndolo del brazo para que se levantase—..Caminemos hasta mi camio-camioneta -dijo Harry aturdido por el intenso olor que el alfa desprendía.

-Aaayy...aaah me duelen mucho los pies...aah...-se quejaba el ojiazul al caminar de nuevo hasta lograr estar sentado.

El omega cerró con prisa la puerta del copiloto y acto seguido rodeó su coche estremeciéndose entero pues los gemidos y el olor de aquel alfa desconocido, le habían revolucionado todo el interior desde la cabeza a los pies.

-Tranquilo Harry, deja tus hormonas fuera de esto—se dijo a sí mismo—...solo estás haciendo una buena obra, nada más.

El omega ojiverde respiró hondo por fin y subió a su camioneta, encendió el motor y miró de nuevo al alfa antes de proseguir la marcha.

—Bien tranquilo señor... mi madre y yo le ayudaremos.

Este condujo muy intranquilo de camino a casa y miraba al alfa de reojo, entonces pudo apreciar que era muy guapo, sus ojos estaban cerrados y su flequillo le tapaba la frente pero aún así, sus facciones eran definidas y su piel era de color caramelo.

El rizado también se fijó en sus que ropas eran muy pobres y pensó que seguro era un alfa arruinado y que había acabado mendigando y perdido en los desérticos parajes en donde lo había encontrado.

-Se-Señor...se-señor- lo llamó al ver que este no se movía, entonces paró y comprobó con alivio que sólo se había desmayado.

Nuevamente, arrancó y siguió el trayecto hasta su pequeña granja, donde su madre lo esperaba muy preocupada por su tardanza, ya que este había ido al pueblo más cercano como cada día, para vender allí los productos que cultivaban en su huerta pero todavía no regresaba.

......

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52. Esperando a mi omega- Primera Parte-L.S.-Omegaverse TerminadaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt