Despertar

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Verano. Una estación tan querida por las personas con naturaleza sociable, tan odiada por los ermitaños que odian salir de sus casas. El sofocante calor ahogaba a todos en el vecindario, obligándolos a quedarse encerrados durante el día, respirando gracias a los ventiladores. En ese barrio, conocido por su seguridad al compararlo con otros, la gente no es muy acaudalada por así decirlo. Eran obreros, gente que a fuerza de voluntad se levantaban todas las mañanas para trabajar. Los niños y adolescentes, despreocupados de las responsabilidades adultas, salían a las calles cuando el calor era soportable. Jugaban alegremente con sus bicicletas, corriendo y gritando estupideces, siendo los niños inmaduros que eran.

En el final de ese barrio, justo al frente de una cuadra, existía un pequeño campo, el cual era separado de otros campos más al fondo por una pequeña zanja. Tenía el pasto largo, y al fondo de este habían arboles muy altos, los cuales hacían un hermoso contraste con la luna durante las noches despejadas. No tenía nada peculiar, o al menos no para la mayoría de los que vivían cerca de este. Sin embargo, en esa cuadra justo al frente del campo, vivía una chica algo curiosa y romántica. Se llamaba Jade, y aunque le gustaría negarlo, ella amaba lo sobrenatural. Tenía 19 años, y se consideraba lo suficientemente grande como para seguir soñando con historias de amor imposibles, con vampiros, hombres lobo y cualquier criatura inexistente. Fingía que había madurado, que ya supero su etapa de adolescente inmadura y soñadora, pero todavía calaba profundo en ella. Se sentía estúpida e ingenua, pero no podía evitarlo.

Ella vive con su madre, su padre y su hermana. Y, a pesar de su naturaleza romántica, no era de las chicas más demostrativas. Solo con mucha suerte alguien recibiría un abrazo de ella. El contacto físico y la demostración de sentimientos tales como el amor no eran su mejor aspecto ni algo con lo que se podría describirla. Si de describirla se tratase, mucha gente diría, basándose en sus anteojos y en su carrera universitaria, que era una chica inteligente, con futuro, algo loca por su pelo violeta, linda y con mucha seguridad. Sin embargo, todos estarían equivocados, ella era cualquier cosa menos segura de sí misma. Se consideraba linda e inteligente, pero solo lo normal. Es cierto que tiene actitud, pero al mismo tiempo ella esconde y trata de suprimir su miedo a los demás. si se encontraba en una exposición ella temblaba y tartamudeaba, y luego se mataba mentalmente en reproches hacia sí misma. Odiaba su miedo a la gente, a los grupos y a lo que pensaran de ella. Su estabilidad emocional variaba dependiendo de cómo habría logrado socializar. Si pudo establecer una charla con alguien, ella se sentiría feliz. Si se pone en actitud cortante y vergonzosa, impidiéndole hablar, ella estaría triste por un tiempo. Sus decaídas eran algo que solo ella conocía, nadie sabía de sus depresiones momentáneas, ni de su sueño de morirse y volver a vivir como un ser de otra naturaleza.

Algunas noches, cuando el cielo estaba despejado y la luna presente, ella salía y se sentaba en la vereda frente al campo. Disfrutaba de la refrescante brisa y del hermoso paisaje que se alzaba ante sus ojos. Amaba ese campo, como los gigantes arboles se volvían negros cuando salía la luna, como esta se asomaba por el horizonte, blanca y brillante, tan llamativa y hermosa, rodeada de pequeñas nubes. Siempre deseaba ser valiente y caminar entre esos árboles por la noche, escuchando ese rock que tanto amaba, escuchando ese indie que la hacía pensar tanto sobre su vida, que le provocaba sentimientos indescriptibles y melancólicos.

Nunca lo hacía, su miedo a la oscuridad y a lo que ella guardara era mayor. A pesar que de deseaba que sus historias románticas de seres sobrenaturales fueran reales, ella tenía miedo de la posibilidad de encontrarse con algo que no quisiese, de encontrar de verdad a uno de esos seres. Su romanticismo acababa con el miedo de que lo sobrenatural, lo desconocido fuera real, y fuera demasiado oscuro para ella, para su alma tan dulce y deseosa de afecto. Solo miraba desde lejos ese paisaje tan hermoso y oscuro, soñando con mundos que solo podía imaginar.

¿Que Soy?Where stories live. Discover now