Accidente 1

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Géneros cruzados. 1

Accidente "

Por enésima vez la mano de sango golpeó la mejilla del monje miroku quien terminó con una gran marca roja en su rostro.
-ash! Tu nunca vas a cambiar! - le reclamaba sango.
-perdóname, pero no puedo evitarlo, mi naturaleza es así.
-pervertido!
-no soy solo yo! Todos los hombres somos así, pensamos de la misma manera y a veces reaccionamos ante ciertas... Cosas.
-mentiroso, como inuyasha no hace eso?! Él también es un hombre pero no nos espía mientras nos bañamos!!
-que no lo haga con ustedes no significa que no lo haga con nadie más... - el monje se tapo la boca al darse cuenta de la tontería que acababa de decir, sango lo miró queriendo asesinarlo y mientras se cubría con la toalla le hizo señas para que se fuera antes de que kagome preguntara.
-a que se refiere monje miroku? A caso usted sabe algo de inuyasha?!
-bueno... Señorita kagome yo...
-por cierto, donde esta inuyasha?!
-él.... Fue a buscar leña... Si eso es... - dijo nervioso, kagome se vistió rápidamente y salió a buscarlo mientras la exterminadora se desquitaba con el monje.

-mira lo que hiciste, ahora seguramente kagome chan irá a buscarlo y lo más probable es que se entere de ya sabes qué!!!
-yo pienso que no podía ocultarsele más la verdad, ella tarde o temprano se daría cuenta de eso.
-idiota.

Mientras tanto la chica rastreaba la presencia del hanyou quien se encontraba en uno de sus encuentros nocturnos con kikyo, las serpientes cazadoras de ella delataban su posición, la joven no tuvo que acercarse demasiado para ver la verdad, ambos estaban más que juntos, podía soportar verlos blaticando e incluso abrazados pero, ver que lo estaban haciendo tan divertidos, inuyasha sonriendo junto a kikyo mientras se tocaban y besaban bajo el agua del manantial.
Eso fue demasiado...

-desgraciado..
Susurró ella antes de arrojar una piedra hasta donde ellos se encontraban, ni siquiera esperó a que le pegara alguno de ellos, salió corriendo enfadada, sintiéndose humillada, tantas veces él le había rogado que no se marchara a su mundo y todo para qué, solo quería tener a una chica de reserva, una estúpida que estuviera ahí 24 x 7 que le fuera fiel y que le sirviera como títere.

Siguió corriendo sin detenerse a mirar por donde iba, se olvidó de que habían acampado en las cercanías de un terreno muy peligroso en búsqueda de naraku, estaba tan enfadada que no le importó alejarse de sus amigos e ir en dirección contraria al campamento, se adentró más y más en el territorio oscuro y salvaje, apartó la maleza por la fuerza dejando un rastro evidente de sus pisadas tras ella.

Estaba tan concentrada en alejarse de ellos dos que, cuando por fin se detuvo a examinar a su alrededor, se hallaba completamente perdida en la oscuridad de un área boscosa que desconocía, perdida,pero no sola....

-¿quien está ahí?- preguntó al escuchar un ruido en los arbustos, no tenía sus armas, no tenía nada más que los fragmentos de la perla en su cuello y un gran miedo.

El ruido y movimiento cesaron de pronto ella se acercó al arbusto lentamente y lo apartó para ver si había algo.
-¿un hilo?
Parecía ser un hilo de telaraña lo suficientemente delgado para pasar inadvertido y sin embargo se había pegado a la falda de kagome, al examinarlo de cerca, se dio cuenta de que tenía varios más pegados al cuerpo, trató de quitárselos pero parecían estar seriamente adheridos a ella, en un desesperado intento por librarse retrocedió y tiró de ellos lo cual tensó los hilos dándole un aviso a quien los manipulaba.
Antes de darse cuenta estaba siendo arrastrada por ellos a través de arbustos y ramas que le provocaban leves cortadas y heridas en el cuerpo, ni siquiera le dio tiempo a gritar, fue envuelta en un capullo de hilos parecido al que hacían las orugas antes de transformase en mariposas.

-pero qué tenemos aquí, no esperaba tantas visitas esta noche y menos en este lugar, si que tienen mala suerte. - decía una voz masculina mientras terminaba de enrollar los hilos en su muñeca.
-déjame salir.
-tranquila, miko, no te mataré, naraku solo quiere retrasarlos un poco y me pidió que les jugará alguna broma sucia.
-más te vale que me dejes salir o...
-¿o que? Para cuando alguien llegue a este lugar, ustedes habrán sido... Burlados. - dijo antes de soltar una risa de pura diversión.
-ustedes?..

Kagome no tuvo tiempo de pensar en ello ya que sintió como era sumergida en alguna especie de líquido caliente que deshizo el capullo y de paso su ropa.

Quemaba como si se tratara de ácido hirviendo, pensó que moriría allí mismo pero la perla brilló y ese resplandor la protegió de ser desintegrado, abrió los ojos,. Se hallaba en lo que parecía un estanque muy profundo lleno de aquel líquido verde transparente, se esforzó por nadar a la superficie sin percatarse de que había otra persona allí.
-ah! Cof Cof!. - su largo cabello mojado le cubría la cara y a lo lejos escuchaba la risa de ese sujeto alejarse cada vez más, nadó a la orilla y salió del agua dejándose caer en el piso de piedra alrededor de ese extraño sitio, sus manos apartaron los mechones húmedos de su rostro y miró el cielo, las estrellas y las antorchas eran lo único que iluminaba su alrededor.
-Cof, Cof. - se percató de que había otra persona ahí, se levantó y miró en dirección a la otra víctima del enemigo, estaba empapada, en ese momento le veía de espaldas pero claramente su silueta era femenina por no mencionar su voz.
-estas bien? - le preguntó, pero entonces reparó por primera vez en su voz, se tocó la garganta y trató de toser pensando que debía ser un error, su voz era grave, no como la de una chica sino como la de un hombre!!
-ese maldito... Voy a cortarlo en pedazos por esto. - dijo la voz femenina, kagome reparó en la chica, esa manera de hablar, esa ropa, y ese cabello.
-Sesshomaru?!!! - gritó con voz grave, él, mejor dicho Ella, lo miró y frunció el seño, estaba muy irritada, se miró las manos que ahora era delicadas, su cuerpo delgado y con curvas claramente femeninas, la armadura le aprisionada los pechos así que se la quitó.
-cállate, humano, eres demasiado ruidoso.
-espera, humano? Pero si yo soy....

Al tocar se el pecho en un ademán entendió lo que quería decir, estaba plano, en vez de su cuerpo femenino ahora tenía músculos, un abdomen plano y marcado, bíceps y demás músculos fornido y un gran....
-ay no, que horror!!!!
-cállate! Eres demasiado ruidoso!
-esto debe ser una pesadilla, yo no puedo ser un hombre... SOY UNA Mujer!!!
-humano escandaloso, por si no te has dado cuenta, ambos tenemos los mismos problemas.
-pero que nos pasó?
-fue ese bastado de naraku, nos hizo esto para retrasarnos, envió a una de sus nuevas extensiones para detenernos de alguna forma antes de que pudiéramos alcanzarlo.
-yo no puedo quedarme así.
-no eres el único, yo tampoco planeo pasar el resto de mi vida como una mujer, es muy molesto.

Los gritos de inuyasha irrumpieron en la escena, el olor de kagome claramente lo guiaba a ese lugar pero en vez de encontrarla a ella, halló a dos desconocidos, un hombre desnudo con el aroma de kagome y la perla en sus manos y una mujer youkai con un aroma parecido al de su hermano.
-TÚ. - dijo agarrando al hombre de los hombros. - ¿que le hiciste a la sacerdotisa que llevaba esa perla?! Por que tienes su olor?!
-que?! Yo.... Yo soy... Sonará raro pero yo soy ka...
-no quiero escuchar tus mentiras!!! Donde está ella?!
-te digo que yo....
-si no quieres hablar por las buenas. - tomó su espada y la desenvainó apuntando a kagome en su forma masculina. - te haré pedazos.

La espada se alzó, sesshomaru estuvo a punto de desenvainar su arma también pero la miko fue más rápida.
"shikon no tama, por favor sacamos de aquí!"

El brillo los cegó a todos y los alejó a ambos del lugar dejando al híbrido muy confundido, el primer lugar en el que había pensado kagome fue el pozo así que la perla los transporto cerca de él.

Sesshomaru estaba muy irritado, kagome tenía miedo y vergüenza de mirarlo/a, él mejor dicho, ella tenía ropa al menos pero en cambio la miko estaba desnudo, solo abrazó sus piernas tratando de ocultar la nueva parte de su cuerpo y hundió su cabeza mientras deseaba que la tierra se abriera y la tragara.
-hey, ten.

Sesshomaru le arrojó sus pantalones los cuales de momento no necesitaría ya que sus aoris le cubrían bastante, kagome los tomó y agradeció el gesto, eso era mejor que nada, aunque no se acostumbraba a sentir aquello entre sus piernas.
-no me explico como ustedes pueden caminar con esto entre sus piernas, es muy incómodo.
-tener dos enormes pechos rebotando todo el tiempo no es precisamente cómodo.
-que haremos? Ninguno de nosotros puede volver con su grupo luciendo así!!!
-no tenemos de otra más que perseguir a esa extensión y obligarlo a que nos regrese a la normalidad.
-m.....
-¿que te pasa?
-bueno... Yo no creo que te sea muy cómodo vestir ropas que no van de acuerdo a tu.... Nueva naturaleza..
-?!
-si quieres puedo ir a mi casa y traer ropa para ambos!

Kagome estaba segura de que él se negaría pero finalmente asintió, rezó para que la perla le permitiera el paso a su mundo, extrañamente lo tomó de la cintura y juntos de lanzaron al pozo.

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