Leyend Of Korra || Red Destiny

Libro 1: Aire

-¡Ya soy mejor cocinando! Tal vez no tan buena como P'Li pero he avanzado.-dijo juntando los chorros de agua en una cruz, lo que simularía unos brazos.

Nadie le había explicado muy bien aquella misión donde su querida maestra agua, y a la que consideraba su gran amiga; había perdido sus brazos. Lo único que sabía es que fue peleando contra el Loto Blanco.

Desde ahí; y por otros motivos; Korra no pudo evitar tomar versión por aquella organización. Recordaba como de pequeña le decía a la mujer que les patearía el trasero al Loto Blanco en venganza.

-Si, todavía recuerdo como lloraba Korra de bebé cuando le dabas de tu comida.-mencionó Ghazan sentado, recibiendo el golpe de los chorros de agua de esta, haciendo reír a Korra.-¡¿Quieres pelear maldita loca? ¡Te recuerdo que terminarás hecha lodo!

-¡Obvio! ¡Cuando combinas tierra y agua se hace lodo! ¡Se nota que tu elemento es la tierra, tienes una pequeña roca de cerebro!-ladró la pelinegra mientra su compañero se levantaba de su lugar y caminaba rápidamente hacia ella.

-Creo que sería mejor que se calmen porque Zaheer puede venir y ya sabes que n- paró su advertencia cuando escucho la puerta de la sala de entrenamiento ser abierta.- ¿Qué hay maestro?

-Zaheer, buenos días.- dijo la mujer alta acercandose a su novio.

-¿No se supone que dejamos esa etapa en la adolescencia?-preguntó el jefe del grupo. Cuando se volteó, Korra pudo notar el sobre que tenia en la mano derecha. Contuvo la respiración y sus emociones muy dentro suyo.-Korra, tengo la aprobación del Consejo para tu misión.

-¿Aceptaron?-dio un gritó cuando el movimiento de la cabeza del maestro fue afirmativa.

Estaba feliz, el que el Consejo hubiera aceptado su petición de hacer aquella misión solo le recordó el enorme esfuerzo que hizo al enterarse de que querían asesinar al presidente de la gran cuidad fundada por los héroes de la guerra de los cien años.
Ella quería ese papel; no importaba que no tuviera la madurez suficiente según los ancianos del consejo, ni que su control en el elemento aire fuera nulo; por ella, eso podía irse al demonio, quería esa misión.

Ya que para las misiones se necesitaba salir, esa acción que a ella nunca le habían permitido; y valla que ella quería eso; ver el mundo exterior con sus propios ojos, sentir el pasto y el agua del mar, respirar el aire puro de los campos y no el de una cueva sucia y húmeda.
Eso no quería decir que no les agradeciera a sus maestros, pero estaba cansada de ver el mundo solo a través de relatos. A parte de que jamás se había sentido cómoda en el refugio, con todas esas personas que siempre la miraban con ambición.

Diario era la pregunta de: ¿Cuándo podrá entrar al estado avatar?

Nunca había podido entrar a este, siempre se le decía que tenía que tener fe en la espiritualidad pero ¿cómo hacerlo si no tenía idea de que era? Nadie le explicaba que era eso; lo que le decían cada vez que preguntaba, era un "lo sabrás cuando entres". A diario todas las personas de la cueva le intentaban hacer entrar al estado avatar con varios métodos donde la mayoría de las veces perdía el conocimiento del dolor y despertaba llena de vendas.

Tenía miedo, ¿le dolería el estar en el estado avatar?, ¿iría al famoso mundo espiritual o se quedaría en su cuerpo?, ¿vería todo fuera de su cuerpo o dentro suyo?, ¿sería la misma?

-Prepara tus cosas, sales mañana al amanecer para llegar en la noche a Cuidad República.

-¿Dónde me quedaré?-asintió cuando recibió la respuesta de un apartamento que estaba completamente custodiado por integrantes de la organización.

-Grandioso, pensé que me libraría de esos patanes.-bufó.

-Korra, por favor cuídate, no llames la atención; no uses más de un elemento.-le indicó P'Li.
A regañadientes aceptó, no le agradaba la idea pero el objetivo era muy difícil de conseguir y sería un poco más si llegara gritando a los cuatro vientos que era el avatar.

-¿Mi tío me dejó algo?-cuestionó con impaciencia. Los regalos de su tío eran asombrosos, siempre le traía algo del increíble mundo exterior; ya fueran plantas, comida o artefactos de belleza que jamás utilizaba. Quería a su tío más que a nada, y estaría cien por ciento segura de que era un gran hombre si no fuera por la razón de que jamás lo había visto. Hablaban por radio y le traía sus regalos a través de mensajeros pero jamás había visto el como lucía.

-No, y creo que lo mejor será que te vayas a dormir; mañana te espera tu primera misión Korra.

-Maestro, ¿por qué tengo que asesinar al presidente?

Sintió extrañeza cuando su maestro de armas y combate cuerpo a cuerpo desvió la mirada y se revolvió el corto cabello negro. Había aceptado su misión por motivos personales pero la verdad era que no tenía ni la mínima idea de el porque de esta.

-Porque es un líder tiránico que se regocija de ganancias que no le pertenecen. A parte de que tiene manipulados a los últimos maestros aire y toda la cuidad.

-De acuerdo.....-susurró, por alguna razón esa respuesta no le llenó del todo y unas dudas empezaron a florecer en su mente.

Suspiró dejando sus dudas de lado y se encaminó a su cuarto para prepararse. Ya podía sentir la libertad, estaba a nada de salir de su pequeño hogar. Nada saldría mal, haría su trabajo y pediría de recompensa el viajar por el mundo, obviamente acompañada de sus amados maestros.

Claro; era el avatar, tenía control de tres elementos, buen dominio de espada y del combate cuerpo a cuerpo; ¿qué podía salir fuera de sus planes?

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HOLA ¿QUÉ TAL LES VA? AQUÍ ESTA EL PRIMER CAPÍTULO DE NUESTRA HISTORIA, CON KORRA IGUAL DE TERCA, INOCENTE, COMPETITIVA E INMADURA. PERO ESO CAMBIARÁ.

NOTA: EN LA SERIE OFICIAL, LA CONDICIÓN DE MING-HUA ES DE NACIMIENTO PERO YO DECIDÍ CAMBIAR EL HECHO PARA INFLUIR EN LA ACTITUD DE KORRA, YA QUE ELLA ORIGINALMENTE NO LOS ODIABA PORQUE SIEMPRE ESTUVO RODEADA DE ELLOS PERO AQUÍ ES AL REVÉS.

SI VEN UNA INCONGRUENCIA O UNA FALTA DE ORTOGRAFÍA ¡NO DUDEN EN DECIRME PORFA! Y LO SIENTO SI HAY.

¡HASTA LA PRÓXIMA QUERIDOS VIAJEROS!