24 años después

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Howard había vuelto a soñarlo.

Aquella pesadilla (que en realidad era un recuerdo) había vuelto.

Aquel sueño que le recordaba que su padre no lo quería lo suficiente cómo para quedarse.

Pero ya no importaba, no podía irle a llorar a su madre. 

Era un hombre adulto de 38 años, casado y con una hija (y un niño en camino), así que en vez de lamentarse, se levantó y se fue a trabajar.

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Era casi la hora de comer y Howard estaba en el laboratorio de Amy trabajando en su proyecto juntos (y sí, mientras escuchaban a Neil Diamond), cuándo uno de los estudiantes de la universidad entró por la puerta y preguntó:

-¿Howard Wolowitz?

- Soy yo.

-Tiene visita.

Extrañado, miró a Amy con expresión de sorpresa y esta se encogió de hombros.

-Dígale que pase. Me pregunto quién será-Pensó.

Apagaron la música y esperaron a que el visitante entrara.

En unos segundos, un hombre alto y delgado, con el pelo gris y los ojos azules entró tímidamente por la puerta.

Amy lo miró diciéndose a si misma que le recordaba a alguien pero no sabía a quién.

Mientras, Howard lo miraba atónito. Abrió y cerró la boca varias veces hasta que logró articular palabra:

-George...

-Hola Howard.

-Que haces aquí.- dijo dándole la espalda.

-He venido a hablar contigo.

-Pues yo no tengo nada que hablar contigo.

-Por favor, Howard. Compórtate cómo un adulto.

-Podría decirte lo mismo.

Mientras tanto, la bióloga observaba con cautela el intercambio de los dos hombres.

-Mira, sólo hablaré contigo si me dices que abandonarnos fue lo peor que has hecho.

-Puedo decirte eso, pero no es verdad.

-Pues venga, dime, que es peor que abandonar a tu familia con una nota.-dijo desafiante.

-Abandonar a tu familia haciéndoles creer que has muerto.

-... ¿Tú has hecho eso?

-Sí, antes de tenerte a ti, yo estaba casado y con un hijo. Luego, en un viaje de negocios, conocí a tu madre y se quedó embarazada. Al volver a casa, mi mujer se quedó embarazada de gemelos. Tú tenias 15 años cuándo tu madre me dijo que o me quedaba con vosotros o se lo contaba todo a mi mujer. Tuve que decidir entre fingir mi muerte o que mis hijos me odiaran, así que me hice el muerto.

-Vale, eso es mas horrible todavía, pero hay una cosa que no entiendo. ¿Si abandonaste a tu primera familia para estar con nosotros, por que nos abandonaste también?

-Porque tú, de niño eras la viva imagen de mi hijo pequeño: os gustaban las mismas cosas, cómo los cohetes o Star Wars, ambos erais muy inteligentes, hasta físicamente, teníais los mismos ojos, color de pelo, piel... No pude mas y huí.

Howard iba a hablar, pero en ese momento, le sonaron las tripas.

-Que os parece si vamos a comer y luego tu y yo seguimos hablando.

-Claro.

Así que empezaron a ir hacia la cafetería en un silencio incómodo, hasta que, George se paró en mitad del camino. 

Howard y Amy giraron a mirarlo y lo vieron mirando fijamente con expresión de tristeza, remordimientos y culpa una de las puertas de las oficinas de aquel pasillo.

Se acercaron y leyeron aquel letrero que tan familiar les era.

Dr.Sheldon Lee Cooper  b.s. m.s. m.a. ph.d. sc.d

Y entonces todo encajó.

Lo siento, hijosWhere stories live. Discover now