Me la puse y encima coloqué mi gorro, ambos estábamos frente al espejo sólo dando pequeños retoques a nuestros outfits.

-Ahora te ves más ardiente.

-Niall, yo ando de cariñosa y tú andas de caliente. -Dije con ironía mientras reía.

-Ya sé, mañana me te toca ser la caliente y yo el cariñoso.

-Eres un tonto. -Solté una carcajada. -Ya vámonos, ya quiero ver tu sorpresa. -Dije haciendo un puchero.

-Esta bien, ya vámonos preciosa. Te encantará.


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Llegamos al lugar, minutos antes Niall m hizo vendar los ojos.
Al entrar pude escuchar mucho movimiento, dejamos de caminar varias veces, escuchaba que lo saludaban muy felices, y de repente me pasó un listón por la cabeza, algo colgaba en mi pecho, lo toqué y era como un gafete o credencial.

Niall golpeó suavemente una puerta.

-Hey, ¿podemos pasar?

-Claro. -Se escuchó al otro lado. No podía ser posible, esa voz rasposa era inconfundible. Mis nervios aumentaron.

Escuché como cerraron la puerta, Niall aún no soltaba mi mano.

-Ya puedes mirar, linda. -Dijo esa voz suavemente.

Bajé lentamente la venda y estaba ahí, con sus manos entrelazadas, esperando mi reacción.
Miré a Niall, quién seguía de la mano conmigo, me sonrió y con dedo pulgar hacía círculos sobre mis nudillos.

-Harry. -Dije en voz baja.

-Hola hermosa. -Extendió su brazo hacia mí.

Me solté de Niall y fui a abrazar a Harry, aún un poco insegura, estaba realmente sorprendida. Harry lo percibió y me abrazó más fuerte, me adentré en el momento, todo lo que decían en internet era cierto, sus abrazos eran acogedores y te brindaba seguridad.

-¿Cómo estás? -Rompió el abrazo para mirarme.

-E... excelente. -Sonreí algo tímida.

Volteé a ver a mi novio, se veía feliz.

-Gracias Niall. - Lo abracé. -Eres el mejor novio del universo.

-Con los mejores amigos del universo. -Continuó Harry y todos reímos.

Estuvimos más de una hora en el camerino con Harry, Niall ya le había contado la historia de cómo llegué a su vida y en ese rato sólo nos conocimos y bromeamos. Harry era muy sencillo y tranquilo, los nervios desaparecieron en unos segundos y sentí que ya lo conocía de hace años, bueno... en teoría era cierto, en práctica no jaja.

Faltaban 5 minutos para que comenzara el concierto, yo estaba en primera fila y Niall en el balcón con unos amigos. No debían vernos juntos, a él sí, a mi no.

La verdad no sabía cómo actuar, por fin estaba en primera fila del concierto de uno de mis artistas favoritos y mi novio podría verme volviéndome loca, no sería problema si fuera cualquier artista, pero era uno de sus mejores amigos, oh y Harry podría verme, hace unos minutos actué casi normal y aquí estaría muriendo, qué vergüenza.
Decidí disfrutarlo a mi manera, ambos ya sabían que era Directioner ¿no?

Las luces se apagaron y el telón se abrió.


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El concierto ya había terminado, fue increíble, me divertí como nunca. Nos despedimos de Harry y salimos al estacionamiento.

El lugar estaba desierto, pero en un momento cientos de flashes bloquearon mi vista, Niall me tomó de la mano y comenzamos a correr. Con mi mano libre traté de cubrir mi rostro, agaché la cabeza y sólo me dejé guiar por Niall.

"¿Quién es ella?" "¿Nueva novia?" "Dedícanos unas palabras" "¿Habrá reunión de One Direction?"

Eran sólo algunas de las preguntas que los paparazzis lanzaban.
Llegamos a la camioneta, y aún cuando Niall estaba arrancando, tomaban fotos y golpeaban las ventanas.

Finalmente llegamos a la casa, en todo el camino no salió una sola palabra de nuestra boca. No quería ni verlo a la cara.
Me quité el gorro y la peluca y volteé a ver a Niall, estaba dejando su chaqueta en el sofá.

-Niall... lo siento. -Comencé a llorar. -Perdóname por favor.

-¿Qué? Miranda ¿Por qué me pides perdón?

-Pu-pues porque sólo vine a traerte problemas, ahora tienes que mantenerme, cuidar que nadie sepa de mi existencia y... y... esto saldrá en todas las noticias, yo...

-A ver, Miranda mírame. -Se acerco a mí y tomó mi barbilla. -Fuiste un regalo para mí, soy el hombre más feliz contigo, no tienes por qué pensar esas cosas, yo te amo ¿está bien? -Me envolvió en sus brazos y comenzó a acariciar mi espalda, tratando de calmarme.

Me recargué en su pecho y poco a poco las lágrimas dejaron de salir.
Niall no me soltaba, nos movía suavemente de un lado a otro, como si estuviera arruyando a un bebé.

Me separé un poco de él limpiando mis mejillas y él me dejó un fraternal beso en la frente.

-No te preocupes por nada, preciosa. Arreglaré lo que pasó hoy. -Asentí con una media sonrisa. -Vamos a la cama bebé.

Se agachó y me tomó en sus brazos, como si fuéramos recién casados.
Escondí mi rostro en su cuello y lo abracé fuertemente.

-Te quiero, Niall.

A ESCONDIDAS (Niall Horan)Where stories live. Discover now