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Parte 1: Universo Alterno.

Desde el inicio de la humanidad, se ha dividido a la población en dos diferentes categorías: las personas libres y los esclavos. Aparte de esto, era ley que al cumplir los 18 años, todas las personas debían convertirse en poseedores de uno o más esclavos.

Para las personas era totalmente común ser poseedor de un esclavo y existían tanto quienes trataban a sus esclavos como objetos, como los que los trataban como empleados.

Dicho esto, era increíblemente mal visto que se les tratara con amabilidad a los esclavos, dado que para la población eso era "rebajarse" al nivel de un esclavo.

Existían muchas luchas sociales contra el esclavismo, pero eran grupos pequeños y secretos, dado que al estar en contra de algo tan común a nivel mundial, ponían en peligro sus vidas.

Simple y sencillamente las personas se habían acostumbrado a que alguien más hiciera las cosas que ellos mismos no querían hacer.

Joel Pimentel había tenido la dicha de crecer con una madre que trataba con respeto a sus esclavos, inculcando en Joel un sentimiento de bondad hacia ellos.

Y un día, a pesar de haberlo estado evitando, llegó el momento al que más temía.

"Joel, es hora de ir por tu esclavo. Ya han pasado dos meses y si sigues así, vendrá la policía a averiguar porqué no te has hecho poseedor aún." Había dicho su madre y Joel sintió como el mundo se le iba abajo.