Adulterio

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—Amor, por qué tienes que ir hoy al trabajo? Si Bandit ha esperado toda la tarde a que te despertaras y poder jugar contigo...-replicó la pelinegra.

Gerard Way la observó mientras se ponía los zapatos y le sonrió con su característica tranquilidad.

—Sabes que no voy porque quiera nena, tengo que cubrir unos gastos y también tengo que juntar dinero para nuestro aniversario-le guiñó un ojo-, pero nni empieces a preguntar qué te regalaré que no te diré.

Probablemente te regale una carta de divorcio... pensó Gerard besando en la frente a su esposa como despedida.

Salió de su hogar y subió al auto, la noche era sencillamente mágica, como siempre que iba a encontrarse con él.

Llevaba dos años enteros engañando a su esposa con un amigo de la familia, ellos dos se conocieron en una fiesta de negocios y hubo una atracción inmediata, Gerard con ese cabello rojo había cautivado al menor de los dos, y Frank Iero había cautivado a Gerard con sus múltiples tatuajes y sus ojos avellana bastante vivos, bastante felices.

Frank por su parte también tenía una familia ya formada, su esposa Jamia y dos gemelas, esas chiquillas eran lo mejor para él.

Además de Gerard...

Ese hombre lo ponía inmensamente feliz, cuando veía sus ojos verde esmeralda mirarlo con timidez o cuando veía asomarse esos dientecitos en una sonrisa, con ese bello sonrojo que cubría sus mejillas. Lo volvía loco, y sinceramente esperaba quedarse con él por el resto de su vida, pero Gerard no se decidía, Frank por él daría todo lo que tiene, pero Gerard simplemente no cooperaba.

El hotel en el que reservó una habitación era bastante bonito, tenía muchas habitaciones y se veía muy limpio, jamás se atrevería a llevar a Gerard a un lugar sucio, pero tampoco se atrevía a llevarlo a su casa, su esposa no se lo merecía.

Estaba sentado en la cama jugando con sus dedos, movía su sortija de matrimonio con nervios, Gerard lo terminaría esta noche? Gerard querrá terminar de una vez a su esposa? Gerard se animaría a ser quien es por fin?

El timbre sonó y él corrió hasta la puerta para abrirla, miró al hombre de sus sueños parado detrás de ella sonriéndole con los ojos brillantes y unas pequeñas arrugas formándose abajo de ellos, sencillamente hermoso.

Gerard no perdió el tiempo y se lanzó a los brazos de Frank, rodeándole ambos brazos en el cuello y sintiendo los de Frank fríos bajo su camisa. Con el pie empujó la puerta para cerrarla y enredó ambas piernas en la cintura del menor, Frank rió y caminó de reversa llegando hasta la cama. Comenzaron a besarse y la camisa de Gerard salió volando por encima del sofá.
Frank miró con detenimiento el torso de Gerard, sus botones rosados y las líneas blancas que cubrían su estómago y brazos, las tocó y se acercó para besarlas, Gerard le parecía perfecto, su piel pálida sonrojada lo hacía casi llorar por estarla tocando, no merecía tocar aquella obra de arte hecha hombre.

Gerard gimió al sentir los húmedos labios de Frank besar su estómago y lo tomó del cabello, pero ansiaba más, necesitaba tocarlo más, le quitó la camisa enseguida y gimió al por fin tocar los relieves de los tatuajes de Frank, tocó y pasó sus dedos por todos ellos. La piel bronceada de Frank le parecía bastante sexy, la ligera barba que cubría el mentón de Frank le encantaba, le picaba en el cuello en el lugar donde estaba besándolo.

Frank hizo que Gerard estuviera debajo de él y procedió a quitarle el pantalón y a besarle el suave estómago mientras lo deslizaba hacia abajo.
Miró su ropa interior y sus muslos gruesos y pálidos cubiertos de esas bellas líneas blancas, escuchó el ronroneo de Gerard cuando sintió su cálido aliento chocar contra su entrepierna aún cubierta por esa tela molesta.

Bajó sus calzoncillos con lentitud y miró el miembro despierto y sonrosado de Gerard, lo tomó entre una de sus manos y se acercó para depositar un beso en él, sintió cómo Gerard clavaba los talones en el colchón y cómo sus manos tomaron la sábana, también escuchó un gemido sofocado, que lo hizo ponerse duro.

Comenzó a besar la cabeza del pene de Gerard metiéndose la punta y sorbiéndola apretando con los labios, Gerard ahora estaba ya gritando de placer, sintiendo la húmeda boca de Frank apresar su sexo de esa manera lo hacía delirar.

Frank apreció el líquido preseminal y esta vez lo tomó entre su mano y lo masajeó de arriba a abajo, lamiendo de vez en cuando, el orgasmo de Gerard llegó y con él un bonito y largo grito de parte de la boca de Gee.

Frank no perdió el tiempo y se bajó los pantalones de una vez junto con la ropa interior, miró a Gerard sudoroso y con las mejillas bastante sonrosadas, tenía los ojos cerrados y parecía querer dormir.

El menor lo tomó de los muslos y lo jaló hacia él, cuando su trasero quedó a la orilla de la cama, lo giró y pudo tener frente a él el esponjoso y pálido trasero de Gerard.

-Frankie... vas, qué vas a hacer?-preguntó Gerard somnoliento.

-Ya verás bebé.

Le separó las piernas y se acercó a lamer su entrada, Gerard arqueó la espalda y soltó un sonoro gemido, Frank se retiró y se dirigió hasta el rostro de Gerard, le metió dos dedos a la boca y retrocedió otra vez, y lentamente le introdujo uno, Gerard comenzó a mover las caderas ansiando más, Frank metió otro e hizo tijeras con ellos, preparando a Gerard.

-Por favor, sólo entra Frank-suplicó Gerard con un hilo de voz.

Frank alzó una ceja.

-Como quieras.

Escupió en la palma de su mano y procedió a lubricar su miembro con la saliva.

Alzó a Gerard y le colocó una almohada bajo el estómago, para así poder alzar su trasero un poco más.

Se tomó el miembro con una mano y lo metió en Gerard.
Gerard se sacudió y Frank hizo lo mismo, una corriente eléctrica lo traspasó y sintió el paraíso por unos minutos, Gerard estaba tan, tan estrecho que se sentía realmente bien penetrarlo.

Comenzó a bombear con lentitud y tomó las caderas de Gee con fuerza, clavaba sus uñas y apretaba mucho.

Gerard tenía la vista nublada, la boca entre abierta de la que ella salían grititos de placer, ya llevaba dos semanas sin sentirlo dentro y ahora que lo consiguió era realmente delicioso.

Comenzó a gritar aún más fuerte cuando Frank se movió todavía más rápido.

-Fra... Frank, es tan bueno-habló entre gemidos con la cabeza hacia atrás.

Frank quiso ver el rostro de Gerard y salió de él, sonriendo al escuchar las protestas de su amado.

Lo giró boca arriba y le abrió las piernas en seguida, las colocó a cada lado de sus caderas y lo penetró de nuevo de golpe.

-Sí, Frankie!

Pudo por fin admirar el rostro de Gerard, su cabello sudoroso y su ceño fruncido junto con la boca abierta lo incitaron a besarlo, Gerard lo abrazó por la espalda y lo rasguñó muy fuerte, a Frank eso le encantaba, se separaron y Frank colocó una mano en el cuello del mayor mientras seguía penetrándolo, él sabía que eso a Gerard le gustaba.

No tardó en venirse el pelirrojo con gemidos y lágrimas de placer, Frank lo siguió luego y cuando llegó lo mordió en el hombro, marcándolo.

Minutos después Gerard estaba acostado bajo el brazo de Frank, rodeando el torso tatuado con su brazo.

-Oh! Mira lo que te quiero mostrar- habló Gee y bajó de la cama.

Frank puso ambos brazos bajo su nuca y disfrutó de la vista que le brindaba el cuerpo pálido del mayor.

Gerard regresó con un papel en una de sus manos y se lo entregó.

Frank lo abrió con curiosidad y se carcajeó de felicidad al leerlo, incluso lágrimas salieron de su rostro.

Era una carta de divorcio.

Al fin Gerard sería completamente suyo.

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⏰ Última actualización: Dec 16, 2017 ⏰

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