Una victoria y una derrota

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BEK POV
A ojos de Anubis yo ya estaba lista, pero yo no me sentía convencida, Sejmet era la Diosa de la Guerra, entrenada durante toda su vida para pelear, yo era una simple mortal que a pesar de llevar toda la vida huyendo y peleando para sobrevivir no puede compararse ni por asomo a la larguísima vida que había llevado la diosa.
Habíamos vuelto al lugar de entrenamiento para terminar de recoger las cosas y a partir de ahí debía ir andando a su hogar.
Según Anubis no nos llevaría más de 15 horas llegar, menos de un día, y durante el trayecto no hago más que pensar en una táctica cuando el dios a mi lado me saca de mis pensamientos
-Si sigues pensando tanto te va a dar una embolia
-Lo dices como si lo único que tuviese que hacer fuese ir allí, tirarle una piedra y salir corriendo
-Si no recuerdo mal, eso mismo fue lo que hiciste cuando fuiste a ver a Horus a la tumba de sus padres
-Si, pero no es lo mismo, ahí estaba ciego y no era el Dios de la Guerra, lo cual ya me suena repetitivo
-Puede que sea cierto-después de soltar una pequeña risa que a mis oidos ya era normal, solo hubo silencio
Durante el viaje apenas hablabamos, solo cuando Anubis me decía que parase de pensar tanto, y después de casi 1e horas andando yo ya estaba agotada
-Anubis, creo que deberíamos para un rato, no puedo pelear si estoy agotada
-Es cierto, mis disculpas, queda una hora de camino, descansaremos dos
Y así el dios se sentó a mi lado y sacó algo de comer, en este tiempo había conocido la forma humana de Anubis, el me dijo que no se la había enseñado a nadie porque no le gustaba, pero a mis ojos era bastante apuesto, tenía los ojos castaño  oscuro, su pelo era corto y de un color casi moreno, su cara era afilada pero no demasiado, y sus labios no eran ni finos ni gruesos, su tez era color caramelo y su cuerpo era como el de todos los dioses, perece ser que ninguno estaba gordo, que suerte.
Mientras comíamos hablabamos y reíamos como verdaderos amigos, y durante dos horas pude olvidar lo que me esperaba

HORUS POV
Preparé una bolsa y me puse algo cómodo que no fuesen mis típica túnicas, salí por la noche intentando que nadie me viese y como no, no lo conseguí
-Hathor, ¿tu nunca duermes?
-Sabes que duermo como la que más pero después de la visita de Bek, algo me dice que no te vas a quedar quieto
-He descubierto una forma de llegar a donde van sin que mi abuelo interfiera, ahora no lo hagas tu
-Se de que forma hablas, tardarás un día por lo menos
-Me arriesgaré
-No te detendré, pero tienes tres días para volver antes de que tu abueli se de cuenta
-Gracias
Hathor se dio la vuelta y se marchó, era raro que no insistiese pero no le di más importancia, salí al patio y volé bajo para no ser cisto por mi abuelo

HATHOR POV
Se que no debí dejar ir a Horus, pero era necesario, camine hasta la habitación de Zaya y me quedé observandola en la puerta mientras dormía, las palabras escaparon de mi boca en un susurro
-Lo siento Zaya, reza para que Horus llegue a tiempo

BEK POV
Ya llegamos, quien diría que el hogar de la Diosa de la Guerra sería un gran palacio rodeado de grandes jardines preciosos, miré a Anubis de reojo que había vuelto a su forma de dios y el me miró
-Aunque no lo parezca le gusta la paz para entrenar
-Interesante, y ahora que hago, ¿llamo a la puerta?
-Simplemente entra y ella sabrá que estás aquí
Había vuelto a ser serio e intimidante, lo que me dijo que ya era hora de dejar la bromas y seguir adelante
Avancé hasta la puerta y antes de pasar entre las dos columnas giré mi cabeza y vi a Anubis darme una pequeña sonrisa mientras daba un pequeño asentimiento.
Avancé un paso y todo lo que había al rededor desapareció, ya no vi mas a Anubis y eso me preocupó, pero no dejé que durase mucho y seguí avanzando hasta llegar a un patio de arena con un montón de objetos de entrenamiento, llegué al centro y una voz demasiazo conocida para mí llenó mis oidos
-Valiente mortal que te atreves a entrar aquí y pedir combate
Respiré hondo y me giré con una media sonrisa en la cara
-Siempre me han dicho que no era normal, puede que tonta
Una única y gran carcajada salió de su boca-no los pongo en duda
-Bien, bromas aparte, he venido para que nos dejes a Horus y a mi en paz
Su cara cambió a seria en un segundo y su voz venenosa me dio escalofrios
-Lamento decirte que no vivirás lo suficiente para ello
Sin esperarlo, se lanzó contra mi con una espada que no sabía de donde la había sacado, logré esquivarla justo a tiempo, pero me dí cuenta de que ella era mucho más rápida que Anubis, solo podía esquivar mientras ella continuaba atacando, en uno de sus movimientos esquivé a tiempo pero me hizo un profundo corte en el brazo izquierdo, grité de dolor y decidí pasar a la ofensiva, bloqueé su ataque con mi brazalete izquierdo, y noté que tenía que hacer más fuerza para ello aunque mi brazo estaba herido, ella era mucho más fuerte, por lo que yo debería ser más inteligente, barrí sus piernas y cayó al suelo, pero no tardo nada en levantarse, para cuando estuvo de pie yo ya había empezado a correr hacia el jardín lleno de maleza y palmeras, sería el perfecto camuflaje
-¡No puedes esconderte de mi!
-¡Tranquila, no lo pretendo!
Busqué un árbol que no fuese una palmera y lo escalé hasta una rama baja, esperé pacientemente hasta que la ví y saque la pequeña daga, mi herida dolía como el infierno, pero aguante.
Una vez que estuvo debajo salté sobre ella, pero lo esquivó y solo le hice un corte en la mejilla derecha, se ve que no mucha gente la llegaba a herir, porque su expresión se enfureció de repente y entonces fue cuando sentí verdadero miedo.
No fui lo suficientemente rápida cuando me agarró por el cuello y me arrojó de nuevo al campo de arena, choqué de espaldas conun estante de lanzas y caí al suelo, me rompí dos costillas, me levante sujetandome el costado derecho con mi brazo herido y respirando pesadamente, debía encontrar rápido su patrón antes de quedar más herida, cogí una ñanza del suelo, y aguantando el terrible dolor de mis costillas, ataqué.
Únicamente me dediqué a esquivar hasta que lo ví: dos ataques de espada seguidos, después de una pequeña pausa, salta hacia delante, da una patada con la pierna derecha y lugo un puñetazo con la mano izquierda, y de nuevo se repite, así que mi oportunidad estaba entre los ataques de espada y el salto, esquivé dos repeticiones más hasta que estuve  preparada y ataqué, de repente todo paró y ella y yo miramos hacia la lanza clavada en su costado, era una herida profunda pero no mortal y el oro fluía como una cascada, su ira era reflejada por todo el lugar cuando cambió a su  armadura y el lugar dejó de ser hermoso para dar paso a un bosque de piedras y montañas.
Con su espada me quitó la lanza y paré lo siguiente con mi brazalete, corrí hacia las piedras y me oculté detrás de una
-Piensa Bek, piensa
Las heridas me pasaban factura, la persida de sangre en mi brazo y el dolor en las costillas me nublaban la vista y me mareaban, si no acababa pronto no podría seguir, el montón de rocas donde me ocultaba quedó destruido y me dscabullí hasta quedar frente a la diosa

RA POV
Se perfectamente cual es el final, Bek no solo debe ganar, antes debe demostrar que tiene la suficiente suerte y coincidencias que no todo el mundo posee, él me odiará por ello pero con el tiempo lo entenderá

HORUS POV
Despues de 20 horas volando ya veo el palacio de Sejmet a lo lejos, pero está cambiado, ya no hay jardines verdes llenos de vida, si no un boque de piedra muerto, a mddida que me acercaba vi lo que pasaba, Sejmet tenía un corte en la cara y una herida profunda en el costado que no dejaba de sangrar, llevaba puesta su armadura, la cual pocas veces utilizaba, siempre decía que podía vencer a cualquiera en su forma mortal, lo que me dijo que Bek la había enfurecido, y luego la vi, se notaba que había perdido mucha sangre por el brazo, se agarraba fuertemente las costillas y se notaba que no podía concentrarse, iba a perder, esquivaba y atacaba con gracia a pesar de apenas poder mantenerse en pie, era buena, pero no lo suficiente.
Aceleré todo lo que pude y un escuché un terrible grito
-¡Noooooo!-el cual me di cuenta, había hecho yo
Sejmet había atravesado a Bek con su espada, había caido de rodillas al suelo mientras la diosa retiraba el arma, vi mucha sangre salir del estómago de Bek y conseguí alcanzarla antes de que cayese al suelo, la cogí en brazos y salí volando
-Por favor no mueras, no otra vez
Lo único que pude oir antes de que se desmayase fue
-Te amo
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Lo se, lo se, el final es un poco cursi pero a mi me gusta. Intentaré actualizar pronto pero 2° de Bach me tiene loca, gracias por seguir mi historia me encanta que halla gente a la que le guste

Dioses de Egipto 2: El destino de BekWhere stories live. Discover now