DIANA: EL COMIENZO

Parte 1 Sin Título

DIANA

EL COMIENZO

Estaba oscureciendo, Diana una hermosa joven con unos hermosos ojos azules y una piel clara con un hermoso cabello rizado dorado recolectaba flores en el jardín, entre sus brazos tenía unas hermosas hortensias purpuras, claveles rosados, margaritas como el color de la blanca nieve y unos lirios amarillos tan deslumbrantes como el sol. Mientas recolectaba sus hermosas flores alcanzó a distinguir una hermosa lantana, Diana se dirigió a ella admirando su hermosura, se inclinó ante ella pensando- ¿la llevo o no la llevo?-de pronto escuchó una terrible voz,-¡Diana entra a la casa!-inmediatamente ella le contestó-¡ya voy señora!- con una voz de desagrado. Diana se levantó con cautela mirando a la hermosa flor por unos segundos más, mientras la observaba, sintió que alguien la estaba viendo, volteó rápidamente pero no vio nada sino solo un búho en la rama de un árbol, se dio la vuelta y se dirigió al habitáculo de su señora. Antes de entrar, encontró una flor marchitada en el suelo, la tomo entre sus manos y tubo compasión de ella, le dio un beso en los pétalos y la dejo a un lado de la puerta - Te recuperarás pronto – le dijo con una dulce voz. Entro a la casa, dejó sus flores en la mesa de la cocina y se dirigió a donde estaba su señora con un poco de miedo.

-¿Fuiste a comprar las cosas que te pedí?-le dijo con una voz enojada- Diana, te lo pedí miles de veces, ¿acaso no entiendes?

-Perdón señora Winters, no volverá a pasar, se lo prometo- Diana bajo la mirada con tristeza.

- Eso dijiste la última vez, sabes que, mejor ya no digas nada, ¡siempre es lo mismo contigo!- levantó su mano para darle una cachetada a Diana cuando de repente todas las flores que estaban en la cocina se degradaron a un color negro.

-¿Qué pasó?¿qué es esto?-dijo asustada.-¿qué hiciste?

-Nada señora Winters nada, no hice nada, no sé qué pasó- Diana volteo a ver a su alrededor con una cara asustada.

-No digas más ¡callate! y ve a limpiar mi cuarto.

-Si señora Winters-dijo con una voz angustiada.

-Y no se te vaya olvidar ir a comprar mañana al pueblo lo que te pedí, o te pasará lo mismo que la última vez-la señora Winters se recostó en su sillón y comenzó a pensar que es lo que había sucesido.

A la mañana siguiente Diana salió de la casa para ir a comprar las cosas de la señora Winters, a la hora de cerrar la puerta volteó a ver la flor que había besado una noche antes, su expresión era anódada, la flor estaba como nueva, un rojo resplandeciente y un olor grato para la nariz. Diana no sabía que es lo que había pasado, hubo un profundo silencio en ese momento, sintió un escalofrío en su espalda, como si alguien lo estuviera viendo pero pensó que era su imaginación y el clima de esa mañana, así que siguió su camino dejando el caso de la flor atrás. Llegando al pueblo compró todo o que la señora Winters le pidió, huevos, leche, queso, aceite y algo de especias, mientras ella pagaba, la reina y su ejército estaban entrando al pueblo después de la victoriosa batalla que tuvieron contra el reino de Absajia. Todo el reino recibió a la reina Atenea con gran gozo lanzando flores y bendiciéndola.

Después de haber pagado Diana vio la felicidad de las personas preguntándose-¿Por qué todo el mundo tiene una razón para ser feliz en este momento y yo no?-mientras ella estaba distraída pensando en un motivo por el cuál sonreír ese día ,un caballero montando a caballo pasó empujándola tirando todas sus cosas, cuando la vio puso una cara de burla y siguió su trayecto, Diana se enojó en ese momento pensando en que le iba a decir la señora Winters, de pronto se escuchó al caballo caer junto con el caballero de una manera brutal, la gente se reunió rápidamente para averiguar qué es lo que sucedía ,lo que provocó su caída fue una raíz atada a la pata del animal, mientras ellos buscaban la manera de levantar al caballo del caballero, Diana se preguntaba-¿Qué le dire? ¿Qué le dire? No quiero estar encerrada por una semana en el sótano a oscuras- Entonces, una abuela llegó y le regalo todo lo que necesitaba.