Capitulo 19: Bienvenida a la ciudad.

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—Creí que estaría más lleno, estoy amando el lugar ya —dijo con una sonrisa emocionada.

—Voy a pedir la pizza ¿Quieres alguna en especial?.

Negó.

—Pide la que quieras y algo para tomar.

Pedí rápidamente varias porciones de pizza para llevar y dos bebidas. Le pedí a Missy que sujetara la bolsa con las bebidas y ambos comenzamos a caminar.

El parque no quedaba muy lejos y siempre solian haber muchos patos, además de una laguna y un mirador. Ese era uno de mis lugares favoritos, no iba a negar que adoraba los patos.

Encontramos un lugar apartado de la gente y cerca de los patos. Le indiqué a Missy que se sentara y ambos comenzamos a comer.

—Adoro a los patos, pero detesto que intenten robarme la comida —admitió entre risas.

—Descuida, no se acercaran mucho, tienen algo de miedo —le aseguré.

Missy se acomodo en el pasto y me miró seria.

—¿Qué estudias? —preguntó.

—Periodismo —respondí—. Planeo trabajar con mi padre cuando termine.

—¿Y te gusta?.

Me encogí de hombros.

—No lo sé, un poco —admití—. Pero tampoco lo odio, solo siento que está bien.

—George parece adorar estudiar arte, hablaba mucho de eso cuando me acompaño en la galeria —comentó.

—Si, de eso no hay duda, siempre soñó con ser profesor, tiene paciencia, siento que le irá bastante bien.

—Tu podrias salir en la televisión dando las noticias del día, lo cual seria emocionante.

Sonreí y ella mordió su pizza.

—¿Y por qué tú trabajas de fotografa en vez de estudiar?.

—Hice un curso rápido, mi hermano mayor, bueno, hermanastro mayor —se corrigió—. Es un gran fotografo, él y su novia Avelyn recorren muchos paises y toman fotografias —sonrió—. Quería tener algo como eso, sentirme feliz como él, pero me di cuenta que no sentía lo mismo que él con la fotografia, me gustaba, pero no la amaba y no estaré haciendo eso toda mi vida.

—¿Por eso fuiste la aniversidad?.

—En parte, además... en serio quería saber que clases de personas van a la universidad —bromeó.

Asentí y limpié mis manos una vez que acabé de comer mis porciones de pizza.

—¿Tienes muchos hermanos? —pregunté.

—Yo soy hija única, pero mi madre se divorció de mi padre cuando se enteró que la engañaba con la mucama y luego, varios años después, conocio a un hombre que volvió a hacerla feliz y se casó con él, su nombre es Derek —respondió—. Y es el padre de Jason y Bethy, mis hermanastros, que la verdad son más mis hermanos que otra cosa.

—Yo solo tengo a George, que es un año menor que yo y a Blair, ella aun va a secundaria, cumplió dieciseis.

—¿Cuantos años tienes? —dijo de manera curiosa.

—Veintitres ¿Y tu?.

—La edad de tu hermano, veintidos.

Luego de terminar de comer la llevé al mirador, después a recorrer las tiendas e ir por un helado. Finalmente, cuando se hizo totalmente de noche fuimos nuevamente al auto y la llevé a la feria para que se pudiera subir a la rueda de la fortuna.

Hicimos pacientemente la fila para que a la mitad nos dijeran que la atracción se cerraba y nos expulsaran a todos del lugar. Missy se enfadó y yo también, porque no hicimos fila todo este tiempo para que cerraran la atracción.

Ambos volvimos al auto y no hablamos sobre eso.

La llevé nuevamente a su departamento.

—Deberiamos volver a salir, hoy me divertí —confezó.

—Yo también —concordé—. Podriamos ir a la feria por la mañana, así tenemos tiempo de hacer la fila.

—Claro, podrias invitar a Henry y Monique y yo a Archie e ir todos juntos.

Entonces volví a la cruda realidad de que esto no era una cita, sino una salida de amigos y nada más que eso.

Asentí.

—Por mi está bien —acepté—. ¿El proximo fin de semana te parece?.

—Si, claro.

Finalmente llegamos a su departamenro y su hermana mayor Bethy estaba esperandonos. Tenía ruleros en su cabello, un camison floreado y una bata de baño celeste junto con pantuflas. Se veía como toda una señora mayor lo cual nos hizo reir a ambos.

Bethy se acercó a mi ventana y la golpeó pidiendo que la baje, por lo cual le hice caso.

—Espero que la hayas tratado bien, no traje el amasador porque no lo encontré ¡Pero estaba apunto! —me amenazó—. Vamos hermanita, baja del auto.

—Te veo en el departamento, traje tu pizza —avisó.

Su hermana me dio otra amenazante mirada y luego se fue.

Missy y yo reimos y luego ella besó mi mejilla.

—Te veo el otro fin de semana, hasta entonces Peter.

Bajó del auto y no me fui hasta que la perdí de vista.

Me sentía igual que cuando me dio aquel beso en la mejilla, aunque esta vez no había sido tan atrevido como entonces. Mi rostro estaba rojo y solo deseaba que no hubiese sido mi mejilla, sino mis labios.

El desastre entre Missy y Peter.Where stories live. Discover now