4

460 25 8
                                    


-¿Estás bien? –Pregunto Mon entrando a mi cuarto con un vaso de agua- llegaste muy silenciosa

-Comencé analizar mi día –reí- no sé si está bien seguir, siento que lo engaño que ser feliz mientras ellos no están más por mi culpa...

-No fue tu culpa Mariana, quítate eso de la cabeza, tienes 24 años no puedes quedarte toda la vida llorando, no van a volver aunque pases tu vida aquí no volverán, daría mi vida para que ellos siguieran con nosotros...

-En un momento siento que avanzo pero de repente vuelvo como al primer día

-¿Es broma? hoy volviste a viajar, tocaste te relacionaste con otras personas, avanzaste un montón amiga –de repente apareció en mi mente Peter sonriendo y me paré rápidamente- ¿pasa algo?

-Creo que mejor será ir a dormir, mañana pasara temprano Benjamín por nosotras –asintió- buenas noches –cerró la puerta y apagué la luz-

Era mi primera noche sin llorar apenas apagaba luz, tenía Brian junto a mi hija en mi mente y en segundos aparecía PETER, mierda esto no me podía pasar...

-La –miré y estaba mi amor, traté de acércame pero no pude – es hora que no dejes partir y hagas tu vida –negué-

-Llévame por favor –negó- no quiero seguir más, si es porque miré a ese chico, perdóname pero no me dejes aquí por favor –se acercó y colocó una mano en mi mejilla -

-No quiero que derrames otra lágrima por mí, estoy en un lugar increíble –miré el piso y era blanco- es momento que hagas tu vida

-No puedo –dije- no puedo si no los tengo a ustedes

-Siempre estaremos contigo, pero tiene el derecho de ser feliz, no te dejaría salir con cualquier chico –sonrió- pero este argentino es...

-Yo te quiero a ti- miró hacia atrás miré pero sólo veía blanco-

-Me tengo que ir –negué y lo abracé- vuelve a empezar –cerré los ojos- con Alelí te cuidaremos, está se la última vez que nos veamos-

Al abrir los ojos me encontré a Mon llorando con su celular en mano

-Mi amor –me abrazó - ¿Qué pasó?

-Se fue –sentí un vacío y una angustia terrible –

-Tranquila, sólo fue un sueño –negué-

-Fue muy real, lo abracé me dijo que sería la última vez que nos veríamos –me levanté- esto fue mi culpa, venir aquí me hizo perder la única manera de poder estar con ellos, me pidió que fuera feliz ¿Cómo es posible si no los tengo?

-La –mírame- alterarte no hace bien –comencé a respirar como me había enseñado mi sicóloga- es momento que lo soltaras, por favor no retrocedas todo lo que avanzaste, tienes que dejar que descanse –miré la foto que tenía en mi velador- sí él te pidió que fueras feliz es por algo...

-¿Por algo? Mierda Mon, estoy aburrida que me digan que el dolor pasará DOS AÑOS Y ES COMO SI TODOS LOS DÍAS EL DOLOR SE HICIERA MÁS FUERTE –Negó-

-Es porque no pones de tu parte, te aferraste a ellos sabiendo que no volverán, sólo te pido que pienses en nosotros en tus sobrinos hermosos, el amor que te entregan, créeme que este lugar te sanará –sonrió-

Durante el viaje a la playa recordaba el sueño que tuve ¿Por qué no vi a mi hija? No me quiero imaginar que nunca más los podre ver aunque sea por las noches...

Vi un letrero que decía "MAR DEL PRÍNCIPE" era el lugar que siempre hablaba mi hermano

-Compré la casa –lo miré- me encanta esté lugar, la tranquilidad es única tenemos la privacidad necesaria para estar aquí, aún no saben que compré aquí espero que siga así por un tiempo –asentí- tienes tu cuarto –sonreí- ¿has hablado con tu madre? –Negué –

-Llegando la llamaré, el día de ayer no me dio el tiempo pero debe estar feliz ¿no?

-Ni te imaginas –me miró por unos segundos- todos estamos contentos con que estés haciendo un poco tu vida –sonreí-

-Espero no traerte problemas –río- quiero ver a Carolina –asintió- quiero agradecer todo lo que hizo por mí, aunque últimamente te hizo la vida imposible, no puedo olvidar que estuvo conmigo en mi peor momento

-No tengo problemas La, me parece perfecto comparten el mismo dolor puedes buscar ayuda en ella siempre te quiso mucho, todo el drama que tenga con ella es conmigo no contigo –sonreí-

-Crees que no sé, Eugenia se ¿enoje? –pregunté-

-Para nada, de hecho me dijo que si quieres juntarte con ella en el departamento ningún problemas aunque lo más probable que sea Carolina la que no quiera –reí- estamos llegando ¿estás segura? –asentí no muy convencida, Rufina tiene la misma edad que tendría alelí verla y no caer sería el gran paso para volver a empezar-

Cuando estacionó, sentía que en cualquier momento mi corazón saldría volando, tomé mi bolso y estaba tiritando, Mon vendría más tarde con su novio ya que venía viajando desde México, entramos y era HERMOSO, vista al mar que era lo que más amaba en la vida, se escuchaba música, al entrar nadie esperaba pero comenzaba a ponerme nerviosa, vería a mis sobrinos después de meses, aunque esta vez con un poco más de alegría, dejamos las cosas en el comedor y Benjamín abrió el ventanal que conectaba con el patio trasero, primero salió el conté hasta 10 y salí-

-TÍA- gritaron mis tres sobrinos corriendo hacía mi – te extrañamos

-Que hermosos que están por dios –los miré eran igual a Benjamín- los extrañaba un montón

-Tía, vení a conocer a la Rufi –Bautista me apunto donde estaba Eugenia tomando mi mano para comenzar a caminar la pequeña estaba escondida entre sus piernas, de lejos veía sus rulos sueltos-

-Rufi –la llamé y se asomó un poco- ¿nos piensas saludarme? –Eugenia la miró y salió de su escondite era HERMOSA, me miró por unos segundos y de repente corrió hacía mí, al tenerla entre mis brazos sentí una paz tremenda, se soltó un poco y me miró- soy Mariana –sonreía- pero puedes decirme Lali –miró sus manitos-

-¿No puedo decirte tía? –Asentí sonriendo- ¿Por qué lloras? –ni siquiera me había dado cuenta que lo estaba-

-De felicidad por conocer a la nueva princesa de la familia –sonrió –

-¿Vamos a jugar? –preguntó-

-Rufina –dijo Eugenia- tienes que comer primera –asintió me abrazó por última vez –

-Tengo que ir a lavarme las manos –asentí no me salían más las palabras – vengo al tiro tía –me dio un beso y se perdió por el pasillo

-¿Estás bien? –Preguntó Eugenia y me abrazo-

-Sí –dije sonriendo- es hermosa Euge, te entrega una paz inmensa –asintió- gracias

-Gracias a ti –me soltó- ¿Queres servirte algo? –

-Por ahora solo agua –asintió, fue a la mesa donde había un montón de cosas para tomar y también ensaladas –

-Toma –me entrego un vaso con agua y hielo- soy vegetariana, así que no le pego a la carne, tendremos que esperar que mi hombre –miramos donde estaba Benjamín prendiendo el fuego- haga el asado –asentí- ¿se quedaron hasta muy tarde?

-No mucho, Pedro –sonrió- ¿pasa algo?-negó sin quitar la sonrisa-

-¡PETERRRR TOMAME EN BRAZOS A MI! –gritaba Rufina, y entro al patio en brazos de Peter, en segundos apareció una sonrisa en mi rostro-  

VOTEN Y COMENTEN!:D

VOLVER A EMPEZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora