Almas de Cristal-Capítulo 2.

92 11 0
                                    

Sirenas de ambulancia, de policía sonaban sin cesar, no se mantenían quietos, de norte a sur y viceversa. Luces, destellos mezclados con la oscuridad de la noche.

—¡Descarga!— Se oía decir a uno de los auxiliares.

—¡Vamos, que entre todos los conseguimos!—Decía otro de los auxiliares.

Una descarga tras otra sin aparente resultado y una veintena de policías intentando despejar el tráfico.

–Lleváosla, aquí no aguantará.—Comunicaban los superiores a los auxiliares de la ambulancia.

Cogieron y llevaron a la mujer casi sin vida al hospital.

Un gran alboroto se había armado en aquella autopista:Dos automóviles chocaron de frente a causa de la poca visión causada por la lluvia, y tras ellos chocaron un conjunto de unos 10 vehículos más.

6 muertos en el acto, 8 heridos de diferentes gravedades y 3 salieron prácticamente ilesos.

Una noche horrible.

—¡Buenos días!—Gritó Yakumo bajando las escaleras.

Nadie contestó, fue a la cocina y encontró a su padre llorando.

—¿Qué ha pasado?—Dijo preocupado.

—No sé como decirte esto Yaku...—Sollozaba su padre—A...Ayer... tu madre no volvió...—Empezó a llorar—Hu...hubo un accidente...

—¿Estás bromeando no?—Dijo Yakumo con una sonrisa de incredulidad a la vez que lloraba intensamente.—¡TIENES QUE ESTAR BROMEANDO, JODER! ¡DIME QUE NO ES VERDAD! ¡VAMOS, DILO!

—Tú mismo sabes perfectamente que es cierto...—Dijo su padre con calma y paz frente a la perdida de control de su hijo.

Almas de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora