Prólogo

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Sus manos recorren mi piel y hacen que se tense automáticamente.

— ¡Ah! — chillé cuando sentí que tocaba la zona más delicada que tenía.

— ¿Te gusta esto? — dijo divertida. Asentí haciendo que riera levemente. — Eres demasiado tierna.

Dicho eso llenó mi cuello de besos, dejando marcas y cosquilleos sobre este.

Y-yo... Te a-amo...

Mi Pequeña Where stories live. Discover now