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7:00 AM.

Me levanté temprano para ir a la universidad, preparé mi desayuno y algunas cosas para salir.

El clima estaba demasiado frío, y bueno, no es que lo odie, pero haberlo tenido durante casi un trimestre era horrible.

El autobús se demoró en llegar. Por lo que tomé mi mochila y me fui caminando.

Diez minutos después de intensa caminata llegué a mi destino.

Aún era temprano así que tuve la libertad de escoger mi asiento, cosa que valoraba mucho ya que en mi escuela sólo habían sillas estropeadas y no me apetecía sentarme en una con ese estado.

Al cabo de unos treinta minutos empezaron a llegar todos mis "compañeros".

Por último entró el maestro que nos daría la clase correspondiente a ese módulo.

5:30 PM.

Salí de primera debido a que terminé el deber que había puesto el último maestro.

Me dirigí a la parada del autobús y lo esperé impaciente para poder llegar a mi lindo hogar.

Pero durante la espera me puse nerviosa, ya que había una persona junto a mí y demasiado cerca. De un momento a otro tomó mi mano y jaló de ella, guiándome hacia el suelo haciendo que me estrellara contra este. Una vez tuvo control sobre mí, cubrió mis ojos con algún tipo de venda, haciendo que mi vista fuera limitada.

Me arrastró algunos metros y me llevó a algún vehículo. Una vez me encontraba dentro, descubrió mis ojos y dijo que no hiciera ningún tipo de escándalo, ya que mi vida corría peligro si lo hacía. Yo, asustada asentí muy fuertemente esperando a que no hiciera nada malo conmigo.

Me llevó a una parte de la ciudad muy lujosa, vi muchas casas que eran más grandes que todo mi edificio junto.

Detuvo el coche en una de las casas que estaba al fondo. Me bajó casi a golpes, y me adentró en la lujosa casa. Una vez allí, me llevó a una habitación del segundo piso (todo esto en sus brazos), me dejó sobre la cama y se retiró.

Una chica se apareció por la puerta y se quedó observándome.

— No te asustes querida, ¿si? — su voz era lenta y delicada. — ya no tendrás que preocuparte de nada. — me sonrió y se acercó a mí. — de nada más... — dijo a escasos centímetros de mi cara. — Desde ahora sólo piensa en mí y nada más. — dijo susurrando para después dejar un beso en mi nariz.

Después de aquella incómoda situación ella simplemente abandonó la habitación esta vez cerrando con llave, haciendo que no tuviera escapatoria de allí.

Me levanté de mi lugar y observé aquella habitación. Era espaciosa y tenía un gran clóset, un ventanal hermoso y unas flores encima de la mesita de noche.

Duré en aquel cuarto alrededor de una media hora hasta que la chica volvió aparecer, tomándome de la mano dirigiéndome hacia la planta baja de la casa.

— Esta es tu nueva casa. — dijo señalando todo el lugar.

— Pero... Y-yo ya tenía un hogar, esto no es necesario. — dije tratando de converserla de que me sacara de allí. — ¿Podrías sacarme de aquí? Tengo cosas que hacer.

— Dije que no. Te quedarás aquí viva o muerta. — respondió notablemente un poco enojada.

— Yo no quiero... — susurré para mí.

— Nunca pregunté si querías. — me dijo con el mismo tono.

Mi única respuesta fue correr hacía el cuarto en el que hace algunos diez minutos me encontraba, con lágrimas empapando mis regordetas mejillas.


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⏰ Última actualización: Feb 05, 2018 ⏰

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