Título de la parte

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Seis, recuerda finalmente, y el eco no se va, pero disminuye.

9 pesados pasos hacia el baño, se mete a la ducha con el traje de batalla puesto, por que es un día malo, uno de esos días donde tiene que gastar una hora adicional en la bañera mirando hacia la nada bajo el agua fría, hasta que recolecte la energía suficiente para salir a hacer el desayuno, difícilmente ignorando el eco del "¿Para que?".

[.]

En un mal día, nada es fácil.

Hasta mover un hueso supone un esfuerzo incalculable, Papyrus comienza con la preparación del spagetti (¿que mas?) el que seguramente Sans ni siquiera tocara, por que nunca lo hace, pensó, por que siquiera se molesta en... No, se detuvo a si mismo. No.

Sans aparece escaleras arriba, con el aspecto cansado y la camiseta manchada de kétchup de hace dos días.

"-os días bro" musita, mas un bostezo que un saludo.

"¡Buenos días hermano!" saluda "el desayuno esta listo!" exclama forzándose a sonreír, cosa que, siendo un esqueleto no comprende como puede costarle tanto.

Sans asiente con otro bostezo, tomando su lugar en la mesa, la sonrisa en la cara de Papyrus comienza a sentirse pesada, extraña, equivocada.

"Veo que lavaste tu traje" dice Sans de repente, al llevar la vista hacia abajo Papyrus nota gotas de agua escurriendo lentamente.

Suelta una risa exagerada, que no es nada menos que su risa de siempre "¡Claro que si! Veras querido hermano, descubrí que si lavo mi traje al mismo tiempo que me baño, tengo más tiempo para planear mis super-eficaces-puzzles-anti-humanos" finaliza con otra risa, grande, ruidosa y falsa.

"heh, genial bro" se limita a responder Sans, para luego tomar un periódico, finalizando la conversación.

Pese a lo que todos creen, Sans y el no conviven mucho, y Papyrus puede ser sorprendentemente silencioso.

Sans lee mientras come, mejor dicho finge comer, esperando una oportunidad para "desaparecer" mágicamente el contenido de su plato y Papyrus nunca tiene hambre en días como estos, asi que después de un rato se levanta y deja el plato con el contenido intacto dentro de el sobre el fregadero, cosa que el contrario no parece notar.

Se encamina a alimentar a la piedra-mascota de Sans, nota la mirada de su hermano sobre el al salir de la cocina, una vez mas con la sensación de que su hermano no desea que este ahí, esparce 37 motas de confeti, como siempre y regresa a la cocina, donde Sans ya ha "terminado" de comer.

Y ahora dirá...

"Buenop, me voy a grillby's" mientras su hermano camina a la entrada, Papyrus está demasiado cansado para recordarle que tiene que cuidar su puesto de vigilancia.

[.]

Sin energía se deja caer sobre una silla, el plato de Sans sigue sobre la mesa. Su cabeza esta oscura, confusa, pensamientos sin sentido revolotean ¡y el no pude entender por que!

"Lo estas haciendo mal Papyrus"

Es la voz de Gaster, clara entre todo el desastre que es su cabeza.

Behind the smile. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora