— Sí, es que... — Se razcó la cabeza. — Como verás chica ave, he entrado en una apuesta y pues... — Se cortó. 

— ¿Y? — Ya me estaba poniendo nerviosa.

— Eh... entonces.

No se en que momento sucedió, ni como pasó pero los labios de Jack estaban en los míos, tenía sujeta mis mejillas entre su dedos, y yo realmente estaba alucinando.

Mi mente estaba ida y sorprendida, ni sabía que hacer o como reaccionar, sólo podía saborear el sabor a café de los labios de Jack.

El se separó de mi y me miró sorprendido.

— Ryder va a matarme, va a matarme. — Dijo caminando por el pasillo nerviosamente dejándome aún sorprendida.

Fruncí el seño ¿Que rayos había pasado?

Abrí la puerta del salón que estaba detrás de mi, estaba todos casi oscuro, apenas sólo estaba abierta una ventana que dejaba entrar un.poco de luz.

Había un chico al final del salón, estaba dibujando, el no pareció notar mi precensia.

Era rubio y alto, bueno al menos era lo único que podía diferenciar.

— Hola. — Dije. El chico se asustó y dejó caer el dibujo, corrí ayudarlo. — Lo siento.

— ¿Quién eres? — Me miró frunciendo el seño y colocando el.dibujo donde estaba.

Era la ciudad de nueva york, lo sabía porque había ido una vez allí gracias a Ryder y su familia con mucho dinero.

— Me encanta, se ve tan real. — Sonreí, era el más perfecto dibujo de new york que había visto.

— Aún no haz respondido mi pregunta. — Dijo el chico desconocido a mi lado que entró sus pinceles en agua.

Aparté la vista del dibujo y me fijé en el, definitivamente era rubio y alto, tenía un pircing en una de sus cejas, tenía el brazo lleno de tatuajes sin sentidos, bueno al menos para mí, no encontraba ninguno para nada interesante.

Llevaba una bata para no ensuciarse de pintura, y debajo de está podía ver su pantalón negro y botas del mismo color.

— Soy Savannah. — Dije.

— Devon. — Asintió diciendo su nombre.

— Me encanta tú dibujo. — Fijé mí vista en el dibujo. — Nunca te había visto ¿Eres nuevo o algo?

El me miró con una ceja levantada. 

— Sí quizás, soy más invisible de lo que parece, en cambio yo sí te he visto a ti, voy en el último año con tú amigo el que vive cargando chicas.

Era doloroso que todos lo conocieran por eso, es como sí alguien te pregunta "¿hey quién es tú novio? Y tú respondas "Ryder Adams" Y te respondan "Ah el mujeriego, estas jodida amiga el no se conforma con una".

Duele.

— Sí, el. — Me encogí de hombros. — ¿Quieres salir conmigo?

El me miró con el ceño fruncido, como sí fuera una chica más, una chica fácil y realmente ni siquiera se en que pensaba cuando dije aquello.
Me mordí el labio.

— ¿Hablas enserio? — Me miró incrédulo.

— ¡No! olvidalo, sólo no se en que pensaba. — Me acerqué a la puerta para salir corriendo, eso había sido bastante vergonzoso. — Adiós, fue un placer conocerte Devon.

Abrí la puerta y salí del salón, me pegué a la pared y suspiré abrazando mí mochila.

Mí bolsillo vibró al instante y saqué mi teléfono de este.

Alerta Mujeriego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora