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  Lunes por la mañana y con la mente completamente clara, ahora podía recordar lo ocurrido en la fiesta y el hecho de saber que voy a pasar tantas horas en su compañía me pone más nerviosa.

《¿Deberiamos de hablar del hecho de que casi nos besamos?¿Deberia dar el primer paso o esperar a que lo hiciera él?》

  Muchas preguntas sin respuesta, respuestas que me daría JungKook.  Me encontraba a punto de salir de mi casa cuando mi móvil suena, un mensaje de Jimin.

— _____, hoy no puedo ir a clase.– leí en voz alta provocando que mi corazón se detuviera.

《¿Estaba arrepenlido?¿Enfadado por no haberlo parado?》

  Mi movil volvido a sonar con otro mensaje.

— Me encuentro enfermo desde la noche pasada, creo que agarre frío ¿qué te parece venir a casa hoy y tener una tarde de pelis?.– volví a leer en voz alta.

  Y ahí estaba la sonrisa estúpida de nuevo dibujada en mi cara, el día sería sumamente largo, pero todo lo bueno se hace esperar.

•○•○•○•○•

  Como predije, el dia pasó despacio y aburrido, las clases sin la compañía de Jimin eran simplemente infernales, sin sus comentarios que me hacen reir hasta que la profesora me regañe o la forma que tenía de despeinar mi pelo, que ya de por sí era despeinado, en cada momento que estaba desprevenida.

  Pero al fin la tarde llego y me encuentraba con Jimin en la sala de estar viendo una película en un sofá, él se encontraba recostado sobre mi hombro y ambos estábamos tapados con una manta. Siempre que veía peliculas románticas pensaba por qué para la protagonista momentos así eran tan especiales, pero ahora lo entendía, tener el olor de su maravilloso shampú tan cerca y poder sentir su suave respiración era simplemente perfecto e incluso esa palabra se le quedaba corta.

  Pasada una hora y en mitad del silencio se escuchó un grito desde la sala que tenía el Señor Park para trabajar, estos eran gritos de felicidad, de alegría, por parte del señor Park y HaNeul, Jimin me observo con cara de no entender nada, pero minutos después los mayores aparecieron.

— Jimin, tenemos buenas noticias.– el chico y yo nos sentamos derechos mientras observábamos al señor Park.— Sé que lo pasaste muy mal por la pérdida de mamá y también sé que aún la extrañas pero Jimin... pasó muchos años y hay que pasar la página. HaNeul... HaNeul y yo llevamos casi un año en una relación no te dijimos nada por si... por si no funcionaba y no quería que pasaras por una segunda pérdida.– Jimin con las manos temblorosas se puso de pie frente a su padre con cara pálida.— Pero vamos casarnos y era momento de decirtelo.– el señor Park se encontraba con una gran sonrisa esperando la felicitación de su hijo. Felicitación que sabía que no iba a llegar.

— ¿Momento... de decirmelo?.– las últimas palabras las dijo varios tonos más alto. No sabia qué hacer, ¿Quedarme callada? No era algo que me interesara pues era su familia y no debía involucrarme o ¿Deveria intentar ayudarlo? Lo queria tanto que verlo asi me destrozaba el corazón.— ¿De qué sirve que lo hagas? ¡Oh! Tal vez si te digo que no estoy nada de acuerdo cambiará algo? Jamás te importó mi opinión.– de la sonrisa del señor Park no quedaba rastro, dio un par de pasos para poner su mano en el hombro de su hijo pero este la apartó de un manotazo.— No me toques, no lo vuelvas a hacer.– aunque aquello parecia ser más una súplica, parecía que no podia respirar y podia observar su pecho subir y bajar rápidamente.


  De repente salió corriendo subiendo las escaleras, para segundos después escuchar un portazo proveniente de su habitación y más tarde gritos desgarrados. Las lágrimas comenzaron a surgir de mis ojos, no podía verlo así simplemente no podia, se escucharon más ruidos de objetos chocar contra las paredes y suelo, los cuáles podían ser escuchados hasta la sala. HaNeul salió corriendo tras él y gritos de su partes también podían ser escuchados para que Jimin saliera de su cuarto y se tranquilizara. El señor Park cabizbajo se acercó a mi.

— _____ siento mucho que hayas precensiado esto... Se que después de este tiempo ambos se hicieron buenos amigo y que también te duele verlo asi.

— Señor Park... ¿Tal vez pueda subir?.– el padre de Jimin me observo y asintió tristemente.

  Corrí escaleras arriba hasta donde se encontraba Jimin y HaNeul, esta estaba golpeando sin parar la puerta desde el pasillo, los ruidos aún no habían cesado y sus gritos, menos.

— Jimin... por favor abre, déjame verte, déjame hablar contigo.– mi voz salió en un susurro, pero suficientemente para que él lo escuchara por que los golpes pararon al igual que sus gritos y el silencio llegó, segundos después la puerta se abrió dejándome ver a un Jimin devastado, agotado y con los ojos rojos de llorar.

  Antes de que pudiera decir una sola palabra Jimin me tomó con más fuerza de la necesaria de la muñeca, tomando mi cuello con la otra y unio sus labios con los míos, con agresividad. HaNeul se quedó perpleja ante aquello, aunque no tanto como yo, Jimin me dirigió unos pasos más hacia su habitación sin dejar de besarme y con la mano que habia tomado mi muñeca cerró la puerta de un portazo haciendo que me sobresaltara aún más si cabía mi corazón.

  El aire faltaba en mis pulmones y, a pesar de que había imaginado miles de veces lo que sería besar a Jimin, jamás pensé que sería así. Había imaginado que en una de aquellas ocasiones que veíamos la televisión juntos me miraría, tomaría con uno de sus dedos mi barbilla y posaria sus labios suavemente en los mios. Sin embargo, en estos momentos me estaba dirigiendo hasta su cama, caí con fuerza en ella y mientras tanto, él ponía cada una de sus rodillas en cada lado de mi cintura. Como llevaba puesto el uniforme, lo cual creo que fue la peor idea ya que la falda en cada movimiento dejaba ver más parte de mi piel y eso no era de gran ayuda.

  Jimin habia sido simplemente cambiado, aunque realmente me amaba, el enfado estaba siendo el culpable de la furia con la que me besaba. Park puso una de sus manos en mi rodilla para empezar a subirla, cuando ya había recorrido una gran de distancia decidí hablar.

— Te quiero Jimin.– él se alejó de mis labios y creó una leve distancia entre nosotros.

— Dios... y yo a ti HaNeul.

《¿Me me acaba de llamar HaNeul?》

  Como si de un rompecabezas se tratara, pieza por pieza comenzó a tomar su lugar en mi cabeza, su mirada de amor y admiración hacia HaNeul no eran las de un hijo, eran las de un verdadero amor.

  El dia que llegué, la forma en que trataba a esa mujer y como no quería que la defraudara sabiendo que yo llegué a esta casa por el hecho de que lo odiaba sino porque había conseguido una amiga.

  El dia de la fiesta en su casa, Jimin me habló de que estaba enamorado de alguien tanto tiempo que había olvidado cuándo empezó todo y claro, su amor por HaNeul había estado tanto tiempo ahí que era obvio que no lo supiera.

  Una lágrima recorrió mi mejilla, coloqué mis manos en su pecho que ya se encontraba desnudo y lo empujé.

—¡Sueltame!.– grité.— ¡He dicho que me suelles, imbecil!

  Jimin pareció haber despertado como si de un sueño se tratara pero se quedó boquiabierto mirándome sin poder articular palabra, aunque realmente no es le que diera tiempo a ello, por que comencé a correr y sali de aquella casa a la que no debide haber entrado jamás.

《Te odio Park Jimin》

My Sweet Bad Boy (Park JiMin Y Tu)Kde žijí příběhy. Začni objevovat