Capítulo 02

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Tiempo actual...
Antro El Infierno, Estado de México.

—Hoy estuvo a reventar, ¡hubo muchas propinas gracias a ti Any! —dijo Dulce, una de las meseras del lugar y amiga de Anahí.

—Espero que Manuel ahora me pague lo que vale la coreografia, es un abusivo, se hace el loco —dijo Anahí enojada.

—Le hacemos montón, no te preocupes.

—Estas loca —rió—. Por cierto, Dul, ¿No viste a Rodrigo?

—La verdad no sé dónde se haya metido... —pausó cuando alguien toco la puerta de los camerinos—. ¡Pase!

—¡Flaca, estuviste increible! —llegó Christian con ellas— Todos gritaban tu nombre, no les hacian caso a las otras bailarinas y solo querían verte a ti, ¡Eres una Diosa del tubo! —dijo emocionado.

—Y tú, que bueno que ahora eres maquillista y no de los de seguridad, ¡todas las noches me dejas divina pollito! —dijo Anahí feliz y lo abrazó.

— ¡Ustedes dos, que se pongan a trabajar! —entró un asistente de seguridad del lugar sin tocar, Christian y Dulce se levantaron al instante—. Y tú Anahí, que vayas por el pago.

—Bueno, nos vemos chicos —ella se despidió de ambos y se fue a la oficina de Manuel.

El guardia pasó y seguido entró Anahí.

—¿Me mando a llamar señor? —preguntó Anahí.

—¡Toca la puerta antes de entrar! —gritó enojado.

Anahí se dió la media vuelta mientras rodaba los ojos y salió cerrando la puerta. Esta vez tocó como le ordenó.

—Adelante, pasa Anahí —dijo burlandose y ella solo pasó muy enojada por todas sus groserias—. Aquí tienes tu pago —le entregó un sobre y ella lo abrió para checar que viniera la cantidad correcta.

—Pero señor, aqui faltan quinientos pesos —dijo indignada, nuevamente no le iba a pagar lo correspondiente.

—¿Tu crees que me hizo en gracia como trataste al señor Balderrama? ¡Y luego el estúpido de Rodrigo casi le pone una mano encima!

—Pero se queria propasar conmigo ¡Y los de seguridad no hacían nada! —alzó la voz y Manuel golpeo el escritorio de su oficina con enojo para que Anahí se callara.

—¡No me vuelvas a levantar la voz! —dijo imponente, tanto que Anahí se alejó— Y sí, en eso tienes razón. Los incompetentes de seguridad no hicieron nada y por eso ya los despedí... ¿Por quinientos pesos andas llorando? —dijo burlón— Toma tus míseros quinientos pesos y lárgate, ¡no quiero verte aquí hasta el próximo jueves! —le aventó un billete más con la cantidad correspondiente y Anahí lo tomo del suelo. Con rabia pero feliz, así podría completar las medicinas de la semana.

—Compermiso señor —dijo antes de salir de la oficina de Manuel.

...

—Ana Paula, tenme paciencia, es muy dificil salir de vacaciones cuando tengo mucho trabajo acá —dijo Alfonso a su hija que lo había ido a visitar a la oficina.

—Siempre me dices lo mismo, nunca tienes tiempo para tu pobre niña indefensa... —dijo comenzando con su plan de chantaje, aunque su padre sabía que solo dramatizaba, él le seguía el juego y le daba todo lo que pedía.

Rodó los ojos y dió un largo suspiro.

—Dale gracias a Dios que tengo una secretaria muy eficiente. Le diré que me ordene todo para irnos a la playa por tres días, tres días solamente ¿okey? —cedió Alfonso y su hija fue corriendo a abrazarlo.

Doble Vida.Where stories live. Discover now