Inko Midoriya siempre a sido una mujer cien por ciento dedicada a al cuidado de su único hijo, pero cuando este ingresa al internado de la UA se da cuenta de lo mucho que se ha descuidado a sí misma.
Ahora sola en casa empieza a retomar viejas costu...
La casa Bakugou era bastante conocida en el barrio por ser la más ruidosa de todas y ¿Cómo no serlo con la mujer que ahí habitaba?
– ¡Dame eso! – Mitsuki le arrebató el periódico a Masaru para enrollarlo y balancearlo de lado a lado con las cejas muy juntas – ¿Escuchaste lo que te dije?
El pobre hombre quiso ser capaz de encogerse hasta perderse de la acusadora mirada de su esposa –Realmente no.
El rollo de periódico voló hasta su cara tumbandole las gafas. Mitsuki parecía irritada por la fuerte concentración lectora que tenía su esposo – ¡Hablaba de nuestro hijo! A ver si te interesas un poco más en él.
–Ahora está en U.A; mujer –Recogió sus gafas y las puso en su lugar – Allá está bien.
–No hablaba de su futuro académico – Sus pasos sonaban fuertes mientras volvía a la cocina – ¡Decía que nunca ha tenido una novia!
–Con su forma de ser no me sorprende – Internamente Masaru se preguntó si su esposa había llegado a tener parejas antes de él y como habían sido estas personas. Él realmente no sabía mucho de la vida de Mitsuki antes de su relación, solo tenía conocimiento de que había pasado casi toda su vida escolar al lado de la señora Midoriya y que gustaba gritarle a los empleados de las peluquerías cuando hacían comentarios sobre su tieso cabello.
–A eso voy ¡Si no cambia me voy a quedar sin nietos! – La cuchara que usaba para revolver la salsa chocaba contra los bordes de la sartén creando un ruidito desesperante.
–Tranquila. Ya verás que un día de estos viene a presentarnos una chica de voluntad firme – Porque se necesitaría a alguien con paciencia infinita y carácter definido para aguantar una relación amorosa al lado de su hijo. Alguien como él, pero chica.
–¿Y si es gay? – El ruido de la cuchara contra la sartén ceso mientras Mitsuki fruncía las cejas con expresión de haber sido iluminada por los mismísimos espíritus celestiales.
–Entonces podrás recomendarle países para que te adopte nietos –A Masaru lo traía un poco sin cuidado el futuro amoroso de su muchacho ¡Mientras se convirtiera en un gran hombre no importaba con quien decidiera compartir la cama!
Medio cuerpo de Mitsuki se asomo por el marco de la entrada de la cocina. Su cara de perplejidad era sorprendente – ¿Y si le gusta Izuku?
–Serás familia de Inko ¿No te alegraría eso? – Tampoco le veía lo raro a que algo así llegara a ser cierto.
–¡LO SERÍAMOS! Claro que me alegra, pero no creo que a Izuku le guste mi tormento de hijo ¡Le hizo bullying toda la primaria y secundaria! Mi pequeño engendro morirá solo.
–Yo me fije en ti luego de que me dieras tremendo golpe en la cabeza –Eso pareció subirle los ánimos a la mujer que volvió contenta al interior de la cocina planeando una boda gay entre su hijo y el de su mejor amiga.
Maldijo en voz muy alta al ver que se le había quemado la salsa.
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