-Que ahora estoy seguro de que quiero y que tú quieres iniciar una relación conmigo.

-Sí, yo también estoy feliz. –Le dije con una sonrisa de oreja a oreja.

-Bueno, que tal si lo iniciamos ahora.-Pone los brazos sobre la mesa e inclina su cabeza hacia adelante, yo levanto mi cabeza y beso sus labios, con ternura y cariño.

-Sabes que, creo que si la podemos iniciar ahora.-Dije mientras lo volvía a besar.

Nos besamos, éramos dos locos que se amaban...Como dice la canción que siempre escucho en la radio.

Dos meses después

-Carlos hazme el favor y lleva las empanadas a la mesa. –Le digo, me acomodo la camisa de gasa blanca y miro de nuevo a Carlos que está comiendo dos empanadas de pollo juntas.

Me acerco a él y se las quito de la mano y yo misma las dejo en la mesa, acomodo los vasos, mi abuela y Julieta y los padres de Carlos, los cuales aman a Ariel.

-Perdón Candy. –Me dice abrazando me por atrás y besando mi cuello, bajando lentamente por el mismo.

-Sí, te perdono. –Me doy vuelta y uno nuestros labios.

Escucho que Ariel llora y me voy hacia su coche es un chico hermoso, ya cinco meses esta tan grande.

-¿Qué pasa amor?-Le digo, hoy fue su bautismo ,en la capilla de "La purísima Trinidad "su madrina Julieta y su padrino fue nada más y nada menos que Carlos.

Él me ha apoyado estos dos meses con muchos besos, cariño, compresión y sobre todo, fue un padre para mi Ariel. Sin que yo se lo pidiera.

Al mecer a Ariel en mis brazos se calma, es tan tierno.

Carlos se posiciona detrás mío y me abraza .En ese momento nos sentimos los tres como una familia.

-Wow ¡que hermoso! –Dice Julieta sacando una foto con la cámara.

-¡Que pava! –Le digo riendo, ella toma a mi bebe en sus brazos y me da un beso en mi mejilla.

-¿Qué tiene que sea pava?-Dice riéndose, haciendo que Ariel se ríe.

-Qe sos insoportable prima. –Le dice Carlos.

Ellos se matan con sus miradas pero luego se ríen y se dan un beso, ambos juegan con Ariel.

-Ada –dice la señora Amanda la mama de Carlos una mujer de cabello oscuro y ojos marrones de unos 47 años y tan hermosa y vivaz como una chica de 20.

Me abrazo y me dio un beso

-Felicidades, es hermoso mi nieto.-Desde que la conocimos Ariel y yo, ella me tomo como la futura esposa de su hijo y se enamoró de Ariel. (Quien no lo haría e un bebe hermoso)

-Si está muy contento, creo que le llego el espíritu santo .Lo tiene su madrina

-Julieta, sobrina dame a mi nieto. –dice Amanda.

-No tía, él tiene que estar con su madrina.-Dice ella.

- ¿Y? Soy su abuela yo debería estar con él ahora, es mi turno. -Dice y se lo quita con cuidado y le da muchos besos, esas mujeres en cualquier momentos se sacaran los ojos por Ariel desde pequeño es un rompe corazones.

-Dejen a mi Ahijado /hijo. –dice Carlos recién llegando con una cerveza fría en la mano, y a su lado está mi abuela con otra cerveza .

Los miro con reproche a ambos.

-¿Qué?-Me pregunta mi abuela. –Es mi amigo de cervezas. –Dice ella y choca su cerveza con la de Carlos.

Carlos levanta los hombros, diciendo " Soy genial".

-¿Y papa?-Pregunto Carlos, dándole un sorbo a la Cerveza, se acercó a mí y me abrazo por la cintura.

Su mama está sentada jugando con Ariel. Nos mira.

-El...Lo diré sin rodeos, no quiso venir –Dice ella apenada.

Al papa de Carlos, no le callo nada bien que su hijo estuviera en pareja con una mujer que tiene un hijo y aparte de otro hombre que no sea su hijo. Cree que solo voy detrás de la plata que tiene ellos, cuando no es así.

Carlos me mira apenado y me susurra un lo siento, beso su mejilla.

- No importa, estás tú y eso es lo que cuenta.-Le digo en un susurro.

Él sonríe.

Pasamos un almuerzo increíble contando chistes, riéndonos.

Al pasar de las horas luego de la sobre mesa, jugamos al Truco, en realidad Carlos y su madre se debatieron a duelo en una batalla de truco ambos son muy buenos.

Como a las diez de la noche ya se habían ido Amanda y Julieta.

Mi abuela se retiró a dormir, estaba muy cansada, ya dejo de trabajar, me preocupo por ella ya que no tiene la misma fuerza de antes.

Carlos está ayudando me a acomodar mientras Ariel duerme en su cunita como un angelito.

Cuando terminamos nos acostados en el sillón, mirando una película de baile.

Estaba acostada en su pecho y el acariciaba mi pelo.

-¿Has averiguado sobre el curso de secretaria?-Me pregunto Carlos.

-Sí, empiezan el mes que vine es a la tarde lo malo es que tendré poco tiempo para estar con Ariel, pero es para poder conseguir un mejor trabajo.

-SI, amor así podrás hacer todo lo que te propongas en la vida.-Dice el agarrado mi mano y besando mis nudillos.

Me incorporo y lo miro a los ojos.

-¿Tú lo crees?-Dije acercando me mas a su cara.

- Si siempre creeré en ti.

El me beso.

Gracias a él, siempre creí en mí y logre todo lo que me propuse.




Mí jefe, el papá de mí hijo [1]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora