↳ [ ❝ eres el fuego y sus cenizas ❞ ]
𓂃꙳ ⋆ 🐲 ﾟ⁖「 𝐌𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐎𝐑𝐎: 」
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┊DONDE Raegan Targaryen era la unión
┊del sol y el dragón, ardiendo y rugiendo,
┊prometiendo salir de las ruinas como una
┊columna de humo s...
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❛❛ Por tu cuenta. ❜❜
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LOS JINETES de Dany no habían regresado y la escasez de alimento no mejoró durante su ausencia. Deambulaban caminando hasta que encontraban un parche de sombra o cualquier vegetación que se obligaban a consumir. Daenerys nunca creyó que se encontraría comiendo hierba para aliviar el presente rugido de su barriga.
Su cabello había crecido una cantidad excepcional y su ropa andrajosa estaba más sucia que nunca con un olor desagradable. En medio de sus condiciones actuales había perdido la cuenta de la cantidad de días que habían transcurrido desde la partida de Raegan, ¿tal vez ya habían sido una luna entera? No estaba segura, pero sabía que había pasado suficiente tiempo para que sus días se volvieran borrosos y su sentido de la realidad se desvanecieran lentamente.
El séquito de lo que alguna vez fue el gran khalasar de Drogo caminaba en pleno día, cuando el sol estaba más alto y el calor les caía sobre la piel. Cerca de ella siempre caminaba Ser Jorah y no se veía mucho mejor que los demás.
Mientras pasaba a Drogon de su hombro a la caja de madera donde este descansaba, escuchó una caída hueca que venía de la delantera. Se trataba de su Plata. Dany corrió al costado de la yegua que estaba echada en la tierra y Ser Jorah fue el primero en arrodillarse a su lado, indicándole que el tiempo de Plata había culminado aceleradamente debido a las arduas condiciones del trayecto. Los dothrakis cercanos se quedaron observándolos, mudos, y algunos reposaron en estacas de madera que recolectaron en el camino.
