Capitulo:1

40 8 0
                                    

Daehyun

Me levante rápidamente de mi gastada cama y corrí hacia la pequeña cocina desde donde se oían los gritos de mi padre, quien acababa de llegar borracho de nuevo, como lo a estado haciendo desde el accidente en el que murió mi hermana mayor y mi madre, hace ya más de dos años

— ¡maldito desgraciado ¿donde estás?!

— aquí estoy padre

Me miró de pies a cabeza con una mirada que solo podía expresar un sentimiento... odio

— ve a comprarme más cerveza —me tiro unos gastados billetes que cayeron justo en mis pies, me agaché y los tome

Mi padre me odiaba mucho y con justa razón sino fuera por mí, mi madre y mi hermana aún estarían vivas, aquel día del accidente yo había salido sin permiso a una fiesta y ellas salieron a buscarme según la policia un camión las choco por la parte trasera del vehículo provocando que ambas murieran instantáneamente, jamás me lo perdonaré, si yo nunca hubiera ido a esa estupida fiesta nada de eso habría pasado y aún seguiríamos siendo la familia feliz que alguna vez fuimos

Mi padre me volvió a dedicar otra mirada cargada de odio y sin más se dirigió al sofá en el que se pasaba durmiendo borracho la mayor parte del tiempo

***

El frío viento dio justo en mi cara, estaba llegando el invierno de eso no cabía duda, las calles eran poco transitadas, ya era media noche y a esta hora solo andaban delincuentes o alguno que otro loco drogandose

me dirigí al negocio que estaba a nomas de tres cuadras de mi casa, donde de seguro se encontraba la misma anciana de siempre, quién era la única persona que me trataba con cariño, o tal vez con lastima no lose, tome el "encargó" de mi padre y me dirigí a la caja a pagarlo, donde se encontraba un chico, parecía ser nuevo en este trabajo, ya que no lo había visto nunca y se veía algo desorientado

— hola —me saludó y paso el pack de cervezas por la máquina

— hola —conteste seco, no me gustaba hablar con la gente y ese chico parecía ser algo arrogante, y yo odiaba ese tipo de personas

— ¿eres mayor de edad? —preguntó enarcando una ceja— sabes muy bien que está prohibido vender alcohol a menores

En ese momento no supe que hacer, era menor de edad y si mi padre me veía llegar sin sus preciadas cervezas, me mataría, aunque eso no estaría nada de mal me haría un gran favor

Mis pensamientos fueron callados por la estruendosa risa de aquel chico... y este loco de que se reía

— ¡hey! De que te ríes —dije serio—

— lo...lo siento fue una broma, puedes llevarte... tus cervezas —dijo tomándose el estomago debido al ataque de risa que le había dado—

— eres un loco –tomé la bolsa y me dispuse a salir, pero una voz me detuvo justo cuando estaba en la puerta

— ¿como te llamas?

— eso a ti no te importa

— me llamo Youngjae

— no me interesa —y antes de que aquel tipo dijera algo, salí dejándolo con la palabra en su boca

Mire mi celular y era tarde... demonios era muy tarde, cómo diablos había demorado tanto, toda la culpa la tiene ese chico por haberme hecho perder tiempo.

Las luces estaban apagadas, parecía una casa abandonada en donde no vivía nadie, pero esa era mi casa y no podía hacer nada al respecto, dentre y deje las cervezas sobre la pequeña mesita, al lado del sofá donde mi padre se encontraba durmiendo, trate de hacer el menor ruido posible para no despertarlo y me dispuse a dirigirme a mi habitación... pero esa voz me detuvo

— ¿crees que estas son horas de llegar, maldito bastardo? —dijo mientras se acercaba, peligrosamente hacia mí—

— lo siento padre, había una fila demasiado larga y por eso me tardé tanto —mentí—

Se paró frente a mí, yo por supuesto ya sabía lo que venía, otra serie de golpes, mi padre siempre buscaba alguna excusa para golpearme, o aveces lo hacía sin razón alguna.

Su puño de estrelló en mi mejilla derecha, provocando que mi cuerpo callera al suelo, estando ahí, comenzó a darme una serie de patadas, el sabor metálico de la sangre no tardó en hacerse presente

— pa...padre por fa...vor para —dije casi inaudible—

— ¡maldito, todo es tu culpa, tú mataste a mi hija, a mi esposa, debiste haber muerto tú y no ellas! —algo en mi interior se quebró al escuchar a mi padre decir esas palabras y no era precisamente por uno de sus golpes, era mucho peor.

Pasaron alrededor de cinco minutos, cuando finalmente se canso de maltratarme y se dirigió a beber sus cervezas, yo traté de pararme como pude y me dirigí al baño casi a rastras,

me pare frente al lavabo y saque del pequeño estante, una hoja de afeitar, desde el accidente, cada día me hacía cortes en los brazos y mi piernas, era la única forma en la que me sentía bien, varias veces había intentado suicidarme pero era demasiado corbarde, los días que más cortes me hacía era cuando mi padre me golpeaba o tenía problemas en el liceo, ya que había un grupo de chicos que no paraba de insultarme o golpearme, me llamaban, loco, raro, demente y muchos otros nombres que prefiero no recordar

Tome la hoja de afeitar, y el primer corte lo sufrió mi brazo, me gustaba ver como la sangre fluía y se iba junto con el agua, en mis brazos, ya no quedaban muchos lugares por dañar, lavé mis brazos y cerré el grifo.

Mi habitación estaba vacía, sin vida, igual que yo, me senté en mi cama y mire por la pequeña ventana, el cielo se veía hermoso, las estrellas también, la gente a esta hora debía de estar durmiendo, gente con una vida monótona, pero tranquila, gente que solo se preocupaban de ellos, sin importarles las demás personas, gente que se queja por cualquier cosa, pero no saben qué hay personas que si tienen verdaderos problemas y que sufren cada día

Save me // daejaeWhere stories live. Discover now