¿Acaso es...?

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Las tímidas sonrisas que le dirigía Terry a Candy, deleitándose con la belleza que ella irradiaba al estar sentada justo a su lado; delataban su nerviosismo por la fiesta que tendría lugar en el paisaje más bello que al joven le parecía que existiese sobre el maravilloso planeta Tierra: la playa.

—¿Cómo supiste que iría por ti?— preguntó Terry interrumpiendo los pensamientos de la joven que inmediatamente volteó a verlo.

—Simple— respondió sonriendo— Soy irresistible.

El castaño se río de buena gana— No me digas— ironizó viendo fijamente la carretera. Agradeciendo que él estuviera conduciendo para que el movimiento involuntario de su iris, no delatara sus verdaderos sentimientos.

Candy asintió en silencio, sin poder explicar la razón del porqué su corazón palpitaba a sobremanera, cuando se encontraba acompañada de ese muchacho sombrío. Ella sabía que aquel sentimiento tan extraño que atacaba su corazón día y noche, era algo más allá de lo que jamás pudo experimentar con un hombre. No estaba del todo segura pero quizá aquel sentimiento era uno muy complicado: amor.

Sí. Era amor.

Pero... ¿Cómo pudo ser eso posible? Ella no conocía a Terry más de lo que conocía a Archie; entonces, ¿por qué se atrevía llamar amor a eso que ella sentía al pensar en él? ¿Acaso de verdad existía el amor a primera vista?

—¿Falta mucho?— nuevamente Terry sacó a Candy de sus pensamientos.

—No, sólo desviate en la siguiente caseta de cobro— exclamó con un repentino sonrojo, que claramente el hombre no paso desapercibido. E inexplicablemente, hizo que él experimentará sensaciones que había creído muertas.

Ambos se sumieron en un prolongado silencio que perduró hasta que llegaron a la playa donde se efectuaría dicha boda, que según tenía entendido Terry, era la boda de la tía de su mejor amiga. Que por cierto fue quien había animado a su amiga a que invitará al hombre para dicha ocasión; por supuesto con toda intención de que ella y él tuvieran una especie de cita.

—Me alegra que hayas venido acompañada— Fue la exclamación de Annie en cuando terminó de recibir a su mejor amiga con un caluroso abrazo. Cosa que a Candy puso como un tomate.

—Si.

—Tu debes ser Terry ¿no es así?— preguntó inmediatamente la chica al guapo hombre frente a ella.

—Correcto— respondió a la vez que pensaba en lo tímida que era esa chica a simple vista.

Los tres jóvenes fueron hasta donde se hospedarían esa noche, para partir o quedarse según sus planes, al día siguiente. Y para acrecentar más el hecho que Terry y Candy estaban ahí por motivos ajenos a felicitar a los novios por la gran celebración; a ambos les correspondía la habitación doble. Lo que significaba que tenían que dormir en cierto modo acompañados por aquel que les provocaba sensaciones abrumantes.

—Te lo imaginas— había dicho Candy en cuanto había logrado salir de la habitación que le correspondía, para dirigirse a la de Annie.

—Venga no seas payasa— río ella— Dormirás al lado de un hombre más que bueno y guapo. No sé... Tal vez, pueda ayudarte con lo de la apuesta.

Candy sabía de sobra que ese chico con quien iba a compartir habitación, no podía contar como uno de los candidatos para que la ayudarán con la "apuesta". Y no porque él estuviera feo, ya que eso era todo lo contrario; sin embargo ella ya había probado con él una sola vez y fue suficiente como para entender que un segundo intento terminaría en el fin de su relación recién ganada. Y sinceramente ella no estaba dispuesta a tirar todo por la borda al intentar tener relaciones con Ethan.

La entrevista (Candy Candy) [PAUSADA]Where stories live. Discover now