Capítulo 4

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Su automóvil estaba aparcado al frente de la casa

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Su automóvil estaba aparcado al frente de la casa. Podía verlo a través del ventanal de mi habitación, como la imagen más preciosa de una película romántica, y en esos momentos yo era la estelar enamorada. La chica afortunada que finalmente había conseguido una cita perfecta con un apuesto joven. Aunque no sabía si esa podría ser denominada una cita.
Al otro lado de la habitación, Elena me hostigaba para terminar de una buena vez con las diez capas de maquillaje que cubrían mi rostro.
-Es suficiente, te ves bien, carajo, no hagamos esperar más al tipo- refunfuñó.
Mi amiga tenía la razón como siempre. Sabía que debía apresurarme sino quería lucir como una chica mal educada.

Intenté dejar atrás las inseguridades y me miré una última vez al espejo para asegurarme de que todo estuviera en orden.
Llevaba puesto un vestido color plata ajustado, bastante revelador, y sabía que a la abuela no le gustaría la idea así que tome un abrigo para cubrir mi fechoría.
Luego, ambas salimos de la recamara y bajamos las escaleras a saltitos.
Fui capaz de percibir el más delicioso aroma de la fragancia de nuestro invitado.
Harry charlaba con la abuela acerca de algún tema político del que no sabía un rayo, pero al vernos cerró la boca y sonrió educadamente.
-Buenas noches- intenté ser aún más educada y por un segundo pensé en hacer una diminuta reverencia cual si se tratara de un rey, pero pensé que eso sería irse al extremo.
No quería lucir como una idiota.
-Muchas gracias de nuevo por permitir que las niñas te acompañen, querido- dijo la abuela y fruncí el ceño.
La forma en que había dicho "las niñas", me pareció repulsivo y grosero, tomando en cuenta que estábamos ahí para escucharle referirse a nosotras como un par de mocosas.
Harry tan solo asintió complaciente y luego nos invitó a seguirlo hasta su automóvil.
Su retaguardia lucía excelente en un par de jean obscuros ajustados a esas piernas torneadas.
Eran las piernas más femeninas que alguna vez ví en un hombre, pero lucían magnífico en el.
Ansiaba estar por encima de ellas, pero no quería darle rienda suelta a mi imaginación en un momento como ese.

Elena me permitió abordar el auto primero, tomando el lugar del copiloto a un lado de Harry y ella se acomodó en la parte posterior del auto.
Cuando Harry se aseguró que estábamos bien sentadas, justo como el par de niñas que la abuela nos consideraba, cerró las puertas y dió la vuelta tranquilamente para dirigirse al asiento del conductor.
-Ya quítate ese abrigo- dijo mi amiga con un murmullo y yo no lo pensé dos veces.
Obedecí la orden tras hechar una rápida mirada a la casa de mi abuela, donde no veía rastro de ella y sus ojos acosadores, así que me deshice de la prenda en tanto el castaño entraba al auto y quizá no era un gran logro el haber obtenido su atención de inmediato.
Cualquier persona habría sentido la tentación de volver la vista al notar la forma en que revelaba mi cuerpo como una stripper.

El chico resopló como un caballo.
Bien. La risa no era lo que esperaba de su parte. Me sentí incómoda.
-¿No tendrás frío con eso?- preguntó y luego miro atrás donde Elena también se deshacía de su abrigo y su vestido era tan revelador como el mío- supongo que no- se respondió a si mismo sin dejar las risitas.
Rodé los ojos con un suspiro.
Yo quería más que eso pero por el momento me conforme con el sonido victorioso del motor de su auto.
Creí que nunca volvería a estar en ese lugar.
Desde la última ocasión soñé con poder disfrutarlo de nuevo.
Era una experiencia sublime poder estar a su lado, deleitándome con su forma de conducir.
Era un galán, una dulce criatura. Era lo más hermoso que mis ojos vieron alguna vez. Lo más lindo del mundo.
No podía esperar para pasar la noche entera con él, aunque estaba intentando pensar en varios temas de interés para mantener una duradera y efectiva conversación.

Dulce Criatura | Harry Styles |Where stories live. Discover now