│08. THE LAST KISS.

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─ No me llames así, es raro viendo de ti ─ sonrió Caspian. ─ Además, si yo no puedo llamarte majestad ¿Por qué tú sí?

─ Touche. ─ Rio la pelirroja.

Ambos se miraron con una sonrisa. El pelinegro se acerco más a ella, hasta agarrar su cintura con sus manos y besarla con suavidad. La chica rodeo sus manos sobre el cuello del  chico pelinegro, siguiendo el beso con una sonrisa aún más grande.

Sus corazones latían como nunca, felices ante el contacto ajeno. Cuando se separaron, juntaron sus frentes, sin ganas de querer apartarse, disfrutando solamente de la compañía del otro y las voces que se oían de la fiesta, una vez que los fuegos artificiales habían acabado.

─ ¿Quieres oír una locura? Creo que te amo. ─ Confesó Caspian sin abrir los ojos.

─ ¿Quieres oír otra? Yo también lo hago.

La pareja rio, tímidos ante la confesión del otro.





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Al día siguiente, Aslan llamó a su hija y a los mayores Pevensie unas horas antes de que comenzara el discurso, donde darían fin la injusticia a la que Narnia había vivido durante muchos años. Visia se había juntado con Susan y Peter a la entrada, ambos sin entender tan poco el porqué de la llamada, y eso les ponía nerviosos.

Aslan no tardó en aparecer, y con un pequeño movimiento de cabeza, les invito a que lo siguieran. Los tres lo hicieron sin decir nada, y disfrutaron la compañía del león, hasta llegar a una hermosa fuente. Visia se sentó en ella, al lado de Susan, mientras que Peter se quedó de pie junto al felino. Los tres con la mirada fija en él.

─ Estoy muy contento con lo que habéis hecho por Narnia, chicos. ─ Dijo Aslan, con una sonrisa pequeña. Peter y Susan sonrieron por igual, pero Visia sabía  que algo malo iba a decir, y sin duda iba a ser algo muy duro. ─ Pero, Narnia ya no os necesita, ya habéis aprendido todo lo que debías de ella. Esta es la última vez que pisareis Narnia.

Los tres rostros decayeron de golpe ante las palabras del león. Visia miró hacía otro lado, con los ojos lloroso y con el corazón encogido de la tristeza ¿Ultima vez?

─ Por tu parte, hija mía ─ volvió a hablar el león ─ Si volverás, pero temo que no en esta generación.

La pelirroja no miró a su padre, no podía. Su corazón le dolía como nunca lo había hecho, no iba a volver a ver a Caspian, y eso se sentía como un puñetazo en su estómago. Lo que más le dolía sin duda, era volver a Narnia y saber que él no se encontraría vivo.

─ Caspian.

La voz de su padre hizo que Visia levantara la mirada, encontrándose con Caspian, quien la observaba preocupado al ver sus lágrimas. La pelirroja apartó la mirada, sin poder verlo durante más tiempo.

─ Estamos listos. ─ Dijo Caspian, sin quitarle de encima la mirada la chica.

─ Peter, Susan, ir con Caspian, mi hija y yo no reuniremos con vosotros enseguida.

Susan abrazo a la pelirroja con fuerza, mientras que le susurraba palabras dulces, con la intención de reconfortarla. Cuando se separó, le dio una mirada y una sonrisa, antes de levantarse de la fuente. Peter copió a su hermana, y abrazo de igual forma a la chica, besó su frente antes de caminar junto a Susan hasta Caspian. El pelinegro miró una última vez a la chica, antes de guiar a ambos reyes a la plaza.

Aslan se sentó enfrente de su hija, y posó una de sus patas encima de su rodilla, con la intención de darle apoyo. Visia acarició el pelaje de su padre, con una mirada triste, sin decir palabra alguna.

La Heredera│Caspian XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora