Our Life Is A Chaos ~ANL²~ (PAUSADA)

I need you

No...
¿Por qué debo hacerlo?
¿Por qué debo obedecerte y narrar?
No quiero hacerlo.
No voy a hacerlo.
.
.
.
Me levanté, me lavé, me puse los lentes, me vestí y desayuné. Mis padres estaban callados y serios, eso daba miedo. Decidí romper el silencio.

Muk: P-Papá... ¿Cómo te fue ayer en el trabajo?
P: No fui a trabajar.

Eso no lo esperaba.

Muk: ¿Por?
P: Da igual.

Mamá apretó los dientes sin dejar de comer, se veía muy molesta.

Muk: ¿Ma...?
M: ¿Qué pasa?
Muk: ¿Estás bien?

Miró hacia un lado y dijo algo... Que... Yo...
No...

M: Tu padre y yo... Vamos a separarnos.
Muk: ¿Q-Qué? ¡¿Qué sucedió?!

Mierda... Mierda...
Alex... Te necesito aquí...

P: Ve a clases, ya es tarde.

Su voz daba miedo, le hice caso.
Fui a clases, irónicamente, faltó un profesor.
Fui a la cafetería, chocolate caliente, llegaron Val y Rare.

Val: Hola.
Rare: ¡Hola Muk!
Muk: Hola...
Val: ¿Mh? ¿Estás... Bien?
Rare: ¿Qué sucede?

... ¿Les digo?

Muk: Val, hablemos a solas.

Fuimos al baño, ella se lavaba la cara a medida que me escuchaba.

Val: Pues okay... No sé qué decirte, la verdad. Si van a separarse, supongo que no se puede hacer nada. La vida es así, cuando una chispa se apaga, se apaga.
Muk: Sí, lo sé...
Val: Pero, ey, calma. Todo va a estar bien, vas a poder venir aquí aún, ¿verdad?
Muk: ...

Estuvimos en clases, hablando de tonterías, contando cosas. Logré distraerme por un buen rato.
Al pasar el rato, me llegó un mensaje de... ¿Amy?

Amy: ¿Cómo has estado?
Muk: Bien, ¿y ustedes?
Amy: Muy bien, incluso diría que demasiado.

Llegó la hora de la salida. No quería ir a casa... Estuve un buen rato paseándome por la ciudad, sin saber que hacer, sin ganas de hacer algo tampoco.
Me llegó un mensaje de Rare, al principio la ignoré, no me interesa llevarme bien con ella, pero luego... Decidí contestar por curiosidad.

Muk: ¿Qué necesitas?
Rare: No soy Rare.
Muk: ¿Qué?
Rare: Soy Maurice, ven a casa, ahora.

¡¿Qué clase de broma pesada es esta?!
Salí corriendo lo más rápido que pude, casi me caigo más de una vez.
Pero... Una parte de mí estaba emocionada, si ese realmente es Maurice, seré la chica más feliz del mundo.
Muy bruto de mi parte confiar así, quizás. Pero en este mundo, soy la única que lo conoce.
Bueno, yo y...
Cuando llegué, me llevé una desilusión, quien estaba afuera era Rare, y para peor...

Rare: ¡Hah-haha! ¿Re-Realmente crei-creiste que él podría-a seguir con vida-ida?

Esa voz afectada, como si fuera un error de programación daba un miedo auténtico.

Muk: Rare, ¡¿por qué?!
Rare: Ni Ra-Rare, n-ni-i Maurice-rice. Aquí estás hablando con t-tu creado-creador.

El escritor...

Muk: ¡T-Tú...!
Rare: Lo a-a-a-dmito-ito, tienes mucha capaci-capacidad y fuerza de voluntad-tad. Ni siquiera-siquiera el protago-nista fue capaz de alterar el libro así-así.

De la nada su voz dejó de escucharse distorsionada, pero pasó a una voz masculina, casi idéntica a la de Alex...

Rare: Cambiaste esa parte del libro tanto que hasta yo fui afectado.
Muk: Cuando intenté salvar a...
Rare: Así es, niña. Pero te tengo una advertencia. No te metas, si no quieres que ALGUIEN MÁS sufra el mismo destino que Maurice.

¡V-Val...!
Ni bien parpadeé, Rare ya no estaba, pero... Igualmente, esa no era Rare...
¿Qué es lo que quieres de mí, escritor?
Estoy alterada, ¡muy alterada! Quiero correr y no detenerme nunca más. ¡Nunca, nunca, nun...!
.
.
.

La estación de tren...
A-Alex...

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Pues bueno, lo de siempre, ¿no? Estaba volviendo de casa de Silvia. Mientras caminaba me detuve muchas veces al ver en la vitrina cosas que me interesaban.
Luego, aún de camino, recibí un mensaje de... ¿Rare? Vaya, la tenía en contactos y siquiera lo recordaba.

Rare: Lo siento mucho...
Alex: ¿¿?? ¿Por qué?

Y no volvió a contestar.
Seguí caminando, algo preocupado. Aunque tomando en cuenta que nunca antes habíamos hablado por teléfono, supuse que se habría equivocado de número.
Llegué a mi casa y simplemente me tiré de cabeza en la cama.
No pensé en nada más, tan sólo dormí.

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Estoy sola, realmente sola. Ni siquiera aquí en la estación hay gente esperando el tren.
Todavía estoy dudando...
Además, son las 3:30, y son como unas 6 horas de viaje.
.
.
.
Creo que si me recibes, valdrá la pena...

Conductor: Jolín, no hay un alma. ¿Subes, niña?