•the little things about you• [yoonkook os]

limonada y galletas

Jungkook pov

YoonGi no era conocido por ser alguien precisamente ordenado, según él, solo dejaba "fluir las cosas"; para mí, eso solo era una excusa para evitar limpiar su casa.

Siempre que iba al hogar de mi hyung deseaba ayudarlo con la limpieza, fracasando al ver como este terminaba dormido en la mesa y para ser sincero, no me apetecía hacer ese taeral yo solito, así que simplemente todo terminaba intacto, con el mismo desorden del principio.

Terminaba de darme una ducha y vestirme cuando de pronto pude escuchar el tono personalizado que le tenía a Min, así que me apresure a contestar, no me gustaba hacerlo esperar.

- ¿Hyung? ¿Pasa algo? - atendí la llamada, mientras me acostaba en mi cama para poder hablar más cómodamente.

- Jungkook, necesito que me ayudes­­­­- escuche la voz de él, se escuchaba un poco animado.

- Claro... ¿pero en qué? No vaya a ser algo súper extraño y a mí no me van esas co-...

- Déjate de bobadas, hoy reflexione y ¿sabes? Creo que ya es hora de ordenar mi casa...

- Voy para allá- corté la llamada, no necesitaba decir más, hablaríamos cuándo llegara allá. He de admitir que estaba emocionado por deshacerme al fin de la suciedad que invadía la casa de Min.

Habían pasado quince minutos cuando ya me encontraba tocando la puerta y al abrirse esta pude observar como se encontraba YoonGi con una de esas sonrisas suyas, de esas que me encantaba ver.

- Al fin llegas, ya me estaba arrepintiendo de llamarte- se introdujo a la casa dejándome pasar libremente. - De verdad que te tardas mucho, pareces caracol-.

- Eso pasa porque extraña mi presencia-. Me adentré y seguí a YoonGi, pude ver como ese comentario era más que suficiente para colorear de un rojo carmín las lindas mejillas pálidas que poseía mi hyung, por lo que decidí continuar...- y sobre arrepentirse... podrá hacerlo pero hoy no, de verdad esperé mucho el día que al fin pudiera hacer esto con usted­.

- Bueno, si tanto lo deseas, no esperemos más y ya comencemos.

Nos alistamos con artículos de limpieza, teníamos de todo, conseguí unos pequeños delantales para no ensuciarnos, porque de verdad, era mucho trabajo el que nos esperaba.

- ¿De verdad tengo que usar esto? Me parece ridículo- se quejaba YoonGi mientras se probaba la prenda, que a mi parecer, le quedaba perfecta.

- ¡No!, me gusta como le queda, se ve lindo, a que en otra vida fue maid...- el sonrojo no se hizo esperar en su cara, parecía un tomate y eso solo causo que dibujara una gran sonrisa en mi rostro.

- Está bien, como quieras.

Después de eso empezamos a limpiar, empezando por los cuartos, los baños y terminando la sala, su casa no es muy grande pero si llevaba mucho tiempo asear completamente por lo que nos tardamos unas tres horas en eso, ya solo faltaban el sótano y la cocina. Decidimos empezar por el primero el cual, al igual que la casa, era pequeño, pero estaba repleto de cajas y polvo, yo seguía con muchos ánimos de seguir, mientras que YoonGi parecía que se iba a desmayar en cualquier momento.

- Creo que deberíamos seguir otro día, estoy cansado- mencionó hyung mientras se sentaba en una de las tantas cajas que se encontraban alrededor nuestro. -Ya avanzamos bastante, ¿no te basta?­- preguntó ya medio somnoliento.

- No, sé que si paramos nunca vamos a terminar, además dudo que otro día tenga la determinación que tuvo hoy- dije un poco molesto y volteándome para verlo, pues estaba de espaldas a él. Vamos, yo terminaré aquí pero vaya empezando en la cocina, de paso puede preparar algo, estoy cansado y hambriento, no sea malo y aliménteme.