Whatsapp ||JOERICK Y CHRISDIEL||

JOERICK

POV. Joel

3 semanas han pasado y Zabdiel aún no despertaba, ya casi pasaba 1 mes y seguía en esa maldita camilla sin abrir sus ojos.

Éstas 3 semanas han sido de lo peor, Christopher no a dormido ni un solo día, no volvió a su casa y he notado algunas cortadas en sus brazos. No se lo dije porque no lo quería presionar, se lo mal que está.

En este momento estaba con Erick y Christopher en la sala del hospital, como estos últimos días.

Los doctores nos habían dicho que Zabdiel podría despertar a cualquier hora y cualquier día, no perdíamos las esperanzas y seguíamos ahí esperando por el.

-Christopher, deberías ir a casa- susurré acariciando su pelo, este había crecido demasiado tanto que tenía que amarrarlo- No has dormido en días, tienes que hacerlo- me miró y negó.

-No, no puedo. Nos han dicho que podría despertar a cualquier hora y yo necesito estar aquí y...- hablaba demasiado rápido. Lo interrumpí negando, lo entendía pero el necesitaba descansar tanto físicamente como mentalmente.

-Necesito que descanses por lo menos una hora, es necesario para tu cuerpo- lo abracé- Ve por favor, aquí estaré para avisarte si sucede algo.

-Está bien, si despierta dímelo y yo vengo corriendo para aquí- asentí y el se levantó- Gracias por estar conmigo, te amo con toda mi vida- besó mi frente y se fue perdiéndose de mi vista.

Busqué a Erick con la mirada y lo ví hablando con una chica, no estoy celoso.

Caminé hacia ellos pero dejé de caminar cuando escuché lo que ella dijo.

-No, no tengo novio- ella hablaba.

-Una chica tan linda como tú?- preguntó sorprendido.

-Si...- dijo enrollando su pelo en el dedo.

-Que last...- se dió cuenta de que yo lo miraba y se despidió de ella casi corriendo a mi.- Joel, yo te puedo explicar.

-No, déjame, yo solo estoy aquí por Zabdiel.

-Ven mi amor, no te pongas celoso- dijo alargando la "o" mientras agarraba mi brazo.

-ES QUE MIRA COMO HABLABAS CON ELLA MIENTRAS YO CONSOLABA A CHRISTOPHER Y LO CONVENCÍA DE QUE VAYA A CASA- susurré gritando.

-Shh, cálmate- acarició mis rulos y reía- Ya sabes que algunas veces se activa mi heterosexualidad- río pero paró al ver mi cara seria.

-Si ictivi mi hitirisixilidid- hablé como ardilla rodando mis ojos- Los dos sabemos que eres más marica que... No sé quién pero si.

Ví a la tipa con la que el estaba hablando mirándonos y aproveché.

Besé a Erick moviendo rápidamente nuestros labios mientras nuestras lenguas chocaban, antes de separarnos mordí su labio inferior y nos alejamos.

-Wow bebé- abrió sus ojos con sorpresa- Es la primera vez que me besas así- giró y la vió- Ojalá que ella siempre esté para que suceda de vuelta.

Reí y le dí un beso pequeño.

-Se me hizo imposible no hacerlo, eres mío nada más- sonreí inocentemente y me fuí a sentar- Ven aqui, mi amor- dije dando palmaditas a la silla de al lado.

Erick se sentó justo en el momento en que vimos entrar a enfermeras a la habitación de Zabdiel.

Me levanté rápido tirando a Erick también y corrimos hacia allí también.

Esperamos hasta que salió el doctor.

-Despertó- abracé a Erick de la emoción- A estado llamando a un tal Christopher, bien, el tiene que hacer reposo y cuidar muy bien las partes en donde se quebró o hubo golpes.- asentí- Lo hemos revisado y está todo bien, mañana mismo puede salir.

Dí un gritito de felicidad y hablé.

-Podemos pasar a verlo?- pregunté.

-Claro- asintió y se retiró.

Entramos a la habitación y ahí estaba el, no tenía cables conectados así que supimos que ya estaba bien.

-Hola Zabdilucho- hablé abrazándolo con mucha fuerza pero teniendo cuidado con su muñeca- Te extrañé demasiado.

-Hola Joey, siento como si han pasado miles de años- río y acarició mi pelo.- Hey, hola Erick te extrañé también.

-Zabdi- dijo acercándose a el y abrazándolo.

-Necesito ver a Christopher ya mismo, lo extraño demasiado- hizo un puchero y yo rodé los ojos. Saqué mi teléfono y llamé a Chris.

-JOEL DIME QUE TE DIJERON ALGO POR FAVOR- grito desde el otro lado.

Alejé el celular de mi oído.

-Calmáte, ven para el hospital, Zabdiel despertó.

-AY SEÑOR Y LA VIRGEN MARÍA, YA MISMO VOY PARA ALLÁ- cortó la llamada y miré a Zabdiel.

-Enserio te gusta esa cosa?, está más loco que una cabra- reí.

-Deja a mi bebé en paz y si, me encanta.